Primeras Veces - Cuando el amor es tu mayor miedo
Llegué corriendo hacia Anthony, que estaba sentado en el suelo confeccionando una cometa.
-Tony, vamos a La lomita- dije, y él siguió envolviendo el hilo en el centro de tres palitos.
-Eso está muy lejos. No podemos ir solos.
-¿Por qué no?
-Porque nos vamos a meter en problemas si alguien se da cuenta.
-No se van a dar cuenta. Además, si nos descubren, no estaría tan mal. Mi hermana dice que siempre hay una primera vez para todo, y a ti nunca te han descubierto haciendo algo malo.
-Eso es porque casi no hago nada malo.
-Por eso creo que eres muy miedoso.
-No soy miedoso, pero no quiero que me castiguen.
-Está bien, quédate aquí. Yo me voy sola.
Empecé a alejarme. Anthony corrió para alcanzarme y estuvo todo el camino a mi lado. Entre valles, juegos y confesiones infantiles, el tiempo pasó muy rápido. Tanto, que regresando, nos tomó la noche.
...
Al llegar a casa había muchas personas dentro y fuera, el llanto de mi madre resonaba en todo lugar y todos me miraban con lástima. Quería acercarme a ella, pero mi padre me interceptó de camino.
-¿Dónde estabas, Cristina? Llevamos horas esperando por ti.
-En La lomita con Anthony -apretó los puños y miró a mi amigo por encima de mi hombro.
-No te quiero cerca de mi hija, niño. Vete -Anthony salió corriendo asustado.
-Pero, es mi amigo -me quejé -voy a verlo aunque no quieras.
Él me miró con tristeza.
-Lo siento, pero no pienso dejar que se repita la historia. Te vas a ir a la ciudad.