Chapter 2: Volumen 1: Capitulo 2
Lo único que delataba el hecho terrorífico en ese lugar era la sangre que había por toda la isla.
A pesar de ya no haber nadie en ese lugar, la radio respondió después de varias horas de que todo hubiera ocurrido.
"Aquí capital de la madre patria les habla…"
"Necesito que me den el informe diario de inteligencia."
"¿Hola?"
"¿Alguien?"
…..
…..
Mientras la persona del otro lado de la radio buscaba respuestas de esta base de inteligencia, los radares nuevamente empezaron a sonar como locos y una vez más se detectaron desde el norte un montón de puntos amarillos.
Eran tantos puntos que era imposible contarlos.
Toda la pantalla del radar estaba llena de esas cosas.
De esta manera el 1 de septiembre de 1982 daba inicio a la invasión de ellos al planeta tierra.
Nadie sabe de donde llegaron o como aparecieron en la tierra, pero lo cierto es que el primer pasó de estas criaturas estaba cruzando esta isla.
Para ser más precisos la primera vez que ellos llegarían a pisar el viejo continente sería dentro de poco.
Lo que seguía después de esta isla era el norte de Noruega, en cuyo lugar daría inicio una gran masacre de humanos.
Así iniciaba el largo periodo de extinción de la raza más predominante del tercer planeta del sistema solar.
XXX
En el extremo norte de Noruega.
En la ciudad de Vadso había dos lindas hermanas.
Una esperaba afuera y la otra se encontraba dentro de la pequeña tienda tratando de encontrar lo que hace rato estaba buscado con mucho anhelo.
La hermana mayor estaba eufórica por intentar encontrar lo que buscaba.
Por suerte y tras varios minutos logró encontrar lo que buscaba.
Una vez salió del pequeño mercado le fue difícil no meditar un poco enojada…
"Fue difícil buscar esta maldita pimienta negra por todos los negocios de la ciudad. En serio que si lo fue."
"Visite todas las tiendas del lugar, pero al fin puedo tenerte en mis manos."
Mira su mano con mucha alegría como si se tratara de haber ganado un mundial de fútbol.
"Estoy muy feliz."
"¡Ahora puedo ir a casa!."
…..
Después de la alegría llegaron las quejas.
"¡Por dios!"
"¿Qué tipo de madre manda a sus hijas a comprar los ingredientes del Fårikål a última hora del mediodía?."
"Se que estamos comenzando otoño, pero pensé que mama ya había hecho las compras."
"Por lo visto no hizo eso y nosotras dos tuvimos que encárganos de buscar los ingredientes que faltaban."
"Ah, mejor me dejo de quejar."
"Lo importante es que conseguimos la pimienta, ¿verdad, Emma?."
La pequeña hermana se le acerca y la agarra de su mano con mucha seriedad.
En ese momento se quedó atónita por la belleza de su pequeña hermana.
Verla tan seria y tierna la sacaba de sus cabales, así que salto hacia ella y la abrazo mientras le hacía cosquillas.
Ambas parecían divertirse mientras caminaban hacia su casa. Esto aunque fuera difícil hacer que Emma riera.
Durante su caminata las dos hermanas sintieron un fuerte viento que las heló por completo y de manera inconsciente miraron hacia el norte.
En el segundo que se iban a quejar del frío que hacía las dos se quedaron completamente quietas y asombradas con las vistas.
Desde donde estaban podían ver el mar y la pequeña playa.
Mientras miraban hacia ese precioso lugar las hojas de los árboles volaban por toda la ciudad.
Esta combinación de mar, anochecer y hojas de otoño le habían dejado un hermoso paisaje impregnado en sus ojos.
"Será mejor que vayamos a casa antes de que anochezca."
Menciona la hermana menor mientras no podía dejar observar esa hermosa vista.
La hermana menor asiente con su cabeza mientras mantiene la expresión de atónita ante fantástico paisaje.
Había nieve por todos lados, así que eso hacía aún más hermosa la ciudad en la que vivían.
Allí, en donde vivían anochecía muy temprano, era normal estar dentro de casa en horas muy tempranas.
La ciudad estaba muy movida, todos aprovechaban hacer las compras para todo el día, así que la gente andaba de un lado a otro.
Luego de dejar de ver esas vistas las dos hermanas de tez blanca y cabello del mismo color de su piel se propusieron dejar de distraerse y así poder llegar a casa, sino jamás lo harían y cuando llegaba la noche era imposible ver algo. Podrían incluso hasta perderse.
Sin embargo, cuando estaban a punto de irse corriendo a toda velocidad hasta su casa escuchan una fuerte explosión que las deja sin palabras.
Miran hacia todo lados y no ven nada.
Pero cuando observan el mar ven como uno de los tres barcos pesqueros cerca de la costa explota.
Las dos hermanas no podían creer lo que veían.
El barco se estaba incendiando y la gente prendida fuego saltaba del barco para sacarse las llamas que los estaban carcomiendo vivos.
Las dos se quedaron con sus miradas pegadas a lo que sucedía.
Freya, la hermana mayor corre hasta su hermana y le tapa los ojos.
"¡No veas!."
"¡No puedes ver eso!."
A los segundos explotaron de manera repentina los otros barcos pesqueros.
Los ruidos de las explosiones se escucharon por toda la ciudad.
"¿Qué fueron esas otras dos explosiones, hermana?."
Pregunta la niña con los ojos tapados.
Freya no sabia que responder.
Ni ella sabia lo que sucedía.
"No lo se, Emma."
"No se lo que esta sucediendo ahora mismo."
Mientras hablaba tenía un expresión de miedo.
Para no seguir viendo eso, Freya y su hermana corren apresuradas hacia su casa agarradas de la mano.
Una vez llegan a la casa su madre a penas las ve corre por ellas y se tira al suelo mientras las abraza.
La madre con idéntico tono de piel y cabello suelta algunas lágrimas en tanto dice "¡Pensé que les había sucedido algo!."
"¡¿Por qué se tardaron tanto en volver?!."
Freya mira a su madre a los ojos y para calmar el ambiente lleno de preocupaciones le habla de manera burlona.
"Obviamente la culpa es tuya, madre."
Eso la sorprendió.
¡No!, en realidad la dejo sin palabras.
"Fuiste tu la que nos envió a comprar tan tarde."
Seguido de la seriedad y tristeza de la madre pasa a una sonrisa acompañada de pequeñas risas.
Las hermanas también ríen y el padre que estaba algunos pasos atrás de la madre también lo hace.
"Vaya, lo siento. Perdón por ser muy olvidadiza."
La madre se disculpa con pequeñas risas.
Freya se alegro de haber cumplido con su objetivo.
El ambiente se tranquilizo y todos parecían felices.
"¡Disculpa aceptada!."
Con eso el pequeño escándalo se terminó.
El padre de las dos hermanas se acerca un poco y pregunta en tanto se toca la barbilla "Por cierto, ¿Saben que fueron esas explosiones raras que se escucharon hace unos minutos?."
Las dos hermanas iban a dar un explicación con una sonrisa…
Sin embargo, en el momento que iban a hablar otra explosión se escucha a las afueras de su casa, pero esta se oyó mucho más cerca y fuerte.
-CONTINUARÁ-
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