Download App

Chapter 3: Capítulo 3: Ira.

Desde Japón hasta éste país, volando gracias a mi fuego, corriendo lo posible, Kaz y yo tardamos una semana por el cansancio así que tomábamos descansos de horas, nos topamos con una tormenta así que íbamos con cuidado, llegamos a este lugar, una selva frondosa y húmeda, atravesando muchos árboles y teniendo en cuenta a los animales salvajes tardamos otros dos días en encontrar ésta Academia. Aquí vive la pista más cercana a él.

06:50 PM 15/03/2070

Nos sorprendió ver una instalación de tal magnitud en este sitio tan recóndito.

Llamamos a la puerta principal la cual es de unos 5 metros.

- ¿No creerás que nos dejen ingresar tan fácil o si, Nii-San?

[Dijo murmurando]

- Este sitio está tan oculto por algo, Kaz. Seguro tiene que ver con él.

[Afirme convencido]

Una cámara nos apunta, dejando oír una voz con distorsiones.

- ¿Con quién tenemos el gusto de hablar?

- Matsumoto Kenichi y Matsumoto Kazuki. Somos elementales provenientes de Japón, oímos de este sitio y dicen que aquí podemos aprender sobre nuestra naturaleza, por ello lo buscamos y aquí estamos.

- Es interesante que hayan encontrado este sitio tan oculto ¿Quién les dio esa información?

- Takehiko Hayate, nuestro maestro, dice haber conocido a un señor que tenía el sueño de crear ésta lugar. Tardamos mucho tiempo en encontrarlo.

[Le dije con ahínco]

- ¿Hayate? Esperen unos minutos.

[Sonó verdaderamente intrigado]

Al cabo de unos minutos otra voz sonó, esta vez sin distorsión.

- Así que el viejo Hayate recordó eso durante tantos años, con todo y eso es una historia difícil de creer pero no imposible.

La puerta se abrió repentinamente dejando salir a un viejo de cabello canoso de barba larga y bigote, que nos sonríe sospechosamente.

Al instante vemos dos figuras que se abalanzan velozmente hacia nosotros un hombre y una mujer, me preparo apretando mis puños y sonrío.

- Nii-San, relájate.

[Me dice estirando brazo y mostrando su palma]

Tendré que dejarme someter ésta vez.

Al instante me calmo y nos derriban boca abajo al suelo y nos colocan los brazos atrás y unas esposas.

- El más pequeño es pacífico, el alto siempre está listo para el combate.

[Susurró Grant interesado]

- ¿Cuánto tiempo permaneceremos en el suelo, señorita?

[Le pregunté ariscamente]

- Hasta que el director Grant termine de revisar sus pertenencias.

- ¿Podría apresurarse?

- ¿Que tenemos aquí? un chico exigente además de sospechoso.

[Dijo el otro hombre]

- Será mejor que te calles y seas obediente.

Que molesto es, si ese viejo no se agiliza me levantaré, romperé éstas esposas y probablemente la cara de éste tipo.

- Cálmate Jhon, ya casi termino. Me falta la maleta del otro chico.

En ese momento mire a Kaz recordando esa foto, preocupado. Él me hace un gesto en señal de que me tranquilice. Todo estará bien, control Kenichi, control.

- Bien, no tienen nada peligroso, solo ropa y algunos suministros. ¿Traen smartdevice chicos?

[Parece aliviado]

- No tenemos, señor director.

[Le responde Kaz de forma relajada]

- Bueno, el pequeño si sabe modales. Dejen que se levanten.

Nos limpiamos la tierra y nos dice.

- Sean bienvenidos a... La Academia Elemental Refugio Donnovan.

Que ostentoso nombre.

En ese momento nos hace ingresar viendo lo grande que es el sitio, hay varios edificios separados por secciones, están el área de dormitorios y el área escolar, secundaria y universitaria.

Nosotros al tener más de 18 años nos ingresan a la universidad pero no hemos ido nunca a una escuela por lo que se nos darán temas de materias ya vistas en secundaria por otros estudiantes sin embargo no somos incultos así que nos ofreció un examen de nivelación para poder saltarnos dicho contenido innecesario.

Mientras caminamos por la entrada de la academia se le nota seguro con nuestra presencia ahora.

- A priori esperamos que les vaya bien, parecen ser inteligentes pero si tienen cualquier tipo de problema, pueden avisar al asesor escolar Richard. En todos los pasillos de la academia existen mapas y pueden usar el GPS del Smartdevice que les daremos, así al menos que quieran explorar por libre no se perderán.

[Dice el viejo de forma amable]

- Eso suena bien, ¿No, Nii-San?

[Pregunta emocionado]

- Supongo.

- Han viajado durante mucho, ¿No? Dejen que nos encarguemos de revisar su condición física.

Miro a Kaz lentamente, mueve su cabeza diciendo no, tendré que rechazarlo.

- Estamos bien, no hace falta.

- Entiendo. También les informo que los estudiantes comparten dormitorio con un compañero del sexo opuesto.

- ¡¿Sexo opuesto?! Eso no tiene sentido.

- Kaz, no es para tanto.

- Si tienes quejas en mi oficina hay un frasco con sugerencias. Nadie las lee, pero están ahí.

[Dice a tono de burla]

- ¿Por qué compartir con el sexo opuesto?

- Matsumoto Kazuki ¿No? Quizá aún te falta mucho por vivir, pero déjame decirte que las personas sin importar el género, son iguales y aunque coloquemos compañeros del mismo sexo, nada garantiza que supongamos lo que estés pensando pueda pasar, no pase. Así que intentamos fomentar las relaciones más allá del sexo.

Me reí bastante por comerse tal sermón por esa tontería. Kaz es muy tradicionalista.

- Perdone a mi hermano, Grant. Tratar con mujeres le genera temor.

- No es eso, Nii-San...

[Dice avergonzado]

Fuimos al despacho del director, tiene un aspecto rustico y todos los aparatos son analógico, demasiado anticuado diría yo. Luego de un pequeño interrogatorio sobre de dónde venimos, a que nos dedicamos y nuestros elementos nos preguntó extrañamente sobre nuestras habilidades de combate. A mí no me parece nada raro, pero la expresión de Kazuki me dice que algo no anda bien.

- ¿Por qué tendríamos que tener experiencia en eso?

[Intrigado responde Kaz con expresión desconfiada]

- Primero, yo hago las preguntas aquí, chico. Segundo, porque nos interesaba saber si serán un peligro o no para esta academia.

- Pero ya nos revisaron y venimos por la historia de Hayate-San. (Señor)

- Hayate no es más que un conocido de hace mucho, sin embargo lograron llegar desde Japón sin que les sucediera nada y todos sabemos que el mundo no está del todo contento con nuestra existencia. Ustedes han sobrevivido a cosas ¿No?

- De ahora en adelante responderé yo, Grant.

[Digo firmemente]

Mi hermanito no es muy buen mentiroso, debía sacarlo de esa situación. No es que me encante revelar nuestras habilidades pero es mejor eso a nuestro objetivo.

- Está bien, Matsumoto Kenichi. Después de todo usted es el mayor. Así que por favor responda.

Procedí a decirle sobre el metabolismo acelerado de Kazuki y su súper velocidad, sin entrar a detalles sobre todo su potencial, que sabemos algo de artes marciales asiáticas como el Hakpido, aikido y karate, y decido contarle sobre mi súper fuerza.

- No sabría decirle del todo como funciona, pero en resumen siento como una explosión en mis músculos que se desata al usarla, esto gasta mucha energía pero es mi arma más efectiva para no causar desastres, no soy inmune al dolor pero si más resistente que la mayoría.

- Interesante. Podríamos necesitarlos en un futuro.

- ¿A que se refiere?

Kazuki me mira asertivo.

- Nada importante. Se ha hecho tarde ya, son las 10:45. Ya convoqué a sus respectivas compañeras de dormitorio, da la casualidad son las únicas sin compañero actualmente por diversos problemas que hemos tenido.

- Usted, señor Kenichi tendrá como compañía a la señorita Eva Montana, es una persona compleja de tratar, lo digo como advertencia.

- Me da igual la verdad, sin ofender.

- Entiendo.

- El señor Kazuki vivirá con la señorita Lara Redfield....

¡¿REDFIELD?! Que maldita suerte, quizá podamos irnos de aquí más pronto que tarde.

- Esa chica, bueno, es alguien única, él lo entenderá pronto.

Kazuki me mira alegre por eso y al instante tocan la puerta.

- Adelante.

- ¿Me llamó, director Grant?

La chica no me aprecio la gran cosa, tiene un cabello blanco, obviamente pintado muy lindo al menos y su cuerpo... no está mal, tiene curvas.

- Señorita Montana, le presento a su nuevo compañero de dormitorio, Matsumoto Kenichi y bueno, su hermano Kazuki, ya que está.

- Mucho gusto, Eva Montana.

[Me presento lo más amable que puedo]

- ¿Es enserio, Grant?

- [Dice decepcionada]

- No hagas una escena.

- Te lo juro que lo estoy intentando, tío.

- ¿Sabes qué? Tengo sueño, me da igual. ¿Cuál debo usar, Matsumoto o Kenichi? Sólo, vámonos.

- Te lo encargo, Montana.

- Lo que tú digas viejo.

[Se despide dándole la espalda y saliendo del despacho]

- Nos vemos, Nii-San.

[Dice despidiéndose algo preocupado]

- Cuídate, Kazuki.

Llegamos al dormitorio y ella abre la puerta con su tarjeta de acceso, juro por Dios si es que existe, no he visto peor desorden que este, cajas en el suelo regadas, bolsas de basura sin tirar, piso sucio, ropa tirada, platos sin lavar....

- ¿Te llamas Eva, no? ¡¿Cómo puedes vivir así?!

- Un obsesionado con la limpieza ¿Eh?

- ¿Cual obsesionado? ¿Cómo le dice a eso en español? 豚舎/Tonsha... POCILGA, un asco.

- Como digas, voy a dormir. Tu cuarto es el de la izquierda, no hay reglas así que puedes hacer lo que quieras mientras no me molestes.

- Yo limpiare esto un poco antes de dormir...

¿A qué huele? Oh maldición, ¡huele a excremento de rata!

Después de pasar media noche encargándome del dormitorio logré dormir algo, al menos mi habitación estaba limpia

16/03/2070, 07:40 AM.

- Vaya que limpiaste ¿eh?

[Dice recién despierta y con un ojo cerrado]

- Sólo lo dejé habitable.

Luego de desayunar le pregunté a Eva donde quedaban las clases y me dio la dirección pero dijo que ella iría más tarde.

De camino me encontré con algo interesante. 3 tipos, uno pelirrojo, otro castaño y un rubio estaban molestando a un chico menor, empujándolo entre ellos, eso me molestó.

- Ey, dejen al chico. Ya se divirtieron, ahora déjenlo en paz.

- Si solo estamos jugando, además ¿Quién eres tú, chino?

[Me responde el pelirrojo]

- Soy japonés, pero hazme caso si no quieres que esto se ponga feo.

- ¿Y qué vas a hacer?

- Si, dile Daniel.

[Dice el rubio]

- Así que va a ser así ¿No?

En ese momento empujo con una sola palma al pelirrojo a 3 aulas de distancia recorriendo el pasillo choca contra la pared del cruce, esperando no partirle algún hueso.

- Oye oye oye, ¿Qué diablos fue eso?

[Se sorprende el rubio]

- Se lo advertí ¿No?

Al instante la gente se empieza a amontonar y obstruyen los pasillos, el rubio intenta tirarse encima de mí y yo simplemente lo derribo pateando su pie y empujándolo al suelo, el chico queda inconsciente al momento.

- Entiendo, elemental de aire ¿No? Pensaba que Redfield era de las pocas en esta escuela.

[Dice el castaño]

- Me llamo Matsumoto Kenichi ¿Cuál es tu nombre?

[Le pregunto seriamente]

- Axel, Axel Andrews, Elemental de roca.

- Mi elemento es el fuego.

- Eso no tiene sentido, ¿cómo puedes hacer eso sin sacar llamas?

- ¿Quieres comprobarlo? Adelante.

[Digo mientras con mi mano le pido que se acerque]

El chico corre hacia mí para golpearme en la cara, yo simplemente lo esquivo y sostengo su mano, apretándola fuerte pero sin romperla, que sienta el dolor poco a poco.

- Oye amigo, era un juego ¿Si? No irás a romperme la mano ¿verdad? Cada vez duele más...

- ¿Qué dicen gente? ¿Lo hago o no?

Hazlo, hazlo, hazlo. Gritan unos, no, no, no. Gritan otros.

- ¿Qué haré contigo? No puedo dejarte ir y ya, no aprenderás.

- Matsumoto... No molestaré más al chico...

- Rómpele un dedo y ya, Kenichi.

[Dice Eva despreocupada recién llegando]

- Oh, Eva. Un dedo ¿Eh? Suena a un buen punto medio.

- Si, este tipo siempre anda molestando a niños. Se lo merece.

- Adelante entonces, no es tanto....

[Dice él con expresión confiada pero su rostro está sudado]

¿Sólo un dedo? Puedes hacer más, ¡KENICHI!

Cállate, tengo el control.

- Dijiste que eras de Roca, veamos que tan resistente te hace.

¡Crac!

Su grito se oyó fuerte y quedó llorando en el suelo.

- Esto no quedará así, Matsumoto...

- Si, claro. Me gustaría verte intentar algo.

- Tienes una sonrisa de psicópata ahí, Kenichi.

[Dice Eva con sarcasmo]

En unos segundos de eso sonó en el altavoz, Grant llamándome a su despacho.

- Matsumoto Kenichi a mí oficina por favor, Axel Andrews vaya a la enfermería de inmediato.

Me dirigí a su despacho, entro y antes de empezar a hablar.

- Esto será rápido, le dije que sus habilidades podrían ser peligrosas así que para esos casos, por favor limítese a moretones.

- ¿O sea que no me va a castigar o algo por eso?

- El mundo es duro, está bien que alguien que hace algo malo pague de vez en cuando por sus acciones así que me da igual lo que le pase al chico mientras no sea herido de gravedad o se muera. Hay veces que los Maestros no podemos evitar esos abusos, y no somos santos así que, habiendo dicho eso. Retírese a clase por favor.

Eso me sorprendió mucho de su parte, ese día tomé clases de historia y economía, honestamente no aprendí nada de ello, también vi a Kaz en el comedor almorzar solo con Lara Redfield.

Es igual que en la foto que teníamos, luego de eso vi clases de derecho termine temprano mi día. Pero decidí dar una vuelta y conseguí la clase de ejercicio elemental de Kaz, al parecer le tocó luchar contra Redfield, muchas casualidades. Pero se dejó ganar lo cual me enfadó mucho y luego de una conversación con él me quedé dormido, para entonces despertarme e ir a mí dormitorio.

- Yo! Kenichi, te luciste esta mañana ¿Eh?

[Me recibe alegremente mientras come en la mesa]

- ¿Tú no eras antipática?

[Pregunté confuso]

- Sólo tenía sueño.... En fin, ¿Qué hiciste durante la tarde?

- Realmente nada ¿y tú?

[Me senté mientras decía eso]

- ¿Qué comes?

- ¡Paella! Detesto hacerla pero amo comerla.

- Dame a probar.

- Sírvete a gusto.

[Dice sonriendo]

Lo probé y en verdad estaba muy rico.

- Delicioso.

- Joder, faltaría más. Practiqué la receta de mi abuela durante meses luego de llegar aquí para que quedase así.

[Exclamó orgullosa]

- Que bien cocina tu abuela.

- Lo hice yo, ¿Oíste? YOOOO.

Me divertí hablando un rato con ella sobre platillos típicos y en unas horas sencillamente y antes de que cada uno se fuera a su cuarto.

- ¡Kenichi!

- ¿Si?

- ¡Gracias por limpiar! Siempre me da pereza.

[Dice haciendo un símbolo de corazón con sus manos]

- De nada, supongo.

Es más enérgica de lo que creí, las primeras impresiones no son buenas.

Luego de eso me fui a dormir pensando en mi hogar, la noche estrellada me da nostalgia.

Unos días pasaron y durante ellos, Eva estuvo actuando extraño, pero no le presté mucha atención, luego se puso de mal humor y no entendí, le dije Kaz que tampoco comprendo a las mujeres cuando fue a preguntarme algo.

Durante la hora del almuerzo un día Kaz y yo quedamos para almorzar con Eva, los hermanos Redfield y una amiga de ellos. Estaba sentado esperándolo y el llega de pedir su comida, en eso lo saludo para que me vea, el comedor es grande y siempre está lleno de personas.

- ¡Kaz! Aquí estamos.

De repente veo que tropieza y cae boca abajo y mira quien cerca está ¡Andrews! Tuvo que ser él.

Me levanté de golpe y camine firme hacia él.

- ¿Estás bien, Matsumoto?

- Estoy bien, Lara. Solamente fue una caída.

- Andrews. Salgamos.

[Le dije con seriedad]

- ¿Me estás hablando a mí, Matsumoto?

- Si, a ti.

- ¿Por qué? ¿Crees que yo lo hice tropezar? ¿Me crees tan pelabola como para eso?

- Si. Sal o te saco yo.

- Nii-San, tranquilízate ahora, no vale la pena.

[Dice completamente manchado de comida]

- No. Este maldito cree que puede meterse con las personas porque si, le enseñaré a respetar.

- Matsumoto Kenichi será mejor que le hagas caso a tu hermano, ahora.

- No estoy hablando contigo Lara Redfield.

- ¿Cómo sabe mi nombre? Bueno, resuelvan sus cosas afuera pero cálmate un poco, Kenichi.

- ¡No salgas, Andrews!

[Gritó Kazuki con temblor]

- No voy a salir, Matsumoto.

- Tranquilo, ya te saco yo.

Inmediatamente lo tome de la espalda y lo arroje con fuerza por la ventana del comedor y salió al patio chocando con un árbol, me extrañé de que no haya vomitado sangre. Ha de ser resistente.

- Maldito... ¿Quieres pelear? Ahora no estaré desprevenido.

Use mi fuego para volar hacia él atravesando la misma ventana que él, aterricé enfrente suyo.

- En mi defensa Matsumoto, te dije que no se iba a quedar así.

- Entonces metete conmigo, probablemente no te habría hecho nada.

- No habrías hecho esto y no tendría vía libre para responder, porque la otra vez me sermoneó el director en privado mientras que a ti no te dijo nada.

- Si me dijo algo, que la gente como tú a veces necesita una lección. Ya es hora de que te la den.

- やめろ/Yamero (detente) Nii-San.

No le hagas caso, Kenichi. Acabalo.

Otra vez, sigo teniendo el control.

No por mucho tiempo.

- No, Kaz.

- Si sigues así, Se terminará activando eso.

- Que así sea.

Mi cabello entero se levanta y se convierte en un rojizo fuego puro.

- ¡Maldita sea, Nii-San!

- Santa mierda...

[Dijo Lara Redfield sorprendida]

- Este tipo es un fenómeno ¿Qué coño?

[Exclamó Axel asustado]

- ¡Estás muerto, Andrews!

- ¿Qué hacemos, Matsumoto? Tu hermano no parece estar en sus cabales.

Lara volteo a ver a Kazuki encontrándose con una perspectiva completamente opuesta a la que había tenido de él, paralizado por la situación, ella pensó lo siguiente.

¿Esto es en serio, verdad? Desde luego parece que Kazuki no lo está tomando muy bien. No parece que vaya a acabar bien para Andrews...

Fin del capítulo 2.

Historia: Cristhian Bracho/

Unpopular Reviewer.

Edición: Bebelynn.


Load failed, please RETRY

Batch unlock chapters

Table of Contents

Display Options

Background

Font

Size

Chapter comments

Write a review Reading Status: C3
Fail to post. Please try again
  • Writing Quality
  • Stability of Updates
  • Story Development
  • Character Design
  • World Background

The total score 0.0

Review posted successfully! Read more reviews
Report inappropriate content
error Tip

Report abuse

Paragraph comments

Login