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Chapter 31: Juegos de Muñecas

-"¿Por qué…?" –Hikari estaba rodeado de oscuridad, en un lugar vacío, donde solo una débil luz le alumbraba… este lugar era muy conocido… entonces, frente a él… apareció, él mismo…

-Hola, Hikari.

-DarkHole… no estoy de humor para nuestras animadas pláticas de siempre, ¿Sí? –Esta vez… algo era diferente, DarkHole… estaba actuando… muy extraño.

-No vine por eso.

-¿Oh? ¿A burlarte? –DarkHole se veía muy serio, Hikari no sabía cómo reaccionar ante este cambio de actitud… -¿A qué?

-Sencillo, quiero que la siguiente espíritu… sea salvada.

-¿¡Qué!? ¿E-Eres DarkHole? –Él sonrió ligeramente.

-No me malentiendas, luego la mataré cuando tenga tu cuerpo, no hago esto por ti… lo hago por mí, estoy cansado de que esa desgraciada nos haga ver como perdedores, esta vez, quiero ganar, considera esta la primera y única vez… en que tendremos una tregua, ¿Entendido?

-Uhm… Vaya, aliarme con quién me quiere matar para pelear contra alguien que me quiere matar… bueno, ¿Por qué no? –Hikari le ofreció la mano a DarkHole, él la tomó. –Como tú eres yo, sé que no mientes.

-Hmph, presumido.

Hikari despertó de un salto, estaba en el Fraxinus, miró su reloj, era… era horario de clases, probablemente todos estaban en clases, se levantó y apenas puso un pie en el suelo, una alarma se disparó.

-Diva… tch… -Invocó su Manto Astral y desapareció… reapareciendo en la ciudad, en un tren abandonado en medio de la nada… pero no estaba solo, aparentemente unos niños jugaban ahí.

-¡Ah! –Del grupo de cinco… tres salieron corriendo, uno se quedó mirándolo por unos segundos, la otra… una niña, trató de huir, pero se tropezó, el niño lo notó y se paró frente a ella protegiéndola… Hikari sonrió y se sentó en el suelo.

-¿Qué eres?

-¿Disculpa? –Hikari miró asombrado al niño de pelo negro que le habló, la niña rubia se sentó… y a su lado, el chico.

-¿Qué eres? ¿Un monstruo? ¿Un fantasma?

-Un monstruo… un fantasma… je, un demonio tal vez, o un ángel… O a lo mejor… un asesino… ¿Qué crees que soy? –La niña tragó saliva y tomó valor.

-N-No eres un monstruo… creo… un fantasma tampoco, no te vez como uno… tampoco te vez como un ángel o un demonio…

-¿Entonces un asesino? –La interrumpió Hikari.

-No. –Respondió secamente el niño.

-¿No?

-Seguimos vivos, además… tus ojos muestran tristeza… no maldad. –Hikari suspiró ante el comentario de la chica… y rió, ante el asombro de ambos niños.

-Los niños en verdad sois interesantes… ojalá pudiese haber vivido mejor esos años… cómo sea, el pasado es pasado, no tiene punto quejarse por este.

-Señor… le aseguramos que la tenemos peor… -Hikari miró al chico y dejó de sonreír. El chico prosiguió. –Los cinco somos chicos… sin dinero… nos reunimos a jugar aquí antes de ir a trabajar… de los cinco… mi amigo que corrió debe estar cuidando a las otras dos…

-Dos chicos, tres chicas, no pude notarlo por su huida… "O al menos eso diré para no causar más revuelo…" –Hikari se levantó y le apuntó con su dedo. -¿Qué harías si te digo que mataré a uno de los dos y dejaré salir al otro?

-Uh…. Uh… -La niña comenzó a sudar… miró las salidas, pero Hikari chasqueó y el otro chico y las otras dos chicas también aparecieron dentro, además un aura rodeó el tren abandonado… no había huida.

-Cambio la pregunta… ¿Qué harás si te digo que mataré a uno de ustedes y dejaré ir al resto? Y te digo que tú elijas… –El chico de pelo negro miró a sus amigos, el chico de pelo gris lo miró… la rubia… lo miró… la peliblanca lo miró… la pelo-rosada lo miró…

-Hermano… compañero… por favor… ¡No me elijas a mí! –El chico se arrodilló y lloró…

-"Típico… asume que no se elegirá a si mismo… y según él… si no lo elige a él… alguna chica morirá…" –Las chicas miraron al chico de pelo gris… se notaban decepcionadas… pero después de razonarlo un poco… lo imitaron…

-¿Por qué me lo pregunta….Juez?

-¿Juez? –Hikari lo miró con más interés.

-Sí, me preguntaste qué creía que eras… ya lo decidí… creo que eres un juez, que has venido a juzgarme… a ponerme a prueba, toma mi vida. –Hikari asintió, sus compañeros lo miraron con sorpresa.

-Contrario a ustedes… este chico no podría soportar la idea de ser el causante de la muerte de alguno de vosotros… café… debes tener más valor, rubia… peliblanca… pelo-rosado… creo que cada una sabe lo que le falta… y lo que quiere en sus corazones… -Entonces una energía los rodeó… los jaló del tren, dejando dentro a Hikari y al niño… entonces el tren desapareció, los niños sorprendidos comenzaron a buscar el tren… el cual ni se había movido… solo era invisible.

-Pensé que huirían... –Dijo el chico de pelo negro.

-No, es lo bueno de los niños… pueden llegar a aprender… a tiempo las cosas… Por ahora chico, tú ya has aprendido lo suficiente, pero… no te confíes, mantente firme, ¿Prometido?

-Prometido… Juez, pero no me llamo chico… Puedes… ¿Puedes llamarme Discípulo? Siempre quise ser discípulo de alguien… y… y… eres la figura más increíble que vi en toda mi vida…

-Je, está bien chico… digo… Discípulo… pero no prometo volver, ¿Entendido? –El asintió, conforme.

-Claro Juez, tienes otras personas que juzgar… -Hikari sonrió, le tapó los ojos y desapareció, el tren volvió a aparecer, los chicos entraron a buscar a su amigo… lo encontraron y encontraron el tren repleto de dinero… celebraron todo felices, Hikari miró desde la distancia oculto tras un árbol, sonrió y se alejó.

-¿Desde cuándo lo sabías?

-Hace tiempo. –Hikari levantó la mirada y vio a Yami, parada sobre un árbol.

-¿Qué me delató?

-Veamos… pude sentir el viaje en el tiempo… es algo sencillo, yo me tele-transporté a una casa a las afueras… y aparecí en un tren, no detecté errores de Espacio, sino de Tiempo, ¿Cuántos años en el pasado me trajiste?

-Fu, Fu, fu, lo suficiente para que estos niños en tu presente sean adultos… personalidades importantes detrás de Ratatoskr…

-¿Ratatoskr? –Hikari parecía confuso.

-Verás… alteraste la historia al darles dinero a estos chicos y además al enseñarles valor… su línea real iba a ser más normal… mejorar su estilo de vida… vivir cerca, su futuro sería una vida normal… pero ahora, los cinco planearán superarse, con el dinero que les diste, tendrán una más alta educación, dada tu aparición, tu discípulo se interesará por eventos ajenos… como la llegada de espíritus… por decirte algo, los otros cuatro lo seguirán… y así quedarán en la cúpula de Ratatoskr, pero… Isaac Wescott logrará deshacerse de ellos cinco… accidentalmente claro, por unas acciones suyas… los cinco se verán inmersos en un experimento… que los dejará encarcelados en una paradoja espacio-temporal, ¿Satisfecho? De una vida normal… a una paradoja… tienes suerte de hecho, nada cambia en tu línea temporal… porque serán encerrados antes de los eventos de Shidou…

-Ambos sabemos que estas cosas pasan en los problemas de líneas temporales, Yami, además… podré ayudarlos…

-¿Cómo ayudaste a las Espíritus Especiales? –Yami sonrió.

-Je, Yami, Yami, he estado aguantando comenzar una lucha, porque podríamos matar a los niños de accidente en la lucha. –Yami sonrió y ambos volvieron al presente, allí estaba la casa de las afueras… y el reloj de Hikari parpadeó.

-Apareció la última Espíritu Especial… Senpai… ji, ji, ji. –Hikari apareció frente a ella y le dio una patada tan fuerte que sonaron los huesos rotos y ella salió volando.

-Bueno, ya no tenía miedo de daños colaterales… desgraciada. –Hikari desapareció y reapareció en una mansión en medio de un bosque. –Debí haber aparecido dentro… seguro hay algo que bloquea mis poderes… -Hikari entró por las puertas de la mansión… su Manto Astral desapareció… y también sus poderes… caminó hacia la puerta y estas se abrieron de par en par… Yami las abrió desde adentro… Hikari trató de atacarla… pero no pudo crear ningún arma… y cuando quiso golpearla, sus músculos no respondían.

-Bienvenido, Visita… disfrute su estancia… soy Akarui Yami, llegue hace unos segundos… y soy la maid de esta mansión… -Su voz era vacía, sin sentimiento… como marioneta.

-Buen trabajo. –Una niña pequeña… bajó las escaleras, tenía un largo pelo negro, peinado en forma de taladro hacia atrás, usaba un vestido violeta con franjas negras, sumamente elegante, zapatillas negras, un sombrero enorme, a juego a la ropa y muy elegante, era escoltada por muchos mayordomos y maids… algo raro… era que todos los mayordomos y las maids… se parecían entre sí…

-¿Quién eres?

-Me llamo… Tekubi, mucho gusto, visitante, me pareces interesante, no te afecta mi área de control… -Dijo la niña entre risitas.

-¿Área de Control?

-Ajá… todo el que pise mi mansión… es controlado por mí… como Muñecas, es mi pequeño Juego de Muñecas, ji, ji, ji, la nueva, Yami, apareció en mi patio cuando tomaba el sol… y la volví mi Maid, ja, ja, ja. –Hikari la miró, confuso y sorprendido… ella había logrado lo que la canción de Miku no logró… controlar a Yami… Un momento… algo estaba raro en Yami… -Pero… tú no… ¿Por qué? Quiero saber, quiero saber… Onii-chan, vamos, vamos, dime… ¿Qué eres?

-Tú misma lo dijiste, ¿Verdad? Un visitante, nada más, verás, soy una persona de gustos simples, la tranquilidad de los bosques es algo que en verdad me llena el corazón… así que simplemente me puse a caminar y llegué aquí, así que… técnicamente soy un visitante sorpresa que ha venido aquí a pasar la noche o la tarde o lo que su merced pueda ofrecerme. –La niña lo miró unos instantes y sonrió, luego rió, rió muchísimo, para finalmente hacer una seña para que Hikari pasase al interior de aquella peculiar mansión.

-Esto será… muy divertido de ver, ja, ja… -Una Diosa Superior miraba todo desde la distancia, en la comodidad de un asiento… en alguna parte del infinito espacio.

-Llevadlo a su habitación. –Dijo la niña aún con una sonrisa en el rostro, una maid cercana asintió y condujo a Hikari, al entrar, vio a Yami arreglando su cama, Hikari se sentó en un borde, esperó a que la otra maid se fuese…

-¿Ya dejarás de fingir?

-¿Fingir? –Hikari la miró, con una expresión burlona.

-Tch… bien, bien, me atrapaste, ¿Qué me delató? –Hikari señaló su cintura, ella miró… y ahí tenía colgando su cuchillo. –Ah…

-Debo admitir que tu voz fingiendo ser una marioneta de la niña fue bastante desconcertante.

-Soy una buena actriz, debes admitirlo. –Yami se sentó a su lado y jugueteó con el cuchillo. –¿No quieres matarme?

-Con todo mi ser.

-¿Por qué no lo haces? –Le pasó el cuchillo, Hikari no lo tomó, se limitó a verlo.

-No es tiempo.

-No es tiempo… vaya, interesante respuesta, ¿Algo que quieras preguntarme, caballero sin caballo? –Hikari no pudo evitar soltar un suspiro alegre… "caballero sin caballo…"

-¿Qué te detiene?

-Oh, vaya, directo al grano, ya veo, bueno… no puedo matarla aún… verás, esta es la forma inversa de esta chica… -Hikari se sorprendió muchísimo ante el comentario.

-¿¡Qué!?

-Eso, es inversa, verás… estas espíritus… creo, que mantienen su personalidad al invertirse… lo cual es sumamente raro, de todas formas, la forma inversa de ella es demasiado potente… todo lo que trate de dañarla… se repele, es raro, cuando aparecí en su jardín, le lancé mi cuchillo, pero este se detuvo antes de chocar con ella… traté de dispararle… pero pasó lo mismo… curioso.

-Visitante… la señorita lo espera. –Había entrado una Maid… Hikari asintió, se levantó y la maid salió.

-Diviértete, Senpai.

-Por supuesto. –Le dio una cachetada y salió del cuarto.

-"¡Eso fue sucio hasta para ti! Ya verás… ya verás… desgraciado…" –Yami en realidad sonreía, sabía que Hikari había contenido sus ansias asesinas… pero no pudo del todo.

Hikari vio a la maid que lo llamó al final de un pasillo, la siguió y esta lo condujo hasta la terraza, a un balcón… con piscina, donde la niña estaba mirando el bosque, sentada bajo una sombrilla.

-¿Y bien? ¿Te gustó tu habitación?

-Por supuesto Mi lady, es una preciosa habitación. –La niña le dio una mueca de desagrado.

-Tekubi, Te-Ku-Bi, te dije mi nombre para algo, ¿No crees?

-Bien, Tekubi, lo siento, pensé que sería descortés de mi parte entrar y hablarte directamente de tu nombre. –Ella hizo unas señales de indiferencia con las manos y se acomodó en su silla, señalando también otra silla frente a ella, él se sentó ahí.

-¿No es hermoso?

-¿Perdón? –La niña señaló el bosque. –Ah, el bosque… sí, es en verdad hermoso, la naturaleza es muy bella, ¿No crees, Tekubi?

-Uh… la verdad… no salí de esta mansión… jamás…

-¿Jamás? ¿Cuántos años has estado aquí…? –Ella lo miró… con tristeza…

-Un par de horas… -Hikari se veía sorprendido.

-"¿¡Horas!? ¡Pero la alarma de la presencia de otra espíritu sonó hace menos de media hora!"

-¿Dije algo raro? Pusiste una cara extraña… n-no sé cómo tratar a otros… lo siento… ¿Se dice lo siento verdad? Creo que sí…

-¿Estás bien? –Ella rápidamente movió su cabeza de un lado a otro.

-¡C-Claro! ¡S-Solo jugaba contigo…! Ja… ja… -Se levantó de un salto y corrió hacia la puerta de salida del balcón… agarró la puerta… pero entonces….

-Te perdono. –Ante estas palabras, ella se quedó inmóvil… abriendo la puerta…

-Gracias… -Lo susurró para sí misma y entró a la mansión, Yami apareció en la silla de Tekubi…

-¿Y bien Galán…? –Hikari chasqueó, la silla botó a Yami del balcón y cayó de cara en las afueras de la mansión.

-No sé… -Él se levantó de su silla y volvió a su cuarto, en el suelo, Yami se levantó de un salto y rió.

-"Senpai… Eres tan divertido, será, genial volverte como yo… claro, si no te mato antes… fu, fu, fu." –Yami sacudió su cabeza y se dirigió al bosque, entró ahí y se detuvo a las orillas de un río.

-Será divertido, ¿No crees?

-"No… sabemos que lo mataremos antes"

-No lo sé, Yami… quisiera volverlo como nosotras… fu, fu…

-"Yami, sabes que no lo lograremos… solo matémoslo… siempre tenemos estas discusiones…"

-Lo sé Yami, pero eso es lo que lo hace divertido, no sabemos cuándo alguna de las dos tomará la razón… la izquierda o la derecha… y cuál será el destino de Hikari-Senpai, ji, ji, después de todo… es el heredero de ese Fenir, ¿Verdad? Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, Ah… se siente tan bien tener estas charlas con una misma, ¿Verdad, Yami?

-"Sí, Yami". –Yami rió como loca por largos minutos debido a esta… "charla interna".

-¿Señor? ¿Qué hace? –Hikari estaba en su habitación, jugueteando con un revolver, cuando la maid del cuarto le preguntó.

-¿Hmm? Oh, perdón, tengo la costumbre de jugar con armas en mis momentos de libertad total, ¿Es raro? Bueno, soy raro, la verdad… casi nunca logró jugar con mis armas… verás, siempre estoy pensando en crear cosas o mejorar las que tengo, rara vez tengo tiempo para hacerlo, además… -Prendió un cigarro y se lo puso a la boca. –También es divertido probar algunos vicios humanos, ja, ja.

-¿Humanos? –Preguntó la maid.

-Vamos, vamos, ambos sabemos de qué hablo, ¿Verdad, Tekubi? –La maid fingió no entender, entonces Hikari disparó a la ventana, esta no se rompió, la bala se detuvo antes de tocarla, la maid desapareció… y allí apareció Tekubi.

-¿Lo sabías?

-Bueno, me pareció curioso que todo estuviese de la misma forma siempre, cuando fui al balcón… analicé todo el lugar con mi… juguetito. –Desapareció el camuflaje de su prótesis ocular. –Al volver, todo estaba de la misma forma, me tomé la molestia de mover un jarrón dela entrada… hace unos segundos salí y ya estaba en su lugar.

-Alguna maid pudo haberlo hecho…

-Ajá, pero no oí ningún paso ni percibí a nadie… ¿Magia? No… tus poderes son mayores de lo que pensé… Tekubi, ¿Qué es este lugar?

-Hmm… te diré… si me ganas en un duelo. –Ella aplaudió, las luces se apagaron, pasando unos microsegundos, estas volvieron a prenderse, pero ella ya no estaba ahí, además… la bala que disparó Hikari… apareció a sus pies.

-Entonces, la suerte está echada, ¿verdad? –Yami apareció sentada en el marco de la ventana, Hikari recogió la bala, la colocó al revolver.

-Ajá. –Sin dudar, le disparó a Yami, ella recibió la bala en la frente y cayó al patio, antes de caer… desapareció…

-¿Cuándo empiezas… invitado? –La voz de Tekubi resonaba en la casa entera.

-Damas primero, ¿No crees? –Hikari sonrió, escuchó una risita en la casa… él cargó el arma y salió del cuarto, el interior de la mansión había cambiado, se veía… muy destruido, como si hubiesen pasado años…

-¿Por qué viniste en realidad?

-Por ti, Tekubi. –Dijo Hikari mientras caminaba por los tenebrosos pasillos.

-¿Por mí? ¿Para matarme?

-No, para salvarte.

-¿Salvarme…? –Sonaba sumamente sorprendida… incluso rió. –No vale la pena salvarme… mejor habría sido que me dejes aquí… que no vinieses jamás…

-¿Oh? ¿Por qué?

-¡La que hace las preguntas soy yo!

-¿Por qué estás sola? ¿Y te da miedo el cambio? –La voz de Tekubi tembló… -Ah, ¿Le atiné?

-N-No… ¡Te equivocas! Soy…. Soy… segura… y-yo…

-Tú no viste el mundo… te quedaste en este lugar, que tú creaste, creaste el lugar, a las personas… a tus… "Amigos" pero… hay algo que me falta del rompecabezas, ¿Por qué?

-Y-Yo… T-Tú… -Entonces una puerta explotó, Yami entró de un salto cargando un lanzacohetes en la espalda.

-¿¡Un Lanzacohetes!? ¡Tú usas cuchillos! –Hikari se notaba… algo entusiasmado…

-Cambios de Aires Senpai, bueno, esto no se ve tan difícil para mí… ¿Qué tal si me sigues? Necesitamos algo de pelea, porque se siente vacío sin mí. –Hikari creó un martillo de mango largo y lo cargó a sus hombros.

-Wow… ¿No espada? Esto será divertido… -Yami saltó y disparó un cohete, Hikari canalizó una energía verde en la maza, golpeó el misil… y lo rebotó hacia Yami.

-¿¡Qué demonios!? –El impacto fue directo, causando una explosión considerable, mandando a Yami fuera de la mansión por el mismo agujero que Yami había hecho para entrar… entonces la mansión se regeneró… volviendo a la normalidad, dejando a Yami fuera.

-Ella dijo que usas espadas… ¿Por qué? ¿Por qué antes un revolver y ahora un martillo de mango largo? –La voz de Tekubi se hizo escuchar una vez más.

-Oh, verás, porque yo me adapto… yo cambio, el cambio es algo común en todos.

-En mí no… yo no puedo cambiar… -Hikari negó con la cabeza.

-No querida, tú… no quieres cambiar… es así de simple… muchas personas dicen que no pueden cambiar… cuando en realidad… no tienen ni el más leve deseo de cambiar, porque tienen miedo a lo nuevo, prefieren aferrarse a lo conocido, a lo… seguro, cuando en esta vida… lo que no se adapta, desaparece, selección natural le llamaron los humanos.

-¡Y-YO quiero cambiar! P-Pero…

-Déjame ayudarte a cambiar… -La mansión comenzó a derrumbarse…

-¿C-Cómo… sé… que puedo confiar en ti…? ¿Cómo sé… que no desaparecerás…? –Hikari se arrodilló.

-No tengo ninguna prueba que darte de mis palabras o de mi sinceridad… pero… aquí estoy para que me juzgues a partir de ahora. –La mansión terminó de derrumbarse, pero sus escombros, simplemente desaparecían en el aire… pasaron los segundos… y allí, donde antes había una mansión… estaba una niña, sentada en las rodillas de un chico con una prótesis en el ojo.

-"Oh… que bello… fu, fu, fu" –Yami saltó de un árbol.

-¿Yami-san? –La miró confusa la niña. –Pero… yo desaparecí toda mi creación…

-Ajá, lo hiciste niña, pero yo no fui creada por ti, de hecho me sorprendes, nunca pensé que tendrías ese poder… bueno, hay que darle mérito a tu fase inversa…

-¿Inversa…? –La niña buscaba la respuesta en Hikari, porque lo miró fijamente.

-Tekubi, dime, ¿Tenías esta ropa al… aparecer en este mundo…? –Ella pensó por unos instantes… y negó.

-No… cuando aparecí… creé una pequeña explosión… y… y… yo… yo… -Lágrimas comenzaron a brotar… -L-Los maté… y-yo… y-yo…

-"La energía negativa se acumula… debo hacer algo…" –Hikari trató de moverse… o hablar, pero Yami chasqueó y él quedó inmóvil. –"D-Desgraciada… N-No… no ahora… T-Tekubi…"

-Niña, ¿Mataste a alguien?

-S-Sí… a-apenas aparecí… y creé… esa explosión… una pareja que pasaba por aquí… ellos… ellos vinieron a verme… yo los vi… y… y… comenzaron a hablarme… me preguntaron quién era… cómo estaba… eran muy amables… entonces… entonces… fingí dormirme…

-¿Fingiste dormir? ¿Para qué? –Yami se acercaba lentamente a ellos, Hikari sudaba mucho.

-N-No sabía qué más hacer… ellos… se creyeron mi sueño… y comenzaron a hablar de… mansiones… castillos… dijeron que… que las cosas del pasado eran increíbles… incluso sacaron fotos… que… logré mirar…

-"De allí sacó las imágenes de todo…" –Hikari no podía evitar sentir pena por la niña… -"Por eso los mayordomos y las maids eran iguales… no había visto otra imagen…"

-¿Y entonces, niña?

-E-Entonces yo… yo traté de hacer su sueño realidad… pero… cuando liberé energía… l-los… l-los maté… -Hikari miró sorprendido a la niña, ella lloraba amargamente…

-"Así te invertiste… inusual… pero viniendo de una espíritu especial… es… es… razonable…"

-Y-Yo… y-yo…

-Le pondré fin a tu sufrimiento niña. –Yami la apuntó, la niña abrió mucho los ojos, Hikari… sonrió…

-"DarkHole… ¿Estás despierto?" –Una risa se escuchó en su interior, un aura negra rodeó a Hikari y se liberó de su parálisis, agarró la mano de Yami que tenía el cuchillo.

-¿Senpai…? ¿C-Cómo…?

-No te dejaré que la lastimes… esta niña… ha sufrido mucho, mucho para una niña que no conocía el mundo… merece conocerlo, merece vivirlo… merece… VIVIR –Hikari la miró, su ojo estaba rojo, aplastó la mano y con esta también la mano de Yami.

-O-Onii-san… Onii-san… -Un aura blanca rodeaba a Tekubi…

-¡NO! ¡ESTÁ REVIRTIENDO LA INVERSIÓN! –Yami se mordió la boca… soltó una energía abominable, le surgieron unos guantes metálicos con garras, un tridente negro con serpientes talladas en el metal, sus ojos eran rojo intenso, tenía un vestido negro de una pieza… encajes metálicos de plata en varias zonas, portaba una tiara de metal negro con un rubí… un collar similar, además de dos cuernos largos curvados en tres giros en espiral, alcanzando más de un metro.

-¿Qué… demonios…? –Hikari/DarkHole trató de hacer algo, pero en un parpadeo, este salió volando, y Yami atravesó a Tekubi con su tridente, para luego desaparecer… la intervención de DarkHole desapareció y Hikari corrió para agarrar a Tekubi antes de que ella caiga.

-Tekubi, Tekubi, quédate conmigo… aguanta, aguanta…

-O-Onii-san… m-me habría gustado… me habría gustado… ver… el mundo contigo… fuiste… la única… persona… que… que… quiso ayudar…..me…. –Ella le dio un beso y desapareció, cayendo su cristal al suelo… Hikari lo tomó… pero este también se desvaneció… el tridente aparentemente había llegado hasta él…

Hikari no podía soportar este dolor… esta vez… parecía… que DarkHole ganaría todo el poder… todo el control… ya no importaba… ya no le importaba… las energías lo rodearon… DarkHole reía descontroladamente… pero, entonces…. Hikari pensó en sus amigas… en su… familia… en todos los que quería… no podía dejarse vencer…

-"N-No… no… no puedo… no…" –Entonces cayó desmayado al suelo, las energía desaparecieron, extrañamente, despertó ese instante, pero no podía moverse.

-Vaya, vaya… Que sepas que esta será la última vez que te puedo ayudar… -Apareció sentada a su lado una hermosa mujer, de piel blanca como la nieve, ropa antigua… como en la época griega, pelo verde y hermosos ojos esmeralda.

-¿Quién…?

-Una diosa Superior, la diosa superior encargada de este mundo… en otras palabras, la única diosa superior que conociste, conoces y conocerás… ji, ji, ah, tal vez conozcas a otra… es una directora muy… peculiar, después de esto te llevaré a verla, pero eso no es lo importante, vine aquí… para intervenir… así que, ¿Hay algo que quieras saber?

-Oh… veamos, ¿Puedo hacer más de una pregunta…? –Ella asintió. –En ese caso… ¿Quién es en verdad Akarui Yami?

-Ara… directo al grano, ¿No? Bueno, lamentablemente esa es una pregunta trampa, no puedo decírtelo… aún, hagamos un trato, cuando encuentres la escisión del espacio-tiempo de tu mundo… te lo diré, ¿Sí?

-¿Escisión del espacio-tiempo? –Preguntó Hikari desconcertado.

-Lo sabrás a su tiempo, espero… fu, fu, fu, ¿Algo más…?

-¿Quién soy? Mejor dicho… ¿Qué soy? Y… ¿Cuál es mi propósito? –La diosa al oír su pregunta le sonrió y le dio un beso en la mejilla.

-Así que… ya lo notaste, ¿verdad? Es normal, eres bastante inteligente después de todo… bueno querido, te lo diré… -Se inclinó hacia el cuerpo de Hikari, se acercó a su oído, le susurró cosas por varios minutos, una lágrima se le escapó a Hikari, pero… solo una, entonces ella se alejó de su oído. –Espero estés satisfecho con la respuesta.

-Sí, gracias por responderme, aunque se supone que no debería saberlo aún, ¿Cierto? –Ella asintió.

-Te estoy consintiendo por no haberte rendido en esta… encrucijada, además… eres como mi hijo, y es normal que las madres consientan a sus hijos, ¿No? –Lo cargó en su espalda y creó un portal. –Hora de irnos… Te dije que te llevaría a ver a una directora… iremos allí y después te dejaré en casa, ¿Sí? –El asintió levemente.

-¡Kotori! –Diva entró corriendo al puente del Fraxinus, allí, ya se encontraban todas…

-¿Q-Qué pasa, Diva? Dime que tienes buenas noticias… -Diva negó.

-No son buenas… pero no son del todo malas… Encontré a Soruto… pero no hay rastro alguno de Fujiko, ninguno, el problema de la ubicación de Soruto, es que está cambiando a cada segundo, literalmente…

-Ya veo… entonces, hasta no tener la certeza de nada… no le diremos a Hikari que ellas han desaparecido… mantengamos la mentira de que están de viaje… -Todas en la sala asintieron.


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