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Chapter 518: Era mejor de esta forma.

Viendo las noticias con una expresión aburrida y una bolsa de papitas, Alice devoró unas cuantas papitas al escuchar sobre el octavo y el noveno portal.

La Iglesia del Orden tenía demasiadas cosas para encargarse como para intentar llevarla juicio a ella por sus acciones y la aparición de la Cardenal Brousseau ayudó.

Sin embargo, Alice no pensó demasiado en las consecuencias y al darse cuenta de ello, dio un suspiro.

Había varios factores que la motivaban a actuar cada vez más libre y el mayor de ellos, resultaba ser ella misma.

Específicamente sus cambios.

Mirando su propia mano, Alice al agitarla de bajo de su manga salieron pequeñas agujas negras que eran conformados por su oscuridad.

La masa negra que ella llamaba 'oscuridad' estaba en el interior de su sombra que era un espacio independiente, que a su vez se podía conectar a las sombras de otras personas y a lugares oscuros.

Por eso podía manipular su oscuridad desde su espalda o desde las mangas, pero ese cambio era superficial.

Utilizando una aguja, pinchó su dedo y la sangre negra empezó a gotear… No, no era sangre, era su oscuridad que estaba saliendo desde su interior.

Ya había dejado de 'sangrar'.

Ante esa realización las dudas vinieron de forma seguida, preguntándose si su carne, sus huesos, sus órganos estaban cambiando e incluso como su cuerpo podía mantenerse de esta forma.

Preguntándose si todavía se podía considerar humana… Preguntas que en el fondo sabía la respuesta.

"¿Alice cuál pendiente es mejor? ¿El pequeño o el grande?" Preguntó Aurora mientras salía de su habitación.

Seguían utilizando el departamento al lado de Serafín, quien estaba encargándose de su concierto acompañada de Cithrel y ahora su hermana, estaba vistiéndose.

No necesito preguntarse cuál era la razón por la cual estaba pensando sobre sus cambios y esa 'razón' estaba mostrando dos pendientes.

Llevando un vestido simple de un color celeste, ahora mostraba un pendiente pequeño celeste y un pendiente gran tamaño de color rojo, que lograba relucir.

"El más grande, te verás más linda." Respondió Alice dando la mirada más tranquila que pudo hacer.

Su hermana estaba por ir a una cita con Kairos y lo hizo abiertamente al frente de ella e incluso le estaba pidiendo consejos.

Lo que hizo que Alice se preguntara sobre su vida, su estado y su propio futuro al darse cuenta de que su hermana estaba avanzando.

Sabía que eventualmente este momento llegaría, en donde vería a su hermana por si sola crecer, tener novio y eventualmente tener una familia por su cuenta.

"Alice voy a una cita, no me van a secuestrar y alejar de ti." Interrumpió Aurora y al ver que ella le daba una mirada sorprendida, dio un suspiro y explicó. "Veo tus emociones en tu rostro."

¿Tan evidente era? Alice no podía negar que ver a su hermana por su cuenta, tratando de avanzar, le costaba.

No se trataba que saliera con ese individuo que no le agradaba, era el sentido de soledad que venía de la idea de que eventualmente volvería a estar sola.

El mismo miedo que pensar que su hermana podría haber acabado muerta por el tirador y no importa cuánta confianza tuviera para protegerla, el miedo era inevitable.

Y aun así…

"No pensé que crecerías tan rápido." Murmuró Alice de forma honesta y dando una sonrisa, declaró. "Estoy feliz de verte tan alegre preparándote en tu cita."

Su hermana pequeña estaba saliendo y teniendo una cita de forma tan abierta que era sorprendente.

Por, sobre todo, en cada momento estaba mostrando una sonrisa y era imposible no estar feliz por ella.

Su hermana le dio una media sonrisa y al acercarse, la miró detenidamente.

"Más que una cita, esto será un ataque unilateral." Respondió Aurora y sin explicar, le dirigió una mirada y preguntó. "¿Sucede algo?"

Su pregunta llevaba seriedad, pero era su mirada la que le instaba a decir si algo le estaba ocurriendo.

Esa misma mirada daba confianza para hablar, instándole a confiar en ella, como si pensara que su estado de ánimo fuera algo ominoso.

"¿Qué pasa si me convierto en un monstruo?" Preguntó Alice de forma honesta y mirando a su hermana, contuvo lo que deseaba decir.

¿Qué pasaba si ya había dejado de ser humana?

"Nada. ¿Qué va a pasar?" Cuestionó Aurora como si fuera obvio y viéndola, se puso los aretes y reveló. "Alice, mi familia no es normal. Mi hermano resultó ser un genocida, yo soy una asesina, madres es… Bueno, madre. Luego estas tú, que eres una glotona. El único normal es padre… No, alguien que esté con esta familia no es normal."

No estaba bromeando… Esa idea hizo que la expresión de Alice temblara de forma ligera.

¿Veía a su familia de esa forma?

Consideraba a su 'hermano' como parte de la familia anormal, aunque no estuvo presente y se miraba a sí misma como una asesina mientras que a ella como una glotona.

Su madre era su madre y esa mujer tenía un estilo único en su forma de ser.

Siendo su padre la persona más normal de todos, pero esa normalidad resultaba ser extraña cuando uno pensaba que las aceptaba a cada una de ellas.

"Supongo que es así." Murmuró Alice con una media sonrisa.

Sus dudas fueron aplacadas en tan solo un instante con unas solas palabras de su hermana.

La confianza y la seguridad con la cual siempre respondía Aurora era algo que resultaba ser muy eficaz cuando deseaba decir algo.

"Creo que te he estado retrasando demasiado. Es mejor que te vayas preparando para tu cita." Dijo Alice y al ver que su hermana la seguía mirando un poco preocupada, dio una sonrisa y aseguró. "Puedes divertirte, estoy bien."

No estaba mintiendo, a veces tenía pequeños momentos en donde se preguntaba algunos temas y en el que necesitaba cierta confirmación, pero por lo demás estaba bien.

Justo como ahora, que solo estaba alegre tras haber escuchado a su hermana.

Su hermana le dio una mirada y luego simplemente asintió.

"Si eso es lo que dices, te creeré." Respondió Aurora con cierta calma.

Esa preocupación que mostraba por una simple reacción fue algo que siempre le agrado a Alice, pero ahora dándose cuenta de que su cita era importante, dio una sonrisa.

"Es mejor que te vayas preparando. Si quieres te ayudare." Dijo Alice con bastante ánimo.

No le agradaba ese individuo con el cual iba a tener una cita, pero si su hermana se quería ver bien, la ayudaría.

Y por la mirada, estuvo claro que lo necesitaba.

******

El sol estaba iluminando los alrededores del balcón de un restaurante.

Era un restaurante que se encontraba en el último piso y que, hacia cenas abiertas, teniendo de vista la ciudad.

Si bien era mediodía y debería estar lleno, en este momento se encontraba dos personas charlando entre ellos.

La vista de la ciudad, la música ligera sonando y una excelente comida acompañada de una buena bebida, hizo que la atmosfera fuera agradable.

El joven le costaba desviar la mirada de su acompañante y la jovencita de la otra parte, estaba sonriendo de forma coqueta.

Llevaba un ligero toque de maquillaje y lo que resaltaba era el labial, que provoco que, con cada sonrisa, el joven se quedara atontado.

A pesar de que el almuerzo había terminado y la cita llevaba varias horas, igualmente seguía quedándose perdido y la jovencita lo sabía con claridad.

"Si soy sincera disfruto tu mirada." Dijo Aurora sonriendo mientras observaba al joven.

Kairos lentamente se sonrojó de forma superficial, pero dio la mejor sonrisa que podía dar y empezó a servirse vino.

Sabía que la jovencita buscaba avergonzarlo y él trataba de mantenerse en 'pie' todo lo posible, sin caer en sus trampas.

Era imposible que Aurora no lo notara y al ver que estaba bebiendo vino, dio una sonrisa malvada.

"¿Entonces conociste a Karzhal?" Preguntó Aurora de repente.

"U…"

Tosiendo ante la pregunta tan repentina, Kairos trago el vino y abrió sus ojos con sorpresa.

"Supongo que conociste a mis padres." Comentó Aurora y bebiendo un trago de su vino, lo disfruto y luego declaró. "Sospecho que estoy en una cita con un hombre mayor con la apariencia de un joven."

La apariencia del joven era notable y parecía en sus veinte y tantos años de edad, logrando dar cierta sensación de juventud.

No obstante, en este mundo había múltiples formas de mantener la juventud y una de ellas era tener una habilidad innata o rezar al Dios del Tiempo y el Espacio, pero había otras formas.

Desde elixires o comidas caras que rejuvenecieran el cuerpo hasta hechizos de algunas magias y la persona que estaba en esta mesa, tenía la capacidad de obtener todo eso.

Abriendo y cerrando la boca, Kairos no supo que decir y fue peor que Aurora, solo estuviera sonriendo como si nada extraño le sucedía.

"¿No creo que seas uno de los amigos de mi hermano o sí?" Cuestionó Aurora con seriedad.

La mansión de su hermano fue construida en medio de una isla, pero estuvo claro que en ese momento no debía pertenecer a la Empresa Cosmos.

Oficialmente no había información del asunto y todo daba a entender que la Empresa Cosmos creó la isla y luego la ciudad, pero el rumor de la primera mansión quedo.

En el centro de toda la isla y la ciudad había una mansión que pertenecía a un gran Archimago, que era conectada con sus padres.

No obstante, la realidad era otra.

Era la mansión del 'Enemigo de la Humanidad' que seguramente utilizó para ocultarse durante Terra nova y que en su tiempo sirvió como base para construir una ciudad.

"No, él no era mi amigo." Respondió Kairos dando un largo suspiro.

La expresión era difícil y complicada, pero a la vez estaba preparado para que todo se derrumbara.

Sin embargo, incluso cuando mostraba tal expresión, él le dio una mirada como si dijera que respondería cada pregunta, incluso si eso significaba que lo poco que habían avanzado podría derrumbarse.

La verdad no le aterraba, lo que le causaba pánico era que, al decirla, podría desbaratar el poco avance que ambos llevaban.

"¿Cuál es la mentira sobre la creación de la isla?" Preguntó Aurora bebiendo un trago de su vino.

"La Empresa Cosmos deseaba crear una ciudad y por eso recibió la ayuda de la Iglesia del Tiempo y el Espacio, quienes le brindaron el apoyo para crear esa isla." Respondió Kairos con cierta calma.

Era una mentira creíble que concordaba con la historia de la ciudad.

La Empresa Cosmos puso los recursos monetarios y la Iglesia del Tiempo se encargó de los temas diplomáticos, logrando que se pudiera construir una ciudad en medio del océano atlántico.

"¿Y la verdad?" Preguntó Aurora con curiosidad.

"La Empresa Cosmos estaba recibiendo demasiadas críticas por nuestra tecnología y todo se estaba volviendo tan molesto, que cuando salió la idea de construir una ciudad la acepte. Y la iglesia me ayudo, trabajando para mí, dándome esta isla para empezar." Respondió Kairos de forma indiferente.

Esa indiferencia como si no fuera un asunto grande hizo ver su actitud en el tema y la joven que miraba, dio una sonrisa.

La Empresa Cosmos apareció tras el Gran Cataclismo junto a otras grandes empresas, pero en este caso, esta gran empresa fue abrumadora.

El Sabio Lucius le brindo la ventaja tecnológica que dio envidia a naciones enteras y que seguramente todos deseaban obtener.

Ahora para ese hombre todo estaba al nivel de ser 'molesto' y la solución fue demasiado descabellada.

Pero era sincero.

"¿De verdad te gusto?" Preguntó Aurora con seriedad.

Había bastantes preguntas para realizar y Kairos había estado esperando varias de ellas, pero al escucharla, quedo momentáneamente en blanco.

"Sí. Me gustas." Respondió Kairos y manteniendo su mirada, declaró. "Me gusta la forma que sonríes y la forma que me miras. Me gusta tu valentía y determinación. La forma que luchas por lo que crees y la forma que tratas de vivir tu vida. Me encanta cuanto actúas coqueta, cuando te avergüenzas y cuando eres malvada, pero sobre todo me gusta estar a tu lado."

Aurora se puso algo roja al escuchar esa declaración que ya no era un simple 'gustar', sino que era más profundo y él en vez de avergonzarse, le dio una media sonrisa que llevaba cierta tristeza, pero a la vez calma y por, sobre todo, conocimiento.

No de alguien que desde hace varios meses empezaron a enviarse mensajes, sino que un reconocimiento más grande y profundo.

"Y por eso entendería, si deseas no continuar con nuestras citas." Dijo Kairos y respirando hondo mientras cerraba sus ojos, los abrió y reveló. "Mi enamoramiento unilateral, no es algo que debas responder. Estoy agradecido de que me hayas dejado avanzar hasta este punto."

Un enamoramiento unilateral… Eso era la mejor definición para alguien que detallo tan claramente las razones por la cual le gustaba una persona.

Sin embargo, la joven con la cual estaba hablando, le dio una mirada y luego soltó una risa suave.

"¿Y quién dijo que es unilateral?" Cuestionó Aurora levantando su ceja y al verlo aturdido, comentó. "Tal vez en tus tiempos de acosador lo fue, pero ahora es diferente."

Quizás si lo hubiera rechazado en el torneo internacional y no le hubiera dado su número, hubiera sido posible que todo terminara rápidamente.

Si él no hubiera puesto tanto esfuerzo para acercarse, era muy posible que ella no tuviera tanto interés en devolver la atención y no lo hubiera llevado a acercarse a él.

A conocerlo más profundamente.

Desde su lado tímido que se sonrojaba fácilmente, su lado inexperto que se aturdía con facilidad por algunas palabras o su lado maduro de cuando actuaba en público y con el cual tomaba temas serios, justo como lo que estaba haciendo en este momento.

"Mi vida está lleno de secretos y algunos están muy interconectados con otros." Comentó Aurora mirándolo fijamente y viendo que la expresión de él temblaba, dio una sonrisa y añadió. "Nunca he pensado en estar de novia, hasta que has llegado y me has hecho querer darle un intento... Y ahora, puedo decir que has logrado que me enamore."

A ella le gustaba verlo sonreír, la animaba cuando le enviaba un mensaje por más simple que fuera y a veces se avergonzaba por la simple idea de tener una simple cita, logrando que se pusiera demasiado nerviosa.

Es más, su corazón estaba latiendo en este momento a una velocidad mayor que cuando estaba en batalla.

Y aunque era la primera vez que estaba sintiendo el sentimiento de enamorarse, la idea estaba presente.

Deseaba tener más citas con él, pasar más tiempo y darle un intento a esta aventura que era estar enamorada… Queriendo intentar avanzar, más de lo que jamás había pensado que deseaba.

Estaba enamorada.

"¿Y que si tienes secretos? ¿O si conoces a mi hermano? ¿O a mis padres? ¿O si tienes más de cuarenta años y te sigues viendo joven?" Cuestionó Aurora y viendo que su expresión temblaba especialmente ante las últimas palabras, anunció. "Me he enamorado de la sinceridad con la cual actúas, no la cual aparentas."

Era difícil decir si la primera vez que lo conoció fue un accidente o algo medianamente preparado y Aurora sentía que era la segunda.

Sin embargo, las siguientes veces fueron claramente dirigidas por él y buscó la manera de conectarse a su vida.

Fue luego del torneo internacional que él expresó sinceramente sus intenciones y lo hizo de forma tal que logró que ella quisiera intentarlo.

Y de ese intento, su 'gustar' se intensificó hasta el punto de que la hizo querer ser ella quien tomara la delantera.

No importa cuánto él intentara hacerse ver serio y solemne frente a otros o quisiera aparentar ser un hombre adulto como cuando estaba al frente de otros, con ella no podía.

De la misma forma que ahora no podía ocultar su expresión que llevaba cierto miedo a que todo terminara a pesar de que estaba tratando de poner un frente 'fuerte'.

Le gustaba que se sonrojara y que demostrara que era un inexperto en estos temas, pero a la vez que demostrara que ella era la primera persona de la cual se enamoró.

Ese lado infantil e inmaduro que buscaba enamorarla de alguna forma, pero que a la vez no tenía ni la menor idea de cómo hacerlo, era algo que le resultaba agradable.

¿Cómo no podría hacerlo?

Era lindo cuando actuaba tímido y era guapo cuando actuaba de forma madura… Ella no quería un príncipe que pudiera hechizarla o un caballero galante que pudiera ofrecerle protección, solo quería alguien con lo cual arriesgarse, en esta aventura que era el 'amor'.

"En cuanto a los secretos. Lo dejaremos a su debido tiempo. Total, al final, no quitará la esencia de lo que siento." Comentó Aurora con un tono simple.

Independientemente de cualquier secreto que pudiera ser revelado, era difícil que cambiara la idea de que ya estaba enamorada de ese joven.

"¿Y si lo hace?" Preguntó Kairos mirándola fijamente.

Estaba algo sonrojado, pero su mirada llevaba seriedad.

Sus ojos que parecían zafiros que reflejaban todo el universo eran abrumadores, pero las emociones de miedo, de duda y temor, les dio seriedad a sus palabras.

¿Qué pasaba si esos secretos lograban que ella cambiara todo su parecer?

"Entonces habremos disfrutado lo nuestro." Respondió Aurora y viéndolo a él asentir, dio una suave sonrisa y precisó. "Por eso, al menos debemos disfrutarlo."

¿Hasta dónde llegaban sus secretos? Era posible que estuvieran conectados a la Empresa Cosmos y esa gran empresa, seguramente tenía cosas que ocultar.

Pero también era posible que estuviera conectado a su hermano, ya que a pesar de que negó que eran amigos, nunca mencionó que no lo conocía.

Quizás estaba conectado a sus padres o directamente a ella e incluso era posible que fuera más allá de la edad que parecía ocultar.

Había demasiadas posibilidades y algunas parecían ser muy malas.

Aurora se levantó de su asiento al darse cuenta de que se estaba haciendo tarde y al ver que él hizo lo mismo, se detuvo y le dio una sonrisa.

"Hay algunas cosas que incluso con mis valores puedo aceptar. Soy bastante hipócrita en ese punto, no obstante, hay cosas que nunca aceptaré. Como lo es dañar a mi familia o seres queridos." Declaró Aurora y al verlo asentir seriamente, comentó. "O que tengas una esposa y una segunda familia. Nadie puede averiguar información de ti, así que, si me ocultas otra familia, lo lamentaras."

Había tantas cosas que podrían disgustarla o hacerla enojar e incluso provocarla lo suficiente como para convertirlo en su enemigo, pero la más grande era que hiciera algo que dañara a sus seres queridos o familiares.

Lo segundo, era que tuviera una familia oculta en alguna parte y esa posibilidad era alta, ya que era imposible conseguir información de ese hombre.

La tercera era que la estuviera engañando y no fuera ese 'hombre que parecía estar enamorado por primera vez y no sabía cómo actuar' y que prácticamente todo fuera una manipulación.

Cualquiera de esas posibilidades, traerían consecuencias bastante pesadas y aunque no le gustaba admitirlo, ella era vengativa.

"Entiendo." Respondió Kairos enderezando su espalda y en voz baja, murmuró. "Y no tengo una esposa... Y tampoco mujer u hombre de la cual me he enamorado, aparte de ti."

El murmullo fue bajando cada vez más, pero eso consiguió que Aurora asintiera múltiples veces, bastante satisfecha.

Caminando de vuelta al ascensor, la atmosfera era tranquila a pesar de toda la conversación y Aurora pudo ver que él, estaba algo distraído.

Había visto su miedo a que se alejaran y que todo acabara, pero también se dio cuenta de que si eso sucedía lo aceptaría.

Era lo suficiente proactivo como para acercarse e intentarlo, pero a la vez lo suficiente maduro como para aceptar ser rechazado, incluso si eso le dolía.

Ambos caminaron al ascensor y cuando ella tocó el botón para que el ascensor subiera, le dio una mirada.

"Podemos conocernos poco a poco y aprender uno del otro con calma." Declaró Aurora con una sonrisa.

Era imposible no ver su duda de si lo que estaban haciendo estaba bien o podría terminar muy mal.

Entre el egoísmo de que todo continuara de esta forma y la idea de revelar todos los secretos ahora para no causar problemas, él estaba en esa disyuntiva.

"Debes esperar el 'momento adecuado u oportuno'." Dijo Aurora y viendo que él le daba una mirada profunda, ella tuvo un pensamiento y luego murmuró. "Me voy a arrepentir de esto."

Junto a ese murmullo, ella antes de subirse al ascensor, se acercó al joven y levantándose ligeramente, se acercó a su mejilla y al final, cambio de dirección besando los labios del joven.

Fue nada más que un beso corto e inocente y ella se retiró rápido mientras se sonrojaba un poco.

"Todavía soy un poco inexperta." Murmuró antes de retirarse al ascensor y tocar el botón para que descendiera y viendo que él estaba aturdido, añadió. "Pero fue lindo."

Viendo que Kairos se tocaba los labios aturdidos por todas las cosas, ella respiró aliviada cuando la puerta del ascensor se cerró.

Luego se cubrió su rostro rojo y a la vez no pudo ocultar su sonrisa, tampoco la seriedad que no había revelado.

Era mejor de esta forma.

Lo estaba complicando todo al posponer algo que en el futuro podía cambiar todo y por verdades que podían ser tan complejas como inesperadas, pero estuvo bien.

No estaba mintiendo, le gustaba y de cierta forma estaba enamorada, lo suficiente como para ser egoísta y tomar el riesgo.

Después de todo, ahora en este preciso momento, ella no deseaba soportar otra gran verdad y entendía que cualquier hecho que le revelara ese joven, cambiaria toda su relación y si era tan grande como él lo hizo entender, entonces era posible que toda esta aventura acabara rápido.

Y ella no lo deseaba.

Porque por más que le molestara, su madre tenía razón al posponer algunas verdades y si bien esa mujer no mencionó a su hermano porque era una niña, Aurora sabía que al posponerla permitió que ella estuviera preparada.

Ahora quería hacer lo mismo con ese hombre, ya que, si bien ahora no podría soportar algunas verdades, en el futuro podría hacerlo y eso significaba que la relación podría continuar.

Estaba enamorada, lo suficiente como para querer que su aventura nunca terminara y trabajar para lograrlo.

*******

Un hombre antes de entrar a una cafetería en un lugar apartado de la Ciudad de Los Ángeles, observó a sus alrededores y al ver que no era seguido entró al lugar.

Llevaba unas gafas de sol oscuras, una gorra y era evidente que trataba de ocultarse.

Caminando por los pasillos de la cafetería, consultó a una trabajadora sobre la sala privada que buscaba y al ir, entró al lugar, notando a un hombre que estaba bebiendo café.

"Paul, es bueno que hayas venido." Dijo el hombre que estaba en la sala.

Un hombre de apariencia promedio que lo único que destacaba era su traje y su sonrisa alegre.

"Te dije que no me llamaras durante este momento." Gruñó Paul Strub con un tono molesto.

"¿Qué? ¿Cómo no podría llamar al hombre que me puso a la vista de todos?" Preguntó ese hombre y riéndose, reveló. "Gracias a ti, recibí un ascenso."

Ese hombre era un periodista de la reciente revista que estaba siendo tendencia al liberar un artículo sobre alguien cercano a Serafín.

Liberó el artículo sobre la Protectora de Zerzura, que era extremadamente admirada en la ciudad Zerzura y que ahora estaba relacionado con una gran cantante.

Su último artículo tuvo una gran repercusión logrando que una pequeña revista de escándalos de famosos y exageraciones, se volviera algo reconocida y el periodista que hizo el artículo que catapulto a la empresa, se volvió reconocido.

"Varias revistas desean contratarme. Mencionaron que 'mi artículo' fue increíble." Dijo el periodista y con una sonrisa, precisó. "Sabía que era bueno trabajar con un profesional."

Paul Strub dio solo una mirada indiferente al sentarse cerca de la mesa.

Ese periodista era literalmente un don nadie, pero a diferencia de él, era un 'don nadie' que podía recibir trabajo.

Y él solo era un paria que todos los medios deseaban evitar contratar por su historia que llevo a una empresa a la bancarrota.

En esta clase de situación, no tuvo otra opción que trabajar para alguien más… Realizando el trabajo por medio de otro y como ningún periodista decente lo aceptaría, solo quedo la persona que estaba al frente de él.

"Hubiéramos esperado más. El movimiento para enviar el informe falso fue increíble, pero si hubiéramos esperado más tiempo, el escándalo hubiera sido mayor." Declaró el periodista con un tono de pena.

¿Cómo hacer tendencia un simple articulo? La revista por la cual ese periodista trabajo era basura entre la basura y sus artículos estaban al nivel de teorías y escándalos inventados.

Para lograr que un simple artículo alcanzara la cima era necesario jugar sucio.

Enviarle información falsa a la 'Voz Heroica', Harald Beck que era conocido por ser bastante directo y serio para algunos temas, era un ejemplo perfecto de moverse.

No esperaba que Harald fuera tan directo como para mencionar el tema en público y esperaba que fuera un escándalo más lento, pero ese 'héroe', lo reveló en medio de una entrevista pública.

Se requirió segundos para que todo se volviera un escándalo gigantesco.

"De verdad lamento que no hubiéramos esperado más, antes de revelar el verdadero articulo… Si lo hubiéramos hecho, estoy seguro de que el reconocimiento hubiera sido el doble." Murmuró el periodista y al ver que Paul agitaba su cabeza, precisó. "Sigo enojado contigo porque me obligaras a subir el verdadero artículo."

Tras que Harald revelara el falso articulo editado, Paul obligó a su socio a que revelara el verdadero.

"Pensé que odiabas a la Protectora de Zerzura." Dijo el periodista y viendo que él le daba una mirada, señaló. "Ya sabes, por la historia que me contaste."

La historia… En su tiempo en África cuando la empresa para la cual trabajo fue para asegurar un lugar, quiso hacer un artículo que lo catapultara a la cima y termino eligiendo un mal objetivo.

Uno que hizo que perdiera su trabajo, fuera puesto en la lista negra de todas las revistas e hizo que incluso ahora, años después de ese evento no fuera contratado.

"No me agrada la Empresa Apicius y en cuanto a esa persona… Está bien con hacerla pasar un mal momento." Respondió Paul y con una mirada grave, comentó. "Si hubieras esperado y cedido a tu ambición, es posible que ahora la revista para la cual trabajas estuviera en las ruinas. Y tú ni siquiera tendrías trabajo."

Hubiera preferido que todo fuera ligero y superficial, pero Harald lo llevo al extremo y él solo pudo dejar algunos minutos antes de revelar el verdadero artículo.

Era posible que, si hubiera mantenido silencio, luego cuando revelara el artículo verdadero hubiera recibo más atención, pero a la vez existía la posibilidad de que su socio fuera investigado y aplastado.

Antes de que la Empresa Apicius lo encontrara a él, conectado con ese hombre.

Era cierto que su carrera fue arruinada por esa empresa y por su artículo de hace tiempo, pero todavía seguía vivo.

Y aunque sonaba descabellado, esa empresa podría haber hecho su vida un infierno o lo hubiera enviado al infierno.

"¿Entonces por qué me llamabas? No sabemos si la Empresa Apicius te está siguiendo o vigilando. Aunque no lo creas, la Protectora de Zerzura es importante para la ciudad." Dijo Paul con un tono serio.

Lo que le sucedió a él hace años fue el mejor ejemplo de no meterse con quien no debía y la Empresa Apicius era uno de esos gigantes que eran intocables.

La Protectora de Zerzura que era su protegida, también estaba al nivel de ser intocable y más en Zerzura en donde sus fanáticos eran numerosos.

Ahora Paul estaba temeroso de que la Empresa Apicius o la Protectora de Zerzura investigaran y lo encontraran a él.

No importa como la ciudad veía a esa joven, para él esa mujer era alguien que se enfrentaba a señores de la guerra y no era alguien con quien meterse.

"En realidad, alguien contacto conmigo." Dijo el periodista y mientras Paul fruncía el ceño, comentó. "Te dejaré a solas con él."

Junto a esas palabras, el periodista se fue sin esperar que él respondiera y Paul levantó su guardia, dándose cuenta de que el periodista acababa de actuar raro.

Temeroso de lo que podía suceder, pensó en huir, pero antes de que pudiera levantarse, el espacio se distorsionó y un joven apareció.

Su característica más notable era una cicatriz en su mejilla.

"Perdón por aparecer de esta forma, soy Jake Holland." Saludo el joven y dándole una mirada solemne, pidió. "Quería saber más sobre la Protectora de Zerzura."

La expresión de Paul se volvió cautelosa de inmediato.

No solo apareció de repente, dejando en claro que era un usuario de habilidad, sino que su mirada llevaba cierta frialdad y sus ojos ocultaban un profundo rencor.

"Lo siento, solo sé superficialmente sobre ella." Respondió Paul con un tono simple.

Estaba mintiendo.

Para realizar su artículo la había investigado profundamente y había muchas cosas que no detallo en el artículo, sabiendo que la respuesta de la Empresa Apicius podía ser fuerte si se sobrepasaba.

Y por supuesto, la mirada de ese joven no era para nada simple y él no deseaba estar conectado a nada peligroso.

"¿Qué tal si te digo que conozco la identidad de la Primera Heroína?" Preguntó el joven y mirándolo detenidamente, declaró. "Si me ayudas, puedes obtener un artículo que te haga recuperar tu antigua posición e incluso superarla. Con la seguridad de mantenerlo."

¿Fue el periodista quien le dijo su historia? Al escuchar su primera pregunta, Paul dudó intrigado y a la vez interesado.

Un artículo que lo hiciera recuperar su trabajo y que le diera el reconocimiento suficiente como para que nadie pudiera atacarlo o presionarlo.

Estaba claro que era más profundo que la identidad de la Primera Heroína y Paul… Dio una mirada interesada.

Los mejores tratos eran los más arriesgados.

******

Una neblina oscura se extendió por medio de un bosque de altos árboles, extendiendo la corrupción por la naturaleza.

Las pocas bestias que estaban en el área, empezaron a huir de forma instintiva al sentir la ominosa presencia que se estaba formando en el centro de ese lugar.

El décimo portal abismal se estaba formando en el bosque mágico.


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