Ámame, o Recházame
Después de una repentina estampida, Freya fue llevada apresuradamente al hospital, pero su pareja Kingsley encontró consuelo en otra mujer. Durante tres largos años, Freya albergó la esperanza de que su amor derritiera el gélido corazón de Kingsley, pero, por desgracia, su anhelo resultó ser nada más que una burla. Observó cómo Kingsley colmaba de afecto a la otra mujer y, ahora, cansada de una devoción no correspondida, decidió marcharse, jurando rechazarlo. Sin embargo, el distante Kingsley experimentó una asombrosa transformación, asumiendo una nueva personalidad mientras perseguía fervientemente a Freya.