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Chapter 478: Historia Paralela Nuevo Comienzo Capítulo 78: No lo dudo.

Una gran bestia saltó con su boca abierta para desgarrar a su enemigo y fue recibido con un poderoso puñetazo.

*BOOM*

Antón no tuvo ningún cambio de expresión cuando el Xenosmilus retrocedió decenas de metros por un puñetazo que destrozaría toda la zona y en vez de eso, corrió a su enemigo.

Su oponente era duro, resistente y feroz, un excelente enemigo.

Sintiendo una gran adrenalina corriendo por su cuerpo como si deseara desatarse, Antón recibió el zarpazo de su oponente y usando sus manos para sostener la pata de esa bestia, la levantó y lanzó a lo lejos.

A pesar de que su cuerpo también era duro, su brazo fue arañado cruelmente hasta el punto de que su carne fue visible.

"Maldito bastardo." Gruñó Antón viendo como su carne se regeneraba.

Su cuerpo no solo era grande, sino que era demasiado duro y por eso le dieron el título de 'Gigante de Acero', pero esa bestia lograba lastimarlo y cada vez que era herido, su cuerpo se regeneraba buscando adaptarse para fortalecerse.

Viendo como el Xenosmilus volaba por el cielo, chocando con decenas de árboles y aplastando a varias bestias que trataban de huir, Antón dio una expresión seria y realizó un salto.

Para una potencia como él, un solo salto lo hizo recorrer más de cientos de metros y en el lugar que había estado, un enorme tornado avanzó destrozando toda la tierra.

—Cuidado cariño, voy pasando. —Dijo Agatha, por medio de telepatía.

El gigantesco tornado estaba más cerca de llamarse un huracán y el espacio de batalla tuvo que volver a extenderse, debido a la destrucción.

Tan magnífico hechizo fue lanzado por su esposa que estaba volando por el aire con una sonrisa observando su tornado.

En el interior del tornado sin poder estabilizar su posición estaba la Señora de las Bestias, en su forma de bestia.

Allannia se había fusionado con su oso, Múller y ambos se habían transformado en una bestia osuna humanoide que estaba equipada con una poderosa armadura.

Generalmente para 'fusionarse' con su bestia se necesitaba no solo tener un vínculo fuerte, sino que era necesario preparar un ritual para formalizar la 'fusión', pero Allannia dejo ver que no era la primera vez que se transformaba… Usando la característica más notable de un domador de rango SS.

Volverse uno solo, significaba un aumento significativo de fuerza y si se le agregaba conocimiento y la conciencia fusionada de dos individuos, entonces podrían convertirse en un enemigo de temer.

Claro, al menos que se enfrentaran a un oponente aún más aterrador.

"¡PERRA!" Gruñendo con fuerza, ese oso humanoide agitó sus garras, creando profundos cortes que volaron en el aire para golpear a Agatha, pero ninguna la tocó.

Su esposa solo utilizó magia espacial para moverse a otro lugar.

Las personas decían que él era feroz y amaba luchar, pero para Antón su esposa era la que de verdad daba miedo.

"Demasiado simple." Dijo su esposa con una risa.

El gran oso cayó al suelo y cuando estuvo por saltar para atacar a esa maga que parecía divertirse al jugar, empezó a correr.

*BOOM*

Un enorme volcán explotó bajo los pies de esa mujer oso y creció liberando una gran cantidad de lava.

Era un enorme volcán que incluso Antón tuvo que esquivar debido a la lava que salpicaba y le fue complicado seguir su batalla en contra del Xenosmilus.

Un mago no podría continuar lanzando hechizos a gran escala tan seguido, esa era la idea general y para magos terrícolas e incluso terranovense, era cierto.

Sin embargo, su esposa era diferente.

*BOOM*

*BOOM*

*BOOM*

Convirtiendo el volcán en un gigantesco golem de fuego de más de diez metros que recordaba al 'Titán' del Rey de Arabia, esa gigantesca masa de tierra y fuego atacó a Allannia, quien volvió a contraatacar.

Incluso el Xenosmilus que estaba cerca avanzó cortando la pierna del gigantesco golem y permitiendo que Allannia saltara para desgarrar la cabeza.

Ese golem era una mezcla de magia de fuego y tierra, lo que hizo que golpearlo directamente causara daños y acercarse fuera difícil.

A pesar de que su enemigo se había distraído, Antón se mantuvo lejos, sabiendo que su esposa no terminaba.

Y tal como pensaba no lo hizo.

*BOOM*

"¡HAAAAAAA!"

Explotando ese gigantesco golem, desde el interior no vino fuego, sino que agua… Agua extremadamente caliente con magia que quemó a Allannia de forma directa e hizo que gritara de dolor.

En su forma de oso esa mujer era más grande de lo normal, pero a la vez su piel era mucho más resistente que incluso un luchador normal del mismo rango.

Y que fuera quemada, dejo ver lo aterrador que fue esa mezcla de hechizos.

Capaz de utilizar múltiples magias, su esposa era una experta en el tema y era alguien muy reconocida en el estudio de la magia.

A pesar de que era capaz de controlar la energía mágica, no significaba que podía estudiar todas las magias y no era por el tiempo, sino que para algunas se trataba de 'talento' y 'afinidad'.

No obstante, era aterradora con su manejo sobre los cuatro elementos y había algo más aterrador.

"¡Morirás!" Gritó Allannia saltando al cielo para golpear a Agatha que estaba más pálida.

Su esposa en vez de escapar, decidió utilizar varias barreras y cuando fue golpeada por las garras de esa mujer osuna, fue enviada a volar al suelo, creando un enorme cráter.

Antón se sintió extremadamente enfurecido al ver que el Xenosmilus iba a atacar a su esposa que estaba en el suelo y él se movió, para protegerla.

No le importaba si era necesario o no, simplemente no iba a dejar que su esposa fuera herida y se esforzara demasiado a pesar de que ya había exagerado.

La velocidad de su cuerpo no concordaba con su tamaño y utilizando el 'parpadeo' para acercarse, golpeó al Xenosmilus en su mandíbula, quebrando dos colmillos y haciendo que se retirara.

Por su parte Allannia en vez de ir a por su esposa, también parpadeó a su espalda y Antón sintió como su espalda era cortada, pero en vez de rugir de dolor o soltar un grito, se dio vuelta.

Esa criatura osuna media tres metros y se sorprendió al ver que él se giraba, tal vez pensando que su corte en la espalda lo había debilitado.

Fue lo contrario.

*BOOM*

Dándole un cabezazo, Antón controló su fuerza y realizó varios puñetazos con un estilo de luchador, que esa mujer ni siquiera pudo ver.

Mandíbula, ojos, mejillas, estómago y pecho, cuando la vio aturdida tratando de retirarse, él avanzó y tomándola del cabello, utilizó el pelo para tirarla a lo lejos.

Antón al ver a Allannia rodar por el suelo, respiró de forma pesada mientras sentía como su cuerpo crecía estimulado por la batalla.

No fue un crecimiento ligero, fue rápido y acelerado, pasando los tres metros en un instante y subiendo centímetro a centímetro cada segundo.

"Cariño, respira hondo." Dijo Agatha que parecía más pequeña que antes y dándole una sonrisa, añadió. "Solo recibí unos rasguños. Estaba queriendo emboscarla."

Su esposa era tan hermosa como siempre, pero ahora tenía algunas heridas ligeras por su rostro, que hizo que Antón se sintiera furioso con sus enemigos.

La razón era que su esposa estaba sangrando y la sangre no era roja, estaba siendo azul y como si fuera poco antes de que cayera al suelo, se esfumaba.

La habilidad innata de su esposa se llamaba [Cuerpo de Energía Mágica] y su nombre era literal.

Después de todo, ahora su sangre era energía mágica y estaba al nivel de que era capaz de esfumarse cuando salía de su cuerpo.

Agatha al sentir su mirada, respiró hondo y dio una sonrisa.

"¿Terminemos con esto?" Preguntó esa poderosa Archimago.

La razón por la cual era capaz de lanzar hechizos poderosos de forma seguida sin preocuparse por el gasto de energía mágica era bastante simple.

Al respirar, ella reunía la energía mágica del ambiente y de todos los alrededores, revitalizando su cuerpo hasta al máximo y llevándola a un estado perfecto de vuelta, permitiéndole volver a lanzar hechizos.

Ahora mismo estaba suprimiendo su ascenso, pero eventualmente cambiaria y ascendería.

El problema era que ahora su esposa al respirar revitalizaba su cuerpo con la energía mágica de los alrededores, pero habría un momento que muy pocos lugares en la tierra pudieran mantener su presencia.

A diferencia de él, cuyo cuerpo crecía con cada batalla, su esposa literalmente mantenía su cuerpo con energía mágica, sin necesidad de comer o alimentarse de otra forma y el problema era lo que sucedería cuando el ambiente natural de la tierra, no fuera suficiente para mantenerla.

"Sí, terminemos con esto." Respondió Antón controlando su crecimiento y deteniéndose en los tres metros y veinte centímetros.

Si terminaban rápido con esta batalla, simplemente no habría necesidad de esforzarse demasiado y podrían retrasar ese momento.

Aunque en el fondo, Antón pensaba que lo mejor sería retirarse.

******

En la zona sur del bosque mágico, cerca de la frontera de Sudáfrica había una enorme batalla.

Una enorme serpiente de más de treinta metros de longitud y siente metros de ancho, se movía a una enorme velocidad, huyendo de inmensas lanzas de oscuridad.

Tal magnífica serpiente de rango SS era aterradora, pero ahora su enemigo lo era aún más.

*Boom*

Las lanzas de oscuridad golpeaban con fuerza creando cráteres a su paso y antes de que esa serpiente pudiera huir, una tigresa se interpuso en su camino.

Pelaje negro, cinco metros de longitud y cuatro metros de alto, lo más curioso eran sus ojos que brillaban en una tonalidad púrpura.

"¡GRAA!"

Un solo rugido fue suficiente para crear un poderoso 'agujero negro', entre medio de ambos y tal ataque que sería considerado un hechizo, aquí fue aterrador.

La serpiente volvió a deslizarse para escapar, pero ese hechizo mágico arrancaba los árboles de raíz con su fuerza de atracción y desgarraba todo a su paso.

"¡Nosotros somos bestias! ¡Deberíamos actuar como tales!" Gruñó el Rinkhals lanzando bolas de veneno que explotaron y desestabilizaron el agujero negro y cuando todo se detuvo, anunció. "¡Deberías ser una depredadora!"

Una depredadora… El epítome de la naturaleza bestial en donde lo único que importaba era saciar los deseos.

Si preguntarán la razón por la cual estaba luchando los Rinkhals y por la cual causaron tantos problemas, no fue por deseos de convertirse en los gobernantes.

Era porque deseaba que todo volviera a como era antes.

Bestias matando otras bestias, arrasando a su paso, luchando y sobreviviendo… Siendo los depredadores que debían ser.

Sin embargo, ahí estaba una tigresa de pelaje negro que, en vez de convertirse en una depredadora, se convirtió en algo muy diferente y con ello, el bosque fue diferente.

Era cierto que comía carne, pero no tocaba a bestias mágicas inteligentes y cuidaba de forma extrema a las crías… Que ni siquiera eran de ellas.

"¡Somos depredadores!"

Soltando un grito enfurecido la serpiente se deslizó a la felina con una gran velocidad y esa felina en vez de huir, también empezó a correr.

A su espalda una enorme serpiente negra fue creada por su magia de oscuridad y en vez de ser ella quien chocara con esa gran serpiente, hizo que su serpiente mágica atacara.

Ambas serpientes se golpearon, mordiendo y el Rinkhals liberó su ácido para quemar a la falsa serpiente que lo atacaba, pero se había olvidado de su otro oponente.

"SSsss…"

Un siseo extremadamente agudo salió del Rinkhals cuando la felina desgarró gran parte de las escamas.

Enfurecido al sentir el dolor, el Rinkhals levantó su cabeza y escupió una nube púrpura, logrando que la felina retrocediera.

Salto tras salto de sombras huyó a más de doscientos metros y observó como el bosque era corroído por la nube púrpura.

"¡Has traicionado tu naturaleza!" Rugió el Rinkhals balanceando su cola enfurecida.

En vez de ser la depredadora que debía ser, cambio y se convirtió en algo más… Un pilar para su gente y nadie la contradijo.

Gran parte de su propia raza se rindió ante su fuerza, pero hubo otros que confiaron en ella.

Los homotherium que eran conocidos por ir en grupo, los gorilas atronadores, los goliathus que le gustaba vivir en la tierra, los leones alados, las solitarias águilas de fuego y la lista de tribus podían continuar.

¡La depredadora más fuerte debería haber devorado a sus enemigos para fortalecerse! En vez de eso, simplemente saltó matando aquellos que atacaban a otras tribus, cuidando a las crías de otros y defendiendo a gente que no era suya.

Se ganó el respeto de los Goliathus, la lealtad de los leones alados, la admiración de los Homotherium, la amistad de las águilas de fuego y fue igual con las otras razas.

¿Debería ser una depredadora?

No.

Había decenas de razones, pero, aunque le molestara, entendía que la unión era la fuerza.

Amnestria había deseado no meterse con nadie y vivir en el bosque, sin dominar, sin gobernar y dejando que todo siguiera su propio rumbo, pero esa serpiente la traiciono.

Trajo sucios cazadores y se alió con bestias que solo buscaban asesinar a otros.

Pensó que todo terminaría si las tribus cooperaban bajo ese gran árbol, pero estaba confundida.

Los enemigos siempre vendrían y siempre estarían presente.

Era por eso que debía avanzar, justo como 'ella' lo dijo… Hay que avanzar, aunque sea lento.

"¡GRAAAAA!"

Ante esa idea de avanzar, la pantera negra más fuerte del bosque mágico y aquella que era respetada por decenas de tribus, avanzó.

Su cuerpo cambió y creció pasando de sus cinco metros de longitud a más de diez y superando los ocho metros de alto.

"¡Eres una depredadora!" Gritó el Rinkhals temblando de miedo ante el aura que emanaba esa tigresa.

Pasando de rango SS, explotó hasta alcanzar el rango que muy pocas bestias y humanos había alcanzado.

Convirtiéndose en una calamidad y Amnestria al escuchar ese grito que daba la impresión de sumisión, observó a la serpiente.

Los Rinkhals la siguieron en su momento por ser una depredadora y ser quien estaba en la cima de todos, pero al darse cuenta de que estaba actuando diferente, la traicionaron.

Pero ellos no eran los únicos que ponían su presión sobre ella.

Los homotherium la llamaban 'gobernante', las águilas de fuego 'protectora', los goliathus el 'escudo del bosque' y los leones alados, la 'Reina del Bosque'.

Esa jovencita, que según le había contado era extremadamente joven entre los humanos, tenía razón.

Había que avanzar, aunque fuera lento, pero sobre todo había que luchar, para proteger aquello que le importaba.

Y aunque fuera molesto estar en la cima de todo… Sentía, que valdría la pena morir por lo que creía.

Comenzó esa guerra para derrotar a los Rinkhals por palabras de una joven que la protegió a ella y a 'sus crías' y ahora estaba aceptando los roles que los otros le dieron, por esas mismas palabras.

"Yo… Soy la Reina del Bosque, la Gobernante de las Bestias, la Protectora de la Naturaleza y el Escudo del Bosque." Anunció Amnestria con un rugido feroz.

La naturaleza tembló ante su declaración y su rugido se extendió decenas de kilómetros logrando que incluso los combates a la distancia se detuvieran.

"¡Y la Depredadora definitiva!" Rugió Amnestria creando una enorme esfera negra que absorbía la luz en su boca y lanzándola a esa serpiente.

El Rinkhals al ver su ataque, disparó su veneno, pero al final no huyó y fue absorbido por la esfera negra que había crecido de tamaño.

Absorbiendo la luz, desgarrando la realidad y destruyendo más de tres kilómetros alrededor, un enorme cráter fue lo único que quedo.

******

Aplausos sonaron en lo alto del cielo y Melorrill con ojos brillantes de un feroz depredador, observó detenidamente.

Sus ojos podían ver mucho más de lo que un simple humano o elfa podía… Lo que un simple mortal era capaz.

"Este mundo tiene potencial." Declaró Melorrill aplaudiendo, gratamente sorprendida.

La voluntad de esa tigresa hizo temblar a la naturaleza en sí misma... Una calamidad con potencial para ser algo más.

"Verdaderamente brillante."

Aplauso tras aplauso, Xezor que era el único que estaba a su lado, solo le dio una mirada y un suspiro.

El resultado fue como Agatha lo había deseado, pero de cierta forma fue mejor de lo que Melorrill había pensado.

"No logro entender tu sorpresa." Señaló Xezor con seriedad.

Era un no-muerto que había vivido durante más de dos mil años, pero seguía siendo un niño ante los ojos de Melorrill.

"Entonces no ves el potencial de la tierra." Dijo Melorrill y agitando su cabeza, añadió. "Es una lástima que fue Aión quien tomara el papel de cuidar la tierra, si fuera Su Majestad… Es una verdadera pena."

Los dioses de la tierra pidieron ayuda al Dios Primordial del Tiempo y el Espacio y esa entidad los ayudó, encargándose de la tierra.

Informó de los jugadores que llegarían a Terra nova y sobre sus cualidades, tan solo para luego en este mundo crear una máquina que conectara ambos universos.

Tenía un plan, un objetivo y posiblemente ya lo hubiera cumplido.

La 'Majestad' de la que hablaba no era ese emperador del gran imperio que tenía una linda princesa, era la entidad que estaba detrás del hombre que fue capaz de invocarla y atarla a ella.

"Este mundo… No, este universo como los terrícolas lo llaman, es gigantesco. ¿Cuántos mundos hay allá fuera? ¿Miles, cientos de miles o millones? ¿Cuántas razas existirán?" Dudó Melorrill y con una sonrisa, murmuró. "Sería interesante explorar… Y ver que han logrado."

Los humanos creían que estaban solos, pero para Melorrill solo era una gran broma.

Era imposible que solo existiera los humanos y solo la tierra fuera habitada.

Las razas siempre nacerían y si no era por magia, lo harían de una manera evolutiva como los mismos terrícolas… Después de todo, aunque los terrícolas no desearan verlo, cada raza fue creada por primordiales y el nacimiento de 'vida' era inevitable.

El Dios del Tiempo y el Espacio estaba a cargo de este mundo y los tontos terrícolas ni siquiera sabían lo que significaba tener la protección de un primordial.

"Por favor, no me compliques más mi trabajo." Pidió Xezor con un suspiro.

"Bah, ¿cómo no puedes estar interesado? Un no-muerto puede sobrevivir en el espacio, lo he probado." Señaló Melorrill y al ver la mandíbula temblorosa de ese esqueleto, añadió. "Bien. No haré nada."

Junto a esas palabras ella dio una mirada al ver como las bestias y los Rinkhals empezaban a huir hacia el sur.

Era posible que crearan una ola al huir de la nueva Reina del Bosque y eso sería muy problemático para la nación que estaba en el sur.

"Hay que controlar los daños." Murmuró Melorrill moviéndose espacialmente.

Había sido enviada a este mundo como apoyo del Imperio Falion y aunque ayudar no era su preferencia, trabajo era trabajo.

Al distorsionar el espacio, ella llegó a un desierto que daba justo al frente del bosque y al ver miles de serpientes y otras bestias huir, pudo observar un gran hipopótamo de rango SS.

¿Esa era la segunda ayuda del Rinkhals? Estaba extremadamente herido y por el cielo estaba siendo cazada por una masiva ave.

Melorrill se quitó el hechizo de ocultación y cuando fue vista por todas las bestias, dio una gran sonrisa.

"¡Soy aliada enviada por la Protectora de Zerzura!" Gritó Melorrill en voz alta y con una gran sonrisa, respiró hondo.

Según lo que había escuchado la 'Protectora de Zerzura' tenía más fuerza dentro del bosque mágico que el propio título de Agatha.

La gran ave que estaba en el cielo al escucharla no atacó, pero voló en el cielo vigilante en caso de que dejara escapar a su enemigo.

Pensando que eran cautelosos, Melorrill vio al masivo hipopótamo cargar hacia ella, abriendo su enorme boca capaz de tragarse a decenas de humanos de un bocado y…

"GRahhh…"

Melorrill soltó un aliento de fuego rojo dentro de la boca de esa bestia, que rugió y fue devorado por el fuego a una velocidad aterradora.

Extremadamente herido, atacado por un fuego que superaba la misma magia, el 'aliento elfico' fue aterrador y tras unos segundos, esa gran bestia murió, dejando un cadáver carbonizado.

Melorrill al oler el olor a carne se elevó y siguió lanzando su aliento de fuego quemando todas las bestias que trataban de huir, sin ni siquiera dejar cadáveres o cenizas.

Aunque ya había pasado su fase de 'piromanía', ella no pudo negar que su aliento, aunque fue lanzado desde un cuerpo elfico, fue muy bueno.

Tras terminar a sus objetivos y quemarlos a todos, Melorrill asintió para sí mismo.

Su verdadera forma hubiera quemado el bosque y su sola presencia hubiera cambiado el terreno, pero esto fue suficiente.

"Volvamos." Señaló Melorrill saludando a la Reina del Bosque que se había elevado al cielo y la observaba.

La forma que gruñía dejo ver que estaba siendo extremadamente cautelosa con ella y estuvo claro que instintivamente sintió el terror que este falso cuerpo elfico ocultaba.

"Agatha manda saludo. ¡Dice que pronto te vendrá a ayudar para enseñarte sobre cambiar tu tamaño!" Avisó Melorrill y al ver que la otra parte se relajaba, desapareció con magia espacial junto a Xezor.

Avanzando cientos de kilómetros al noroeste del bosque mágico, en donde estaba el destino de su hechizo, en medio de su viaje espacial se encontró una barrera espacial y tras un momento, le permitieron entrar.

*BOOM*

Lo primero que vio fue un 'dominio elemental' desatado... Los elementos más básicos que conformaban este mundo estaban completamente descontrolados.

La tierra se dividía, los tornados arrasaban, maremotos aparecían de la nada y el fuego quemaba todo a su paso.

La persona que había liberado su 'dominio' estaba en el centro de todo eso, buscando golpear a una mujer oso que ya había perdido una pierna, y tenía una gruesa herida en su estómago.

Algunos podrían creer que esa mujer oso estaba resistiendo a un cuádruple dominio elemental, pero si uno miraba de cerca había magia de curación que la ayudaba a resistir… Venía de la misma persona que estaba demostrando su magnífico control de los cuatro elementos.

Agatha no había mentido cuando dijo que la haría sufrir.

*BOOM*

En la otra esquina estaba un gigantesco hombre de tres metros luchando con una masiva bestia, cuya pata estaba quebrada.

El Gigante de Acero golpeaba a esa bestia, esquivando los ataques y sus golpes solo podían definirse como aterradores.

Un solo golpe creaba un agujero en la carne de la bestia, desgarrando músculos y quebrando huesos.

Lentamente esa bestia fue debilitada y el Xenosmilus sin querer rendirse, trató de lanzarse al Gigante de Acero para desgarrarlo con su boca.

"¡GRAAA!"

Antón con sus brazos sostuvo ambos lados de la mandíbula de esa bestia y rugiendo la partió por completo.

Al ver esa bestia tratar de retroceder, él arrancó un colmillo de la raíz y saltó para clavarlo en el ojo de esa bestia, tan solo para finalizar con un puñetazo a la base del colmillo, enterrándolo profundamente.

Y al mismo momento…

Una luz de plata iluminó el cielo nocturno, dando la impresión de que se había vuelto de día.

"HAAAaa…"

Esa luz se condensó en un punto y cayó sobre la Gran Señora de las Bestias, quemando su cuerpo lenta y cruelmente, logrando que gritara de la forma más desesperada posible.

Un grito de dolor extremo dado por una tortura cruel, creado por una poderosa mujer.

La fusión de esa domadora de bestias no pudo más y ambos cuerpos se dividieron, pero entonces tanto la mujer como el oso empezaron a ser quemados, hasta que la mujer tuvo su piel extremadamente carbonizada y no se movió más.

El oso respiraba lentamente resistiendo el daño, pero estuvo claro que iba a morir y antes de que lo hiciera, una luz curativa cubrió al oso.

"¿Querido porque mataste a ese Xenosmilus?" Preguntó Agatha y curando al oso, señaló. "Podríamos haberlo usado. Si lo esclavizamos, tendremos otro rango SS."

Antón que se estaba acercando a su esposa se detuvo y dio una mirada hacia su enemigo, tan solo para volver a mirar a su esposa y suspirar.

"No lo había pensado y me dejé llevar." Respondió el Gigante de Acero con una media sonrisa.

Agatha le hizo una señal como si no importara y luego dio una mirada a su dirección.

¿Cómo podría no entender esa mirada?

"¿Xezor no eres un gran nigromante?" Preguntó Melorrill y al recibir la mirada de ese no-muerto, especificó. "Vinimos de visita, pero no trajiste ningún regalo de saludo. ¿Dónde está tu etiqueta?"

Ese gran nigromante dio un suspiro y avanzando al Xenosmilus, agitó la mano atrapando el alma de la bestia y tras curar las heridas, empezó su trabajo para levantar a un no-muerto.

Melorrill se rio y se acercó a Agatha.

"Vi a un hipopótamo del mismo rango. No pensé que coleccionabas mascotas." Dijo Melorrill y con una sonrisa de disculpa, agregó. "Si lo hubiera sabido, te lo hubiera traído."

Había visto a través de esa maga y estuvo claro que deseaba esclavizar al oso y revivir al Xenosmilus, para usarlos como su propia fuerza.

¿Qué ganaban si lo asesinaban? A diferencia de Terra nova, aquí ellos no obtenían 'experiencia' por matar y no necesariamente ascendían al asesinar.

En vez de desperdiciar una bestia de rango SS, lo mejor era tomarlo bajo su control y usarlos cuando lo necesitaran.

"No hay problema. No me gusta robarles el botín a otros." Respondió Agatha y al sentir que otra magia de curación golpeaba el oso, comentó. "Zerzura necesita una mascota. Aunque me gustaría dejarla como una carta secreta. No creo que pueda ayudar a mis hijas por siempre."

La expresión de Antón se volvió seria al escuchar esas palabras, pero Melorrill dio una sonrisa.

Ante sus ojos, esa gran Archimago estaba reuniendo de forma natural toda la energía mágica de los alrededores y su cuerpo estaba cambiando de forma extrema.

Era posible que pronto dejara de ser una 'humana', después de todo si solo quedaba la 'carcasa' y todo lo de adentro, era energía mágica, era imposible seguir siendo 'humano'.

Al igual que ella cuya carcaza era la de un elfo, que ocultaba su verdadera forma.

Poseedora de una habilidad innata tan extraordinaria y a la vez aterradora, era natural que se volviera fuerte, pero este mundo era demasiado débil para ella.

Al menos que la barrera dimensional se debilitara de forma extrema para dejar que la energía mágica entrara en grandes cantidades, era posible que muy pocos lugares reunieran la energía mágica que esa mujer necesitaba para vivir cómodamente.

"Entonces deberíamos pensar en nuestro retiro, querida." Dijo Antón, dándole palmaditas a esa mujer.

Un hombre adulto y una niña… Esa era la única forma que Melorrill pudo ver a ambos debido a la diferencia de tamaño y ante esa idea, recordó a una pareja que era parecida y sonrió.

"Al parecer están llegando nuestras hijas." Murmuró Agatha y dando un suspiro, pidió. "¿Melorrill puedes ayudarme con ellos?"

Estaba señalando al oso Múller y a Xezor que estaba arreglando el cadáver para su futuro no-muerto.

"Claro, también me encargaré de atarlos correctamente." Respondió Melorrill moviendo a ambas bestias espacialmente y ocultándola a la vista con magia de ilusión.

También se ocultó ella y su compañero y mientras veía al oso respirar de forma pesada, observó como el espacio sellado empezaba a liberarse.

La destrucción era enorme, había enormes cráteres, agua, fuego, lava e incluso masivos agujeros, pero todo eso volvió a su forma original ante el poder de una deidad.

Al ver que los cadáveres eran los únicos que quedaban, Melorrill los ocultó junto al cadáver de Allannia y entonces vio como el espacio se retorcía, ante la presencia de dos personas que tenían un artefacto.

Dos jovencitas de ojos y cabello de color negro, una tenía su mano en la espada enfundada en su cadera y la otra, una bolsa de papitas.

"¡Madre!"

Al ver que todo estaba en orden, la joven dejo la espada y saltó al abrazo de su madre mientras que la otra la siguió y también dio un abrazo.

"Ya terminamos esto, fue más fácil de lo que habíamos esperado." Dijo Agatha con una sonrisa.

¿Estaba tratando de que sus hijas no se preocuparan o de verdad fue de esa forma? Para Melorrill fue difícil leer las emociones de esa maga humana.

"¿Es así?" Preguntó Aurora al ver que desde el brazo había una herida que dejaba salir sangre azul.

Antón tenía una recuperación extrema y se había curado, pero Agatha se había centrado en curar al oso para que no muriera y se olvidó de curarse a sí misma.

"Sí. Estoy bien." Respondió Agatha y al respirar hondo, su cuerpo se recuperó por completo y sus heridas se cerraron, entonces dio una sonrisa a sus dos hijas y comentó. "¿Ven? Estoy completamente bien."

Estaba dando una sonrisa para calmar a su hija, quien a su vez dio una expresión mixta, en la cual Melorrill notó arrepentimiento.

Sabía sobre su madre y entendía la complejidad de pedirle ayuda podría provocar ciertos cambios irreversibles, pero a la vez no se daba cuenta de que era inevitable.

Algunas cosas cambiaban.

"Luego nos ponemos al día. Todavía tengo que visitar al General antes de ir a descansar." Avisó Agatha y abrazando a sus dos hijas, comentó. "Una vez que acabe, podemos dejarle a los demás el trabajo y mañana podemos tener una comida familiar."

Melorrill al ver a las tres mujeres abrazarse, dio una sonrisa y pensó en terminar la ayuda que había ofrecido.

******

El sol estaba saliendo por el horizonte y el campamento del General estaba en festejo tras haber atravesado la línea de defensa de la Señora de las Bestias.

Algunos estaban desconcertados de la razón por la cual no fueron a la ciudad Porto Novo para tomarla, pero al final no importaba.

El ejército de sus enemigos fue derrotado y si bien no sabían la razón por la cual la Señora de las Bestias no había aparecido, no le temían cuando tenían a un rango SS liderándolos.

Tal vez era un militar estricto y solemne, que priorizaba la disciplina militar, sobre todo, pero al final era uno de los pocos Grandes Señores de la Guerra que mantenían estabilidad en esta zona.

No era muy bueno en temas económicos, pero su modo militar de dirigir a su gente, significo que castigaba a aquellos que incumplían sus normas.

No era el mejor, pero comparado a la Señora de las Bestias que alimentaba a su bestia osuna con humanos, era sin duda mucho mejor.

Y a pesar de que los soldados no sabían la razón por la cual prácticamente el ejército de Allannia estaba debilitada cuando rompieron las filas enemigas, no importaba si la paz regresaba.

Sin embargo, había varios altos mandos preocupados y Andrea era uno de ellos.

Era una de las más confiadas allegadas del General y a pesar de que se rumoreaba que era una de sus amantes, nadie podía negar su capacidad.

Ahora esa mujer estaba caminando por el campamento, tras revisar por su cuenta la ciudad Porto Novo.

Cada cuartel militar fue destrozado, los milicianos fueron capturados, gremios fueron erradicados en una noche y ahora los paladines estaban anunciando la llegada de la Iglesia del Tiempo y el Espacio.

Anunciando la llegada de Zerzura, diciendo que terminaría con esta guerra y que acabaría con los maleantes.

"Mierda…" Murmuró Andrea sin ocultar su miedo.

Su amante había ordenado esperar en vez de intentar quitarle de las manos la ciudad a las fuerzas aliadas de Zerzura y el problema era que algunos rumores se esparcieron.

La Señora de las Bestias iba a ser derrotada y el siguiente era el Gran Señor de la Guerra el General.

¿Eso sucedería? La fuerza del General era alta como un lancero de rango SS con un aura única, pero a la vez no era suficiente fuerte como para derrotar a la iglesia.

La guerra no comenzó con la ambición de ese hombre, ellos fueron atacados por la Señora de las Bestias que deseaba extender su dominio hasta el bosque mágico.

El General se interpuso en su camino y la guerra inicio… ¿La Iglesia del Tiempo y el Espacio creerían en esas palabras?

"Espero que Zerzura apoye." Murmuró Andrea dando un suspiro que llevaba su cansancio.

La Iglesia del Tiempo y el Espacio venía directamente de la guerra europea-demoniaca y si traían sus fuerzas completas, este ejército de milicianos terminaría siendo eliminado.

Con el poder de un dios a su espalda, era imposible enfrentar a una gran iglesia.

En este punto esperaba que Zerzura al menos diera unas buenas palabras a su favor.

Tal vez no lo había ayudado, pero el General había dejado que ellos llevaran a cabo actividades en Zinder y permitió que los grupos refugiados fueran llevados a Zerzura.

Al igual que aceptó el reclutamiento y si bien significo menos soldados, todo fue permitido por el General.

Caminando a la carpa principal, Andrea dio un vistazo a la carpa principal y luego dio una mirada a los soldados que impedían el paso de otros rangos S.

Algunos de ellos tal vez estaban instando al General que buscara el apoyo de Raiden y el otro rango SS que estaban más al oeste o incluso que aprovechara la oportunidad para formar una alianza y detener la ambición de Zerzura y la intervención de la iglesia.

Esos idiotas buscaban alguien fuerte para cumplir sus propias ambiciones.

Andrea dio un suspiro al ver a algunas mujeres guapas y se lamentó que la esposa del General no estuviera aquí, pero más lamentaba haber aceptado, la tarea que esa misma persona le dio.

Después de todo, cuidar a la persona que ambos amaban de otras mujeres, no era una tarea fácil.

"No sabía que los harems eran estrictos." Murmuró Andrea con un suspiro.

Era imposible no enamorarse de un hombre que se levantó de las ruinas y trajo calma a un continente arruinado.

Tal vez no había cambiado el continente y quizás cometía errores y no era el mejor para gobernar, pero él seguía siendo una figura respetable y para ella seguía siendo una persona a la cual admirar y con la cual estaba feliz de estar.

Dudando de si entrar a la carpa para hablar con su amado o mantener guardia, pudo sentir que había un brillo mayor en el cielo.

Una luz plateada… Tan hermosa y a la vez tan aterradora.

Andrea se dio vuelta y se puso pálida al reconocer a la Luz de Plata y al Gigante de Acero que estaban descendiendo del cielo.

Ambos estaban en perfecto estado, pero la sensación que emanaban era la de una persona que acababa de salir batalla… Y que eran capaz de iniciar otra.

"Perdón por la visita inesperada. ¿Está el General McLean o está aliándose con otros Grandes Señores de la Guerra para enfrentarnos?" Preguntó la Luz de Plata con una sonrisa.

Los rangos S se pusieron pálidos y Andrea viendo que algunos se retiraban asustados, dio un paso adelante junto a otros soldados leales.

"Oh, ¿morirán por su general? Siento que esa es la impresión que están dando." Dijo la Luz de Plata con una sonrisa burlona.

La mirada indiferente que le daba dejo ver que, ante sus ojos, ellos no eran nada y la impresión que su grupo dio, hizo que el Gigante de Acero empezara a tensar sus músculos como si estuviera listo para luchar.

Era posible que un solo puñetazo de ese hombre destruyera a gran parte del campamento, pero…

"Relájense. Mi esposa y yo, no venimos a eliminar a nadie. Hemos escuchado sobre el General Adem McLean y nos gustaría hablar con él." Informó el Gigante de Acero respirando hondo para calmar su cuerpo y dirigiendo la mirada a la carpa, anunció. "Tal vez nuestros caminos estén más cerca de lo que puede parecer."

Ante sus palabras desde la carpa, un hombre de piel oscura salió con una expresión seria en su rostro.

Andrea al ver la expresión de su amado, se dio cuenta de la razón por la cual se había encerrado y no había aceptado la visita de nadie.

Había estado esperando a estos visitantes y ahora estaba saliendo para recibirlos.

"Esperaba a las Protectoras de Zerzura." Confesó el General McLean con seriedad y dando una mirada al ejército, ordenó. "Vuelvan a sus puestos."

Su orden tan seria y estricta hizo que todos obedecieran de inmediato y Andrea se quedó en este lugar, recibiendo la mirada de su amado para que lo acompañara.

En unos segundos el lugar quedo vacío y una barrera fue creada por la Luz de Plata.

"Nuestras hijas están ocupadas." Respondió Antón y dando la mano en un saludo, tras ser aceptado, dio una sonrisa y declaró. "Pero si nuestra charla termina bien, estoy seguro de que pronto se conocerán y ambos se darán cuenta de que sus ambiciones son similares."

"No lo dudo." Respondió el General McLean con calma y mirando a ambos, añadió. "Vamos."

Su tono y expresión dejo en claro que tenía una idea de que se iba a tratar la conversación y a la vez, dejo ver bastante predisposición para lo que fuera a suceder.

Andrea al darse cuenta de ello, dio un suspiro.

Sin duda África conmocionaría al mundo.


CREATORS' THOUGHTS
Evil_Warlord Evil_Warlord

Fin de esta sección de cinco… Hemos terminado una parte importante del pasado. Falta bastante por venir, lo admito, pero al menos le di a esta parte, el fin que deseaba. Y si, el Gran Señor de la Guerra el General, era el mismo General Mclean. Falta conectar a otros personajes como Akira y Urfin, que son los principales, pero espero lograrlo antes de finalizar el volumen, aunque lo dudo. Aunque si la historia principal termina, publicaré hasta terminar el pasado tal como lo deseo, están avisados. En fin, como siempre gracias por leer y no se olviden de unirse a discord: discord.gg/WG8FX75

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