Chapter 2: Capitulo II "Alivio y Confusión"
Al despertar yacía acostada en una cama de hospital el cuarto era blanco con tonos azules y lilas.
Además había muchos adornos florales con hortensias azules, claveles blancos y margaritas.
Al intentar levantarme un dolor punzante me regreso a la cama.
Tal dolor me indicaba que todo lo ví y sentí no era una pesadilla...Mi mundo pereció ante el exterminio y yo...no pude salvar a todos los inocentes.
Mis ojos antes secos se llenaban de lágrimas nuevamente y mi pecho me dolía aún más al recordar todo el sufrimiento que ví.
No pasó mucho tiempo desde que empezé a llorar y de pronto escuché el sonido de muchas personas acercarse a la habitación.
Con miedo de que se tratase de algún angel o algo similar, me seque las lágrimas y fingí estar dormida.
Cuando entraron a la habitación ellos parecían saber que no estaba dormida pero, aún así , decidieron acercarse a mi para poder revisarme.
Durante media hora sentí como me examinaban y cuidaban de mí.
A veces solían comentar acerca de mi estado actual.
Por lo que pude llegar a entender es que por suerte la espada que uso Zevrael no apunto a mi corazón directamente y eso más la rápida intervención de Gabriel ayudaron a qué aún permaneciera con vida.
Cuando hablaban pude calcular que habían alrededor de 11 seres junto a mí.
Después de unos 20 minutos escuché como las puertas del cuarto se abrían y cerraban además de los pasos de todos ellos alejándose.
Espere 10 minutos después de que se fueron para poder intentar volver a ponerme de pie o aunque sea poder sentarme.
Pero al abrir un poco mis ojos, ellos seguían en el cuarto observandome con preocupación, al notar esto intenté fingir que seguía durmiendo esperando ninguno notará que yo estaba despierta.
Sabía que era imposible que ellos no notarán mi mirada y entre pequeñas risas de alivio y alegría se acercaron un poco a la cama y decidieron hablar.
Ángel a: - Al fin despiertas ~ .
Clamaba con alegría uno de ellos.
Ángel b: - Nos tenías muy preocupados.-
Decía otro mientras sonreía ampliamente.
Ángel c: - Me da mucho gusto poder verte mejor.
La mayoría de los comentarios que hacían los angeles expresaba preocupación y alivio además de que deseaban mi pronta recuperación.
En medio de esta "conversación" me sentía muy confundida ya que esta actitud por parte de ellos era muy diferente de la que mostraron en el día del juicio final.
El procesar toda esta información hacía que mi cabeza me doliera y no sabía cómo parar este sentir.
De repente pude escuchar una voz familiar, una voz que me hacía sentir mejor con tan solo escuchar una sola palabra.
G: - Les pido que por favor, no saturen de información a la señorita Fatima, ella debe encontrarse un poco confundida y puede que aún se sienta dolorida.
Así que por favor alejense un poco de ella.-
La voz tranquila pero alegre de Gabriel seguía siendo como una dulce melodía además eran muy reconfortante escuchar la voz de mi salvador.
F: - Gracias, Arcángel Gabriel -
A pesar de que aún les temo a los angeles, decidí agradecerle a Gabriel por ayudarme a salir de aquella situación con los otros ángeles.
G: - No te preocupes, todo estará bien-
Quería levantarme para poder saludarlo como era correspondido pero el dolor no podía desaparecer; además el miedo y la desconfianza dirigida a ellos reapareció nuevamente.
Y algo nuevo surgió en mi: curiosidad.
F: - ¿Dónde estoy?-
Fue lo primero que debía averiguar ya que al menos sabía que en la tierra ya no estaba.
Todos ellos permanecieron en silencio en espera de que Gabriel respondiera a mi pregunta.
G: - Por ahora, no podemos decírtelo pero, no debes preocuparte por nada.
Todo estará bien -
Mi salvador se había arrodillado junto a mi cama, lo suficientemente cerca para que nuestros rostros se encontrarán.
Y al ver su expresión, sabía que lo que el decía no era mentira pero aún así mi curiosidad no podía saciarse.
Sin otra opción decidí seguir haciendo preguntas.
F: - ¿Quiénes son ellos?-
Yo podía confiar en Gabriel ya que él me salvó, pero aún no podía confiar en los demás ángeles.
Miles de imágenes de ellos llevando el exterminio con devoción hacia que fuera difícil tan siquiera poder verles al rostro.
G: - Todos nosotros somos ángeles, arcángeles y querubines enviados por Dios.
De ahora en adelante nosotros te cuidaremos y protegeremos de cualquier peligro por siempre.-
Tras decir esto, los demás seres se inclinaron con una sonrisa de alegría como señal de lealtad, mientras repetían un juramento en voz clara y un tanto fuerte.
" A partir de ahora y para siempre mi deber es cuidarte a toda costa y sin importar lo que pase yo...te soy leal a tí"
Al terminar aquel juramento no sabía que pensar o decir.
Mi mente estaba en conflicto con esta nueva apariencia de ellos.
¿Cómo podían pasar de ser ejecutores a ser mis protectores?.
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