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Chapter 2: Capitulo 2 “Antes del fin del mundo”

Las bases de todo el territorio de Celes entraron en alerta roja, la primera en reaccionar, bajo la autorización directa del presidente permitió el uso de armas tácticas para neutralizar la amenaza. No había tiempo para dudar, en solo un segundo, cinco misiles balísticos fueron lanzados hacia el cielo.

La población cayo de rodillas al ver nuevamente un arma de destrucción masiva lanzada sobre su territorio, los misiles pertenecían a la defensa perfecta, que Alhes usaba en caso de un ataque nuclear, sin embargo, el objetivo eran los astros que descendían del cielo y no ojivas nucleares.

¡¡BOOM!!

Los cielos temblaron y se fragmentaron en pedazos cuando los misiles dieron en el blanco, en solo un momento, el cielo se transformó en un campo de destrucción liberando grandes cantidades de nubes radioactivas seguidas por una onda de choque que se extendió hacia la tierra.

—¡Cuidado! —, grito Jin cuando uno de los misiles exploto en el cielo sobre ellos.

Jin levanto su brazo protegiendo el cuerpo de Natasha, instintivamente él se posiciono sobre ella mientras una sucesión de explosiones cercanas hizo temblar la tierra sacudiendo los cimientos del mirador.

—¿!Estas bien¡? —, pregunto Jin mientras el polvo comenzó a asentarse, al levantar la mirada, el cielo se llenó de fuego por todas partes, las pequeñas estrellas ahora eran grandes masas de fuego que descendieron hacia la Tierra.

—Si, pero debemos tratar tu brazo.

Una roca del tamaño de un balón de futbol destruyo parte del techo del mirador y gran parte de los árboles a su alrededor, uno de los escombros daño levemente el brazo de Jin, pero fue solo una pequeña herida, Jin tuvo suerte de que no fuera uno de los pilares de acero que se derrumbó en una de las esquinas.

—No es nada serio, bajemos de aquí.

En la ciudad de Alhes, el suministro eléctrico fue cortado y los alcantarillados se rompieron por los masivos movimientos de tierra. Por un momento, las palabras de Viktor vinieron a su mente cuando un misil más grande que todos los anteriores llego hasta el límite de la exosfera y exploto junto a un meteorito, acaso era el final de los tiempos, no, no había tiempo para eso.

—Espera Jin, míralos, necesitan ayuda, tienen niños abajo.

Los árboles alrededor comenzaron a incendiarse a gran velocidad, entre ellos, cientos de personas corrían temerosas buscando refugiarse de las llamas.

—Vamos, dejémoslos entrar —, Jin se levanto apoyando a Natasha a su lado.

El camino hacia el primer piso fue diferente, las paredes temblaban cada vez que uno de los misiles lograba dar en el blanco y más de uno de los ventanales se hizo añicos haciendo difícil avanzar, pero el interior del refugio parecía ser más seguro que exponerse a las llamas que caían del cielo.

—Entren todos, no se queden ahí— grito Jin ayudando a un hombre que estaba inmóvil a unos metros de la entrada.

Natasha tomo en brazos a un pequeño y lo ayudo a entrar, su familia temblaba de miedo, arrepentidos de salir esa noche.

—Escóndanse debajo de las mesas y eviten correr.

La mayoría de las personas no escucharon las palabras de Jin, ellos solo entraron al mirador mientras gritaban de terror. Entre ellos, Jin ayudo a unos niños de su edad que temblaban de miedo, nadie estaba preparado mentalmente para ver como la tierra era destruida por las masas de fuego y Jin se obligó a no perder la calma.

—Oye mocoso, como tienes las llaves del mirador, tal vez eres alguien del gobierno, ¡contesta! ¿¡Qué diablos está pasando aquí!? —, reclamo una pareja llamando la atención de los demás.

Jin se paró firme frente al hombre y la mujer mirándolos a los ojos.

—¿Qué quieres, acaso crees que puedes ganarme? —, replico el hombre extendiendo su mano de forma amenazante.

—Es mejor que te calles, agradece que mi novia les permitió entrar, si fuera por mi, ahora estarían entre las llamas— Jin evito el ataque del hombre con facilidad haciendo que cayera al suelo de forma graciosa.

Natasha sintió que su corazón temblaba cuando Jin la llamo su novia, ella se levantó y lo tomo del brazo, no quería verlo pelear con uno de los refugiados, ellos no valían la pena si no apreciaban la amabilidad que le entregaban.

—¡Como te atreves hablarme así!, mira mocoso…—, el hombre sintió que el mundo comenzaba a dar vueltas, su cuerpo voló por el aire mientras no daba crédito a lo que hizo la niña que abrazo a Jin.

Natasha no soporto que alguien le hablara así a Jin, sus ojos miraron con frialdad a la pareja y sus manos se acercaron al cuello de la mujer asustada en el suelo —Es mejor que no te levantes, la próxima vez no me contendré—

La pareja bajo la cabeza al ver como Natasha golpeo uno de los muros dejando una muesca profunda en ella, la joven no era alguien con los que ellos debían meterse.

Las masas de fuego no dejaron de caer a la Tierra, gritos y caos se desato en la población quienes arrancaron de sus casas, en todo el mundo el extraño suceso marco un antes y un después luego que grandes construcciones antiguas fueron convertidos a cenizas y grandes ciudades desaparecieron.

Entre ellos, el líder de Estados Unidos, al interior de un gran salón blanco miraba furioso a sus subordinados mientras golpeo la mesa con su puño derecho.

—Alguien que me explique cómo sucedió esto, siquiera han pensado en las consecuencias que generara este error que cometieron, ¡hablen inútiles! —, dijo el presidente revisando los informes sobre la mesa, en la mayoría de ellos aparecían la masa de meteoritos pequeños que se dirigían a la tierra y su probabilidad de impacto cercana a cero.

—¡Señor, no es nuestra culpa! —, uno de los científicos en el salón grito, si no fuera por la orden que recibió en el último momento nada de esto habría pasado.

Militares de alto rango y los científicos más destacados se sintieron nerviosos al ver la furia en los ojos de su líder, ellos fueron los que durante el día le dijeron que nada malo pasaría con la lluvia de estrellas, ahora su país estaba sumido en las llamas mientras la población exigía una explicación por parte de las autoridades.

—¡Presidente, debe evacuar ahora!

Un grupo de guardias especiales entraron al salón mientras llevaban un traje de seguridad en sus manos, cada uno estaba protegido por una gran armadura echa con el material más resistente del mundo, era la primera vez que el presidente conoció a sus guardias escondidos en las sombras, o más bien sus carceleros, solo ordenados por el mando superior.

—¿Que sucede? hablen o retírense, necesito arreglar este desastre —, dijo el presidente intentando mantener la calma, su país estaba en ruinas y era posible que su esposa estuviera en peligro junto a su familia.

—Señor, no hay tiempo para hablar, todos sígannos —, ordeno uno de los guardias con un casco de acero sobre su cabeza.

—Ustedes llévense al presidente, no importa que método usen, los superiores lo necesitan con vida —, dijo otro de los guardias.

—¡Qué diablos estas diciendo! —, grito el presidente cuando lo sujetaron de los brazos.

Ellos dieron la orden a los altos mandos de Estados Unidos luego de noquear al presidente, guiados por un pasillo escondido debajo de la casa blanca, ellos vieron los lugares más oscuros del país de la libertad, en ellos, cientos de soldados trasladaban baúles y alimentos preparados para lo que estaba por suceder.

En el cielo, sobre la casa blanca, una gran masa de fuego y hielo avanzo atravesando la atmósfera, envuelta en metales fundidos, su velocidad solo aumento cuando entro en los radares de la casa blanca.

¡¡Fuego!!

Ordenaron los generales para ganar algo de tiempo, el meteorito que atravesó la atmósfera aulló con locura sin detenerse por los misiles que le lanzaron, entre ellos, uno de los cazas más tecnológicos se inmolo contra la masa de fuego buscando darles más tiempo a los líderes de su nación.

—Cierren las puertas, ya no hay más nada que podamos hacer—, dijo uno de los comandantes supremos con el corazón en la mano, que ingenuos habían sido, aun con la información que recibieron ellos no pudieron hacer nada en contra del peligro en el cielo.

La tierra comenzó a fracturarse y el cielo aulló cuando el meteorito impacto en la casa blanca, la temperatura se elevó a 4000 grados en menos de un segundo, grandes refugios capaces de soportar los ataques nucleares más poderosos en el mundo fueron fundidos y destruidos hasta quedar irreconocibles.

Sobre el cielo, una gran nube en forma de hongo se elevó liberando una onda expansiva que nivelo el suelo a su paso, en solo un segundo el edificio más icónico del mundo desapareció en la nada junto a millones de personas en sus cercanías.

Como una gran potencia, el presidente de Celes igual fue atormentado por las preguntas de la prensa, los meteoritos no dejaban de caer y más del 50 por ciento de sus industrias desaparecieron en el mar de fuego mientras sus redes de inteligencia se desplegaban por todo el país para analizar que podían salvar.

—No hay señal, ¿alguno de ustedes tiene?— pregunto uno de los sobrevivientes.

—Yo tampoco tengo.

—Yo igual.

—Yo tengo una barra de señal, pero las líneas están colapsadas.

Antes que pudieran seguir hablando, un sonido en el cielo llego a todo el mundo en diferentes idiomas.

¡ALERTA! ¡ALERTA! ¡ALERTA!

En todos los países del mundo, un avión mensajero reprodujo un mensaje en el cielo.

¡EL GOBIERNO MILITAR DE CELES ORDENO EL USO DEL SISTEMA CELESTIAL!

¡TODOS PROTEJAN SUS OIDOS CON LO QUE TENGAN A MANO!

¡30 SEGUNDOS PARA INICIAR EL SISTEMA CELESTIAL!

30, 29, 28…

—Todos usen sus ropas o bolsas de plástico— gritaron los adultos dentro del mirador, protegiendo a los más pequeños, todos buscaron un lugar para refugiarse del sistema celestial.

Jin se quitó su abrigo y cubrió a Natasha junto a él, no había tiempo para dudar y se alejaron del grupo de personas. El sistema celestial era una de las cartas más fuertes que tenía el gobierno de Celes para defender al mundo ante una catástrofe global, solo una vez fue usado en el pasado evitando que se desatara una guerra mundial catastrófica.

En todo el territorio de Celes, las bases militares situadas en las montañas abrieron sus compuertas desplegando un cañón de riel de alta potencia. Las estructuras de metal se extendieron cientos de metros en el aire preparadas para disparar guiadas por cientos de mecánicos especiales solo para ese momento.

3,2,1.

¡SISTEMA CELESTIAL ACTIVO!

La secuencia final estaba lista, frente a un tablero digital, el comandante asignado miro hacia el cielo cuando presiono el botón, la humanidad no podía entender el peso que el hombre llevaba en sus hombros.

En el cielo, cientos de rayos atravesaron las nubes formando una extensa red en la estratosfera solo vista una vez en el pasado, los más osados no hicieron caso a las palabras de los mayores y levantaron la vista asombrados por lo hermoso del sistema celestial, bajo su luz, los cuerpos derramaron sangre por los ojos y cayeron al suelo sin vida.

Estados unidos, Rusia, China, Europa, Oceanía, América, el mundo entero se quedó en silencio cuando el primer meteorito impacto al sistema celestial, nadie que conociera sobre su poder levanto la mirada.

¡¡¡BOOOOOOOM!!!

Un meteorito se transformó en polvo, la potencia de los rayos del sistema celestial era comparable al ataque de cien bombas nucleares y miles de ellos actuaban a la vez.

En el salón del presidente de Celes, una pantalla mostraba la cantidad de meteoritos destruidos por el sistema celestial y la cantidad de potencia que le quedaban a los cañones.

Miles de fragmentos fueron pulverizados por el sistema celestial mitigando gran parte del daño en todo el mundo, los rayos tenían la característica de eliminar todo rastro radiactivo en el aire que pudiera afectar la vida en la Tierra.

La población celebro en sus corazones cada vez que uno de los meteoritos era destruido en el cielo, quien pensaría que un evento que marcaría el año 2020 se transformaría en algo catastrófico dejando en evidencia la fragilidad de la vida humana.

¡EMERGENCIA!

Todos los hombres sintieron que sus corazones se apretaban cuando el avión usado por el presidente de celes comenzó a trasmitir nuevamente.

¡REGION DE AFRICA ANTARTICA ASIA PREPARENSE PARA EL IMPACTO!

El presidente de Celes fue evacuado al ver que el sistema celestial estaba llegando a su límite, aun con la ayuda de todos los países, los cañones no pudieron extender su uso más de veinte minutos. En el momento que los cañones se apagaran, solo dios podría proteger las vidas de las personas.

La extensa lluvia de estrellas estaba compuesta de todo tipo de meteoritos, uno de los más colosales logro atravesar el cielo sobre la región africana. Los gobiernos de la región liberaron sus armamentos más poderosos tratando de mitigar el daño, aun a costa de perderlo todo en el proceso.

Millones de familias cerraron los ojos cuando una gran nube de fuego apareció en el cielo, aun tenían fe de que un milagro sucediera mientras la temperatura ascendía estrepitosamente.

¡AVISO GLOBAL!

¡LA MITAD DE AFRICA HA DESAPARECIDO!

El tiempo se detuvo cuando la noticia llego a todo el mundo, los corazones de las personas temieron con terror al pensar que ellos eran los siguientes, nada estaba dicho mientras el fuego se extendía por todo el cielo.

Segundos después otro mensaje sacudió a la población.

¡AVISO GLOBAL!

¡UN GRAN METEORITO HA DESTRUIDO LA REGION ESTE DE LA ANTARTICA!

¡AVISO GLOBAL!

¡CANADA, GROENLANDIA Y LA REGION NORTE DE ESTADOS UNIDOS HAN CAIDO!

Cientos de mensajes llegaron por cada segundo que pasaba, aunque el sistema celestial era poderoso, en el momento que el ultimo cañón perdió potencia todo termino.

—¡Ahhh! — Uno de los hombres en el mirador se volvió loco, su familia vivía en la región norte de Estados Unidos, sin medir sus acciones, abrió la entrada del mirador y corrió hacia el exterior exponiendo a todos al peligro.

—¡Idiota! — grito uno los ancianos en el mirador, la onda de sonido liberada por el sistema celestial destruyo los tímpanos del hombre, con sus oídos sangrando cayo inconsciente al suelo.

—No se muevan, aún no termina el peligro— advirtió Jin, las ondas del sistema celestial eran capaces de dejar sordo a las personas en solo un segundo, aunque el sistema celestial se había quedado sin energía, las ondas aun continuaban esparciéndose por toda la Tierra.

Durante media hora completa, el mundo se sumió en el caos y la desesperación, solo la actualización en el cielo aun los mantenía informados de los lugares que habían caído ante esta catástrofe mundial.

Jin tomo a Natasha de las manos y la llevo a su vehículo cuando los meteoritos dejaron de caer, ambos mantuvieron la calma y decidieron ver como estaban sus padres.

Las calles de Alhes estaban llenas de gritos y lamentos ante la perdida de sus casas, algunos sectores residenciales no fueron afectados por los meteoritos, pero la gente comenzó a buscar provisiones en las tiendas más cercanas a ellos.

Sin suministro eléctrico y con las líneas de gas cortadas, la gente se desesperó y empezaron a huir de la ciudad buscando algún lugar para refugiarse de las llamas.

En el cielo, cinco aviones cortafuego comenzaron a apagar las llamas intentando salvar la mayor cantidad de vidas atrapadas en sus hogares, en solo una noche más de treinta por ciento de la población perdió sus vidas.

El pánico creció en la gente al pensar en la escasez que se podía producir en el mundo al ver grandes empresas de alimentos ser reducidas a cenizas en segundos, las noticias se esparcieron en solo minutos mientras otros advertían del futuro incierto.

—¡Natasha!

Un hombre canoso, con una barriga ancha y un gran bigote en su rostro tomo a Natasha del jeep y la llevo a su lado, era su padre quien miro furioso al joven que la trajo a casa.

—¡Papa! No le hagas nada por favor.

La madre de Natasha salió de la casa al escuchar los gritos de su marido, ella era tan joven como la madre de Jin, él nunca pudo creer como un anciano como él fue capaz de casarse con una mujer tan bella, era normal encontrarlos peleando durante el día, solo era cuestión de tiempo para que su familia se separara.

—Llévala dentro, necesito hablar con este joven a solas.

Ante la decisión de su marido, ella llevo a su hija dentro mientras revisaba que estuviera bien.

—Pequeño niño, parece que mis palabras no entran en tus oídos…

El hombre no miro a los ojos a Jin, a sus ojos, él era una escoria sin futuro que solo abandonaría a su hija luego de dejarla embarazada, no le importaba el caos que ocurría en las calles, él vivía cegado en que casaría a su hija con uno de los hijos de su jefe y conseguiría parte de su fortuna, sacrificar una hija por eso no era nada mientras él fuera más poderoso.

—Señor, usted sabe que no me rendiré.

Jin no cedió ante la presión del hombre, el viejo solo era su padre, en el momento que ella fuera mayor Jin le daría el futuro que ella se merecía, por eso se mantuvo estudiando y aprendiendo del profesor Viktor, como su ayudante algunos científicos extranjeros oyeron de él y lo importante que era para el científico buscando ganarse un poco de su confianza.

—Ja, iluso, no casaría a un perro con mi pequeña flor, ella está más allá de lo que alguna vez serás, ¿acaso tienes dinero o alguna forma de mantenerla? No, ¿cierto? Mejor sigue viviendo en tu insignificante mundo y no vuelvas a acercarte a ella.

Jin apretó sus puños, el hombre era alguien capaz de sacar de quicio a cualquiera, pero aun así él no podía lastimarlo, sea como sea era el padre de Natasha.

—No hay forma que retroceda a mis palabras, al final ella estará a mi lado, lo quiera o no, sabe que la amo.

—¡Cállate! Es mejor que te vayas, si no llamare a la policía, pensar que un perro como tu desea poner una mano sobre mi hija.

El hombre cerró la puerta con un golpe, que importaba si el mundo se terminaba ese día, si el cielo se llenaba de llamas, nada podía detener su ascenso en este mundo, su jefe estaba preparado para casarlos cuando ella alcanzara la mayoría de edad y el joven era alguien que tenía un futuro inmenso, en el futuro su hija le agradecería por haberla salvado de un futuro lleno de miseria.

¡Maldición! Jin pudo ver a Natasha detrás de las ventanas, un día el sería un hombre con el poder de mover el mundo con tal de estar a su lado, necesitaba tiempo, por ahora solo podía volver a su casa y ver el estado de sus padres.

—Estas bien hijo, ven, deja que te vea.

Sostenido por su madre, Jin se sorprendió al ver que sus padres cargaban la antigua camioneta roja que cuidaban con cariño, solo en ocasiones muy especiales su padre la sacaba de su casa.

—¿Madre, porque cargamos todas estas cajas?

El rostro de su madre se llenó de alegría escondiendo el temor en su interior, abriendo la boca comenzó a contarle la noticia a su hijo.

—Tu abuelo ha pedido a tu padre que regresemos, por fin han permitido que volvamos a la familia, ve habla con tu padre.

Jin desde pequeño aprendió que la boda de sus padres no fue bien recibida por la rama principal de la familia Takagi, como padres jóvenes, ambos fueron expulsados por el líder de la familia, siendo eliminados de los registros familiares. Jin siempre sintió que había algo más en la historia que le habían contado, pero él nunca pudo saber que era debido a que sus padres le prohibieron investigar.

—¿Porque tenemos que ir con ellos?, no necesitamos de su ayuda, donde estuvieron ellos cuando te quedaste sola debido al trabajo de mi padre, no estoy de acuerdo, esa no es mi familia.

Jin no tuvo buenos pensamientos de la familia Takagi, en el mundo ellos poseían cientos de empresas de renombre junto a una gran fortuna capaz de darle lujos a sus generaciones más jóvenes, aun así, ellos abandonaron a sus padres y los dejaron en la calle, fue solo a los contactos que hizo durante la milicia que su padre consiguió tener su casa propia y encontrar un trabajo aun en su retiro temprano.

—Hijo,¿ acaso no has visto tu teléfono?— pregunto su padre.

El teléfono de Jin se había quedado sin batería, sin perder tiempo Jin saco uno de los cargadores que tenia de repuesto en su habitación y encendió su teléfono.

Tenía una barra de señal.

"AVISO DE EMERGENCIA"

Un mensaje resaltaba sobre todos los demás, algunos de ellos eran por parte de las entidades a cargo de la seguridad de los ciudadanos y algunas noticias amarillistas hablando del final de los tiempos. Pero el mensaje de emergencia era del propio presidente de Celes, un hombre militar que guió por más de 30 años a su país al ascenso global.

"Como comandante en jefe del ejército y la marina, he decidido establecer la ley marcial en todo el país.

No habrá perdón a quienes realicen desmanes y propaguen el terror en la población, todos serán eliminados sin excepción, en este tiempo es necesario mantenernos firmes hasta que la calma vuelva a nuestra nación.

Por ello, desde ahora el ejército tiene permiso para desplegarse y controlar la seguridad en todo el territorio de Celes.

Ciudadanos, en estos momentos debemos permanecer unidos, aun si la perdida material es inmensa, solo manteniendo la unidad podemos volver a levantar nuestra nación de las cenizas.

Haley K. Moore

Presidente de Celes.

—Eso no es todo Jin, miles de personas están siendo afectadas por una extraña sustancia que llego con los meteoritos, según tu abuelo, esto llegará a niveles que el mundo no podrá controlar, por eso pidió que regresáramos a la familia.

Las palabras de su padre tenían sentido ahora, leyendo su teléfono, historias descabelladas comenzaron a nublar su mente, el presidente de Estados Unidos estaba desaparecido, el amazonas se transformó en un mar de fuego y grandes ciudades en el mundo desaparecieron convirtiéndose en cenizas.

Las familias más antiguas de Celes tenían refugios de alta tecnología preparados en caso de una invasión de sus vecinos, estos fueron creados a comienzos del año 1900 después de la gran guerra, en ese periodo de tiempo, el mundo conoció la independencia de Celes luego de expulsar a las grandes potencias del mundo de su territorio.

La gran guerra duro un periodo de 50 años, tiempo en el cual grandes refugios fueron abandonados luego que el presidente de Celes obligo a firmar un tratado de paz a sus iguales, bajo la amenaza de usar el arma principal de su ejército, destello final.

—No iré, no puedo abandonar Alhes aún.

La mirada de Jin se centró en su madre, ella era la mujer más fuerte que conoció durante su vida, ahora por su egoísmo debía dejarlos atrás, si iba con ellos a la mansión de la familia Takagi Jin estaría amarrando sus propias alas y seria limitado por sus propios parientes, al menos en Alhes aun podía seguir creciendo.

—Hijo… las lágrimas de su madre amenazaron con caer al ver el rostro decidido de su hijo, como madre sabia de los pensamientos que Jin tenía para la familia Takagi, quizás era momento de dejar que él siguiera su propio camino.

—¿Es por ella que no quieres ir? —, pregunto su padre, no era desconocido para ellos la relación que Jin tenía con Natasha.

—Ella es parte de la razón, pero no lo es todo, creo que aun puedo ayudar a mi ciudad natal.

En el camino Jin pudo ver gente lastimada por todas partes y niños que perdieron sus familias bajo las llamas, él aún era joven pero sintió que podía hacer algo por ellos, además podría informarse más de las cosas que sucedían en Celes y en el mundo.

—Ya veo…parece que eres igual de terco que tu padre en su juventud, pensar que el dejaría todo por mí al enterarse de que te llevaba en mi vientre, ah… su madre suspiro.

—Mujer, dejemos que el siga su propio camino, incluso nosotros no podemos asegurar que en la familia Takagi todo ira bien, venga, es mejor que no llores.

Mirando a su hijo, él continuo —Escucha bien, si las cosas se complican no dudes en regresar a nuestro lado, buscare la manera de que tu abuelo permita que ella y su familia puedan entrar al refugio familiar, así que, mantén la cabeza en alto y recuerda que siempre estaremos para ti.

Luego de sacar un pequeño sobre de sus pertenencias, ambos padres abrazaron a su hijo y se despidieron con lágrimas en los ojos, sus caminos se tenían que separar pero nada estaba dicho por ahora.

Mirando la camioneta de sus padres desaparecer por la carretera, Jin golpeo la pared a su costado recordando lo débil que era, necesitaba mejorar su determinación si quería estar al lado de Natasha sin que su padre pudiera hacer algo.


CREATORS' THOUGHTS
iTeshi iTeshi

16/03/2022

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