Chapter 3: Capitulo 3.- superando la inferioridad
Sentados frente el mostrador de una cafetería cerrada, se encuentran el grupo de niños entre 4 a 10 años que son resguardados por 2 soldados y Manuel simplemente devora un plato de comida procesada para soldados, junto con un termo de café.
- ¿en serio te parece bueno? - pregunta el soldado mientras lo ve comer con ganas.
- no he comido en todo el día, con hambre todo es bueno - responde con la boca llena y la garganta atarugada de comida y golpeándose el pecho.
- por cierto, ¿cual es su nombre señor? - Manuel aprovecha para preguntarle su nombre al soldado quien le responde sin problemas.
- soy Aguilar, el capitán de este pelotón.
- Aguilar entonces, bien yo soy Manuel, es un placer.
Finalizada la presentación con un apretón de manos Manuel no pierde el tiempo para preguntar.
- entonces, señor Aguilar, porque ordenaron la evacuación.
- ¿que no vistes las noticias?.
- nop. - responde Manuel mientras se acaba el refresco de un trago.
- ni siquiera un poco.
- no veo mucho la televisión y las noticias me parecen aburridas. - responde mientras termina de comer. ( Manuel es un no digamos tan típico pero es un gamer y amante al anime).
- de acuerdo, por donde empiezo. - Aguilar retira su gorra y rasca su cabeza con una expresión de intriga.
- bien, veras hace un par de meses se detecto un fenómeno en el pacifico sur, dentro de este se generaban fuertes descargas electromagnéticas, un día de la nada las descargas acabaron y apareció una niebla extremadamente densa.
- ¿una niebla? Que no es común en el pacifico.
- eso también digo yo, pero la niebla continua expandiéndose y a donde quiera que llega se pierde toda comunicación.
- ... - Manuel guarda silencio a la espera de el final de la historia.
- ese fenómeno lo trataron de investigar enviando equipos de reconocimiento para explorar pero.
- no me digas, también perdieron comunicación con ellos.
- si, dado estos resultados se clasifico como riesgo desconocido, y cuando comenzó a llegar al continente se ordeno la evacuación inmediata de la población y hemos aquí, esperando a que terminen de reparar la turbina del avión para poder terminar la evacuación.
Manuel se preocupa un poco pero no le toma mucha importancia.
- ¡¡¡ capitán !!! - grita a lo lejos un soldado de color, Aguilar se levanta y responde al llamado.
- nos vemos después niño.
- una cosa mas, ¿que paso con los equipos de reconocimiento? - pregunta Manuel con la intriga de saber si es lo que el piensa o no, y por desgracia fueron confirmadas cuando Aguilar le respondió con seriedad. - jamas volvieron -
- ¿que sucede soldado?
- vera capitán la niebla...
Aguilar se acerca a el soldado que lo llamo preguntándole lo que sucede, a lo que el hombre le trata de decir es interrumpido por el cambio de ambiente. los civiles dentro de la zona comienzan a agitarse por lo que esta pasando.
- que carajos, se supone que no nos alcanzaría tan rápido, aun faltan 2 semanas - dice Aguilar en voz alta, tras darse cuenta de lo que ocurre. Él dirige su vista hacia lo que toda la multitud esta viendo y simplemente no puede entenderlo
Una extremadamente espesa niebla comienza a inundar todo el lugar como si fuera un tsunami que devora sin mas al avión junto con los mecánicos sobre el ala derecha, desapareciendo de la vista de todos sin dar tiempo alguno de reaccionar.
Ese espectáculo causa que todos en el lugar cambiaran su semblante y mostraran el miedo en sus rostros. Manuel observa atónito sin poder evitarlo, sus ojos y boca se encuentran abiertos y por su mente solo le llegan malos pensamientos.
- atención todos, estén alertas a cualquier actividad sospechosa - Aguilar de pie a su lado toma el radio y da aviso al resto de la unidad. Pero solo estática es lo que recibe a través de este.
- pelotón respondan- comenzando a preocuparse por ser verdad todo lo que le contaron Aguilar trata de pensar en una forma para comunicarse lo mas rápido posible con el pelotón.
- Soldado reúna a todo el pelotón en la entrada, nos veremos allí para mas información de la situación.
El soldado se retira a prisa, Aguilar sin esperar con una expresión seria se dirige hasta Manuel.
- oye niño, tengo que pedirte un favor.
- eh, si claro, cual es.
- necesito que te quedes a cargo de los niños.
- ¿eh? - los ojos como platos, boca en triangulo y tres puntos suspensivos.
- niños, quiero que obedezcan a todo lo que diga el Señor Doragon, de acuerdo
- ¿eh? Espera, espera... (Manuel aun no lo cree).
- si señor Aguilar - dicen todos los niños a la vez.
Aguilar se dirige hacia uno de sus soldados y le da nuevas ordenes.
- de acuerdo, raso, necesito que se forme un perímetro en todas las entradas.
- si capitán. - responde el soldado con un saludo para luego alejarse.
Mientras tanto, Manuel con cara de panfilo se queda de pie tratando de asimilar lo que acaba de pasar. Aguilar se marcha sin mas y le deja a su cargo un grupo de 20 niños.
- bueno cuento contigo niño - dice Aguilar mientras se retira.
"como si fuera tan facil" dice Manuel en su mente mientras observa a los niños que también le miran fijamente.
Medio cruzando los brazos mientras sostiene su barbilla, se pone a pensar " ¿como le hago con estos niños? ¿sera jugar? No, no sirvo para eso.
Los niños se quedan observando a Manuel, parece que dudaran de el, pero es obvio viniendo de que sus padres ya no están y solo pueden confiar en los soldados que los organizaron.
- buenooo... como verán el solda, no, el capitán Aguilar me a dejo a cargo así que... me podrían decir sus nombres.
Los niños se levantan de uno en uno y dicen sus nombres. De entre ellos hay una que destaca, una niña de cabello rojo rizado con ojos azul verdoso, a de tener entre unos 4 a 5 años. Vistiendo un hermoso vestido purpura con volantes blancos y una boina marrón. La niña levanta la mano y se queda allí parada.
- tu nombre niña - pregunta manuel con curiosidad.
- Naomi - responde ella con una tierna y delicada voz.
- bueno entonces, ya escuche sus nombres, se supone que debo estar a cargo de todos ustedes, no tengo ni idea de que hacer pero por el momento...
- ¿que te pasa dragón? Te dejaron de niñera - dice una muy conocida y molesta voz
"esa voz, Robinson" En la mente de Manuel se aparece su nombre, no es de extrañarse que sea el mismo pesado gordo quien aparece detrás suya, el gordo bravucón de piel oscura y su grupo de séquitos que siempre van detrás de su cola, no son mas que unos perros alborotadores que necesitan estar en grupo para poder sentirse grandes.
"esto se va a poner feo" dice Manuel en su mente, justo ahora esta frente a un grupo de niños que lo ven como una figura autoritaria a quien obedecer, pero llega el que siempre le humilla, quien no pensaría eso.
- esto si que es gracioso, un Dragón niñero - (dice mientras toma una foto) - quien lo diría, una gallina a cargo de un montón de pollitos.
Sin siquiera perder tiempo Robinson comienza a molestar.
- bueno el capitán Aguilar me dejo a cargo, parece que le preocupa la niebla - dice manuel con la voz un poco temblorosa.
- ¿huh?
Robinson extiende sus brazos a los lados y muestra una burlista expresión de que ridiculez.- la niebla, si si la niebla, como si fuera de peligro, solo es una niebla estúpido cobarde, miren todos el dragón se asusto esta asustado de una niebla, jajaja.
Todos se ríen mientras de Manuel, el estúpido de Robinson no es capas de notar el tenso ambiente.
- no, yo, yo no me asuste, yo solo.
Un bombardeo de insultos y burlas comienzan a salir del grupo, cosas como " Dragón mojado, Dragón cobarde, Dragón enano, Dragón gallina " son dichas por los seguidores de Robinson, que es completo ignorante de la situación actual y del peligro que representa, pero de igual manera es capaz de hacer que muchos se le unan a sus ideas, eso es tener carisma nivel 10 que a diferencia de el Manuel solo tendría nivel 3. a lo que el resto de jóvenes comenzó a unirse en las palabras ofensivas y burlistas, lagrimas comenzaron a brotar en sus ojos.
- miren va a llorar, el Dragón va llorar, no se supone que los Dragones no lloran, Dragón llorón.
Una y otra vez, esas palabras caen sobre Manuel que comienza a sumergirse en el profundo abismo del Bullyng, un espacio negro que ya conoce muy bien, pero que por mas que lo intenta no logra escapar por si solo, hasta que una pequeña mano toma la suya entibiando un poco su corazón y haciéndole reaccionar.
- ¿huh?
Manuel abre los ojos al sentir el calor en su mano, y por una razón desconocida, las palabras ya no le afectan, al mirar a su derecha esta la pequeña niña pelirroja de vestido purpura mirándole fijamente. Manuel cambia su rostro de apatía por uno mas animado e ignorando por completo a los perros ladrando dirige su mirada hacia los niños y les dice para ir a otro lado.
- oigan niños, porque mejor no vamos hasta la maquina expendedora, quizás podamos comer algunos dulces.
- si señor Doragon. dicen los niños contentos.
- oye no me ignores - Grita Robinson molesto al ver que sus burlas no funcionan.
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