Chapter 3: Capitulo 2: Preparaciones antes del viaje
Pasaron dos semanas desde el ataque al final del banquete, las cosas en el palacio de la familia estuvieron agitadas. Por lo que oí muchas cabezas rodaron, sin embargo la mayoría eran simples peones desechables.
No se reportó el accidente abiertamente, pero la gente se dio cuenta que algo pasó debido a que los caballeros del Gran Ducado y los Caballeros Imperiales recorrieron las calles e interrogaban a muchas personas con influencia en los barrios bajos.
Obviamente se descubrió que el culpable era de la facción del príncipe heredero, y su objetivo era matarme o si tuvieran la oportunidad secuestrarme.
El espía que escapó hacia el laberinto fue atrapado por la dama que estaba encargada de ensañarme a defenderme (aunque ya lo sospechaba resultó ser una asesina bajo el mando directo de mi padre), estaba escondido dentro de los territorios de un marqués. Ambas cabezas rodaron después del interrogatorio y la familia del marqués perdió su nombre, haciendo que se vuelvan simples plebeyos.
Esto molestó a la facción del príncipe heredero, debido a que mi padre le cortó la cabeza al marqués sin piedad cuando lo que tenía que hacer era llevarlo a juicio para dictar su condena. Las quejas eran por abuso de poder, y que alguien que matase tan fácilmente no podía tener un puesto tan alto en la sociedad. Sin embargo con el apoyo del emperador hizo que las quejas cesaran.
Dando una audiencia en el palacio con las personas de la Corte Imperial mi padre declaró: "Cualquiera que intente dañar a mi hija morirá por mis manos, así sea un príncipe o el mismísimo Papa" era una obvia amenaza hacia el príncipe heredero.
Y con esto solo causó más polémica, sin embargo sentí que estaba haciendo todo esto por una razón más profunda que solo provocar a sus rivales.
***
Mirando por una de las ventanas del comedor principal (donde comemos mi padre y yo) me quedé perdida en mis pensamientos.
Había asesinado a tres personas, pero por más que lo intento no puedo generar ninguna emoción de ese momento, siempre que pienso en eso me llega algo más perturbador a mi mente.
El graznar de los cuervos.
¿Habré oído mal? O tal vez ¿habían llegado algunos desde las profundidades del bosque?
Todavía no le cuento a mi padre sobre lo que escuché, aunque creo que el también debería haberlo escuchado, pero tal vez no mi quiere hablar de ello debido a que soy joven.
Desde que tengo memoria sueño con cuervos al menos una vez al mes, cuando era más pequeña se lo conté a mi padre y me dijo que era normal que yo sueñe con cuervos, debido a eso no le di más importancia. Pero a medida que fui creciendo me di cuenta de que la gente tiene demasiado miedo a los cuervos, debido a cierta bruja que arrasó con el este del continente, el miedo de la gente hacia los cuervos fue tal que los llevaron prácticamente a la extinción.
Sin embargo algunas personas afirman haberlos visto, aunque tal vez se confundieron debido a que solo los conocían por viejas historias o cosas así. El ultimo avistamiento de un cuervo en el imperio fue hace más de cuarenta años y era uno que había sido comprado por un noble, lastimosamente para él sus tierras fueron confiscadas y él fue encarcelado por seis años. Solo por tener un cuervo.
Mientras estaba perdida en mis pensamientos la puerta se abrió y mi padre entró. Tenía una cara muy cansada, hace varios días que está así.
-Buen día padre, espero que anoche haya podido descansar –digo mientras lo observo con sincera preocupación.
-Buen día Desi, lo he hecho –obviamente era una mentira descarada pero no lo iba a cuestionar. Se sienta y comenzamos a comer en silencio. Luego de un rato vuelve a hablar – ¿Sabes por qué lo Athánatos somos tan fuertes?
Una pregunta inesperada, sin embargo eso me enseñaron –Es porque la iglesia bendijo a la familia por ayudar a acabar con… -al notar mi duda mi padre habla.
-Con Korákia Mágissa. –mi padre suspira y mira hacia sus manos que estaban sobre la mesa –eso es lo que se nos enseña y lo que la gente que investiga puede llegar a saber, sin embargo ¿sabes el verdadero motivo? no hace falta que te contengas.
Dudando un poco decido decir todo lo que sé.
-El verdadero motivo es que la Iglesia nos maldijo con la "bendición de intercambio" del Dios Ignis otorgándonos más fuerza, velocidad, intuición, y todo tipo de habilidad que pueda servir para matar a cambio de tener una correa atada al Emperador y al Papa de la religión de Ignis pero la "bendición de intercambio" desapareció junto con la religión de Ignis gracias a Korákia Mágissa.
Esta información era algo que me había dicho la dama que está encargada de enseñarme, ella dijo que tenía que saber la verdad para que pueda tomar decisiones por voluntad propia.
El hecho de que el Imperio de Gigantas tenía un acuerdo con la Religión de Ignis nunca salió al público, el Imperio financiaba las investigaciones de la Iglesia a cambio de que esta pueda conseguir un soldado que sea ciegamente leal al Emperador y que sea invencible en batalla. Tardaron más de cien años en poder crear a tal monstruo que fue adiestrado por la Iglesia y luego entregado al Imperio Gigantas como un noble de otro continente que venía a instalarse en el Imperio.
-Exacto, cada vez que un Athánatos mata a alguien la tentación de hacerlo cada vez que tiene la oportunidad es demasiado grande, por eso nuestra familia tuvo muchos incidentes en entrenamientos.
-Todavía no lo sentí.
-Es porque no tienes en tus manos una espada. La espada de la familia fue bendecida por la Religión de Theos, por lo que no solo me quita la necesidad de matar, sino que me deja pensar razonable cuando estoy cerca del Emperador.
-¿Padre no podía controlar sus pensamientos cuando estaba cerca del Emperador?
-Así es, supongo que a ti no te pasó incluso después de matar a los asesinos y fuimos a despedirnos del Emperador… es como ella dijo.
-¿Ella?
-Desi, ¿sabes quién es tu madre?
Lo miro sorprendida, un cambio de tema abrupto y algo de lo que mi padre nunca habló, en mis siete años de vida. Aunque le pregunté acerca de ella muchas veces, nunca me dijo, y todo aquel que hablase conmigo ni siquiera insinuaba algo acerca de ella, era un tabú en todo el reino.
Dudando le respondo –Creo que se llamaba Arketa, pero nada más.
-Así que a pesar de todo descubriste su nombre –dice con una sonrisa cansada –ella falleció cuando tu naciste, yo… estaba realmente triste, incluso quise odiarte por eso… -mientras hablaba miraba hacia abajo, no veía por ningún lado la grandeza que siempre irradiaba el inigualable Gran Duque Theikos –yo la amaba más que a nadie, sería capaz de renunciar a todo por ella, sin embargo los humanos morimos… -se quedó mirando hacia la misma ventana que yo estaba mirando anteriormente.
Me quedé callada esperando a que el volviese a hablar, pasaron unos cinco minutos en silencio, luego de un suspiro el volvió a hablar.
-Su nombre era Arketa de Eléftheros, séptima princesa del Reino Mageía. –mi madre era una princesa de otro reino, eso no me esperaba, sobretodo porque nunca recibí un regalo de cumpleaños de parte de un reino extranjero… o bien mi padre lo ocultaba, no sería difícil para el hacerlo.
-Aunque fue una boda arreglada por el Emperador y el Rey de Mageía, solo pudimos vivir cuatro años juntos antes de que ella…. –mi padre me mira por primera vez- ahora estoy muy feliz de tenerte conmigo, sin ti me hubiera desmoronado.
Desvío la mirada inconscientemente, pude sentir que mis mejillas se sonrojaban. Pese a eso me percaté de que mi padre estaba actuando raro.
-En seis meses iremos al Reino de Mageía, conocerás a tus abuelos y yo haré unos negocios, el viaje nos llevará aproximadamente dos meses y medio, nos quedaremos otros dos meses, así que si no hay problemas por el camino tardaremos menos de seis meses.
Con tanta información en poco tiempo empiezo a mirar confundida a mi padre, él se levanta y me frota el cabello mientras sonríe, luego abandona la sala.
Al final no me contó que fue lo que mi madre le dijo.
Pero ahora estaba segura, algo iba a pasar.
***
Pasaron cinco meses desde que mi padre me dijo que íbamos a viajar, lo que significa que faltaba una semana antes de irnos, estaba tomando el té con Neomi cuando me puse a pensar en todo el entrenamiento que pasé.
Mi padre era estricto conmigo, demasiado estricto, no me permitía tener fallas, logré hacer cosas en semanas que a la persona promedio le costaría años en lograr.
Aprendí a como dominar el ambiente en una batalla, como infundir miedo a los rivales cuando era necesario, como parecer débil cuando tenía que engañar, iba aprendiendo a pasos agigantados. Y un día mi padre me dijo algo que hizo que me sintiera la persona más fuerte del mundo.
Él dijo "Eres la Athánatos más talentosa que ha nacido en la familia"
Gracias a esas palabras ahora puedo ver la diferencia entre las personas con talento y las que no.
También me dijo que no debería dejar que mi ego me cegase, pero eso no iba a pasar ya que como Athánatos tenía que mantener todos mis sentidos bajo control.
-Eeh… Desi, estás haciendo una sonrisa aterradora –con esas palabras Neomi me saca de mis pensamientos.
Con un carraspeo miro a Neomi que me está observando asustada –Lo siento Neomi, estaba perdida en mis pensamientos – volteo la cabeza, sentí como me sonrojaba debido a la imagen vergonzosa que no debería haber visto.
-Por cierto Desi… ¿algo te preocupa? –pregunta dudosa.
-No, estaba considerando decírtelo hoy –digo mientras me vuelvo para mirarla, soltando un suspiro hablo –a decir verdad tengo que ir a un viaje con mi padre en unos días y tardaré aproximadamente seis meses en volver.
-Eso… es muy repentino –dice con una mirada triste –voy a extrañarte –puso su mano sobre la mía que estaba en la mesa.
*Thump* eres tan tierna Neomi –Yo también te extrañaré Neomi –digo mientras le doy una sonrisa.
***
Cuando las trompetas sonaron era hora de que nos levantásemos para comenzar con la rutina que tenemos.
-¡Arriba novatos! ¡Tú también Defterévon!–escucho a mi superior entrar de golpe y con un balde de agua, que lo lanza a un idiota que todavía estaba acostado, exacto, le lanzó el balde con agua, no solo el agua. -¡Hoy es un día importante!
Frotando el lugar en el que me había pegado el balde lo miro sorprendido.
-El Gran Duque Theikos vendrá personalmente a visitarnos, no avisó específicamente para qué así que quiero a todos presentables –el alboroto no tardo en armarse, incluso yo me levanté de forma apresurada y me puse la ropa más limpia que tenía, solo tenía dos mudas de ropa así que elegí la que ayer nos hicieron lavar, no era un gran dilema.
Al salir del cuartel me doy cuenta que no había rastros de que iba a salir el sol, nos hicieron levantarnos unas dos horas antes de lo normal.
-¡Fórmense! Se van a quedar formados hasta que el Gran Duque llegue, eso será hasta dentro de tres horas –dejando esas palabras el Jefe de guardia volvió hacia el cuartel, seguro va a dormir, vago de mierda.
Si alguien escucha mis pensamientos seguro no solo me darán una penitencia por mi falta de respeto hacia mi superior, pero nadie puede leer mentes… creo.
Las tres horas pasaron rápidamente, cuando abrí los ojos el sol se veía claramente, a decir verdad me encandiló, y ciertamente no estaba durmiendo parado, solo cerré los ojos por tres horas y dejé que el tiempo fluyese, sí, eso hice.
También llegaron más soldados de rango alto que estaban en otros cuarteles de la familia Athánatos, pude distinguir a algunos de rango muy alto, incluso estaba el segundo al mando de la seguridad del Palacio, un tipo aterrador.
*Una basura caminando*, o mejor dicho a Gustav Chazos, un idiota que presume ser parte de la familia Athánatos porque su abuela lo era, sin embargo ella había renunciado a su apellido para poder casarse con un Chazos que era una casa más baja, él tiene un poco de talento pero su arrogancia lo opaca.
Vi que el Jefe de guardia también estaba presente y mirando hacia el lugar de donde venía un escuadrón de los Caballeros del Gran Ducado, la elite entre la elite del Imperio.
Encabezando ese escuadrón venía la persona más aterradora que conozco Ezzio Galinios, el jefe de los Caballeros del Gran Ducado y el segundo al mando del Gran Duque cuando estuvieron en la guerra de Notos… desgraciadamente mi entrenador personal… sin embargo algo no encajaba con esta escena tan aterradora, algo que sostenía Ezzio, una sombrilla, muy bonita a decir verdad, era color rosa claro y aunque recién lo noto también venía a su lado una niña vestida con pantalones y botas largas, tenía cabello azabache que le llegaba hasta la mitad de la espalda, caminaba con confianza delante de los caballeros y sin embargo eso no era lo más llamativo. Lo que más llamaba la atención eran sus ojos... los ojos blancos del primogénito de Athánatos.
A pesar de que nunca la había visto la reconocí de inmediato, era la famosa heredera del Gran Ducado de Athánatos; Desine Fra Athánatos, hija de una leyenda viviente.
-Buenas tardes sir Ezzio y… ¿Lady Desine? –pregunta el jefe de guardia con nerviosismo.
-Estás en lo correcto –dice Lady Desine sin mirar al jefe de guardia, estaba mirando hacia donde estábamos nosotros, apareció una sonrisa en su cara cuando cruzamos miradas que desapareció sin dejar rastros cuando miró a la persona con la que estaba hablando –conque estos son los novatos que empezaron hace pocos años.
-Así es mi Lady… por cierto ¿Su padre llegará pronto? –con dudas pregunta mientras mira de reojo hacia Ezzio que está parado en silencio, cubriendo del sol a Lady Desine. Cualquiera que conociera a este asesino con forma de hombre dudaría de la realidad si viera esta escena.
-No, solo vine yo –dice mientras levanta una ceja -¿por qué preguntas?
-Es que la carta que recibimos tenía el sello del Gran Duque… –está incomodo, que gracioso.
-Es el sello de la familia, y da la casualidad de que yo soy parte de esa familia –obviamente es parte de la familia -Dejando de lado las tonterías, quiero que los cinco peores calificados se alisten para tener un enfrentamiento de prueba.
-¿Por qué? –pregunta el Jefe de guardia. Lady Desine lo mira de forma molesta.
-Son órdenes de mi padre, obedezca por favor –dice con voz monótona, como si estuviera leyendo.
-S-si mi Lady –viniendo hacia nosotros, llama a los chicos que están peores y hace que se alisten, en realidad ya estaban listos, desde hace unas… no sé, ¿tres horas? y casualmente esos cinco son mis camaradas más cercanos. El hecho de que los cinco peores calificados sean cercanos a mi quiere decir algo, o lo hago inconscientemente para parecer más fuerte de lo que soy, algo así como el típico truco de juntarte con gente fea para parecer más atractivo, eso me convierte ¿en un mierda? Ciertamente es algo que yo haría, pero no era mi intención esta vez.
-Ya están listos mi Lady, ¿Qué trabajo tiene el Gran Duque para ellos? –por alguna razón el Jefe de guardia resaltó el rango del padre de Lady Desine, acaso está molesto porque ella vino y ordenó como si fuera la dueña del lugar ¿en verdad quiere discutir con una niña?
-Pff hehe –Lady Desine se ríe, tiene una risa bonita por cierto –lo siento, ahora… -dice mientras pone una cara despreocupada y empieza a estirarse –ellos cinco se enfrentaran a mí al mismo tiempo.
Eso me sorprendió, Lady Desine no pasa los diez años y los cinco contra los que se va a enfrentar tienen entre dieciséis y dieciocho años, o sea casi el doble de su edad, lo sé, soy bueno en las matemáticas.
Todos estaban mirando desconcertados, incluso los altos rangos que vinieron de los otros cuarteles. A pesar de que habrán notado que ella estaba parada observando atentamente a los alrededores y se mostraba completamente confiada, sin embargo los chicos con los que tenía que enfrentarse eran más altos y fuertes que ella, también tenía una desventaja numérica desalentadora. Conclusión, si no tuviera nada en especial no tendría chances de ganar.
-Mi lady, si usted se lastima el Gran Duque –fue interrumpido por nada en particular pero algo que todos pudimos sentir, al agarrar la espada el frio corrió por los alrededores y el aire se puso más denso, la sed de sangre que venía de la niña era algo aterrador.
Inconscientemente puse mis manos detrás de mi cintura buscando mis armas que no traía conmigo. Del miedo pude sentir como una sonrisa se formaba en mi rostro, un monstruo había aparecido en nuestro humilde cuartel.
-No te preocupes, yo he matado a más personas que estos jóvenes –dice mientras pasa al Jefe de guardia que quedó aturdido –así que chicos, no se contengan e intenten matarme con todo lo que tengan, yo solo los dejaré inconscientes –una hermosa sonrisa aparece en su rostro.
***
Desenvainando mi espada me preparo para pelear contra los cinco jóvenes, en el momento en que los vi parados en posición de batalla ya me había imagina más de cuarenta forma para matarlos, unas quince para neutralizarlos y más de trescientos errores que me llevarían a la derrota.
Están a unos quince metros de distancia.
Tomando un suspiro me pongo en posición de combate, los seis usábamos espadas de verdad, estábamos listos para matarnos, o no, solo voy a neutralizarlos.
-Vengan a por mí –al terminar mis palabras dos de ellos se acercan de frente otros dos se separan y vienen por un lado cada uno, y el ultimo desaparece de mi campo de visión, lo que significa que está detrás de alguno de los otros cuatro –fufu que divertido.
Clavo mi pie en el suelo para luego dar cuatro pasos hacia atrás y tres a la derecha, al hacer esto quedo más desprotegida por la espalda pero me da la oportunidad de deshacerme de uno antes de que los cinco me rodeen.
Tomo aire y bajo mi centro de gravedad lo que me deja muchas aberturas pero lo compensa al brindarme una movilidad extraordinaria.
Cuando el que venía por la derecha pisa cerca del lugar donde quedó la marca que había hecho al clavar mi pie en el suelo doy seis pasos a la máxima que puedo moverme quedando delante del joven con cara de idiota. El no pudo reaccionar, fui demasiado rápido, todavía seguía mirando al lugar donde antes estuve. Entonces cuando por fin se dio cuenta miró hacia abajo y…
Mi espada atravesó su boca saliendo por su nuca, luego la giro haciendo que el filo quede mirando hacia arriba y entonces levanto la espada abriendo su cabeza por la mitad… o eso es el movimiento que apareció en mi mente. Era tan fácil matarlo que se me dificultaba demasiado no hacerlo, sentí la necesidad de cortarle la cabeza y bañarme en su sangre… sin embargo pudiendo controlar mis peligrosos pensamientos lo golpeé con el mango de la espada en la cien, haciendo que quedé inconsciente con mi primer ataque.
A mi izquierda habían quedado dos, no, tres, el que se había escapado de mi línea de visión también estaba ahí.
Girando sobre mis talones vuelvo a bajar mi centro de gravedad, esquivo el golpe del mango de su espada que iba dirigido a mi cabeza, estiro la pierna derecha barriendo su pierna izquierda con la que estaba a punto de pisar haciendo que pierda el equilibrio, mi espada estaba a punto de cortar su estómago cuando me doy cuenta de que casi lo mato de reflejo, me enojo y lo golpeo con el puño que sostenía la espada en la mandíbula.
Cuando lo noqueo enfoco mis sentidos en los dos que están más cerca.
Le lanzo una patada desde abajo hacia la mandíbula con mi pierna izquierda al joven que más cerca de mi estaba, con su mano izquierda intenta protegerse de mi pie que estaba a punto de golpearlo, sin embargo cuando mi pie estaba por impactar cambio bruscamente de dirección y golpeo su mano derecha en la que tenía su espada haciendo que la suelte. Con el rebote de la patada y agregando mi propia fuerza golpeo la mandíbula de este con mi talón haciendo que caiga inconsciente.
Agarrando en el aire la espada de mi enemigo recién vencido la pongo en diagonal un poco arriba de mi cabeza y mi espada propia la pongo delante de mi cara con el brazo extendido, en ese mismo instante mi brazo izquierdo tembló debido al impacto detrás de mí (era el tipo que fue hacia la izquierda) y cuando el ataque del enemigo delante de mí también impactó perdí el equilibrio.
Pude sentir como la sonrisa que estaba haciendo cada vez era más grande, la adrenalina de haber hecho un movimiento tan peligroso me hacía feliz.
Aprovechando el impacto del ataque de los dos uso mi desequilibrio para poder rodar hacia adelante sin darles la oportunidad de poder atacar, recuperándome rápidamente del ataque anterior bajo mi postura y me decido acabar con el más delgado primero, dejando así al tipo grande para el final.
Clavo mi pie en la tierra para lanzar una pantalla de polvo hacia donde está el más grande y una de mis espadas hacia el más delgado, al ver que le había tirado mi espada el joven se puso nervioso e intento golpear la espada pero viendo que yo estaba corriendo rápidamente hacia él se inclinó hacia la derecha dándome la libertad de barrer sus pies con mi pierna izquierda y hacerlo caer.
Lanzó mi otra espada hacia el grandote para poder ganar un pequeño lapso de tiempo que usé para clavarle una patada descendente en la cabeza de mi oponente caído.
Solo quedamos el grandote y yo, él tenía una espada y yo las manos vacías, sin embargo fui yo quien hizo el primer movimiento.
Clave mi pie en el suelo y lo alcé con fuerza haciendo que el polvo se levantase otra vez, doy cuatro pasos rápidos para quedar cerca de él, hago una finta hacia su mandíbula con mi puño izquierdo mientras que también hacia otra al fingir barrer su pie izquierdo.
Debido a mis movimientos su guardia tuvo una abertura que usé para golpearlo con toda mi fuerza en su mandíbula, sin embargo, tengo manos pequeñas y tampoco es como si fuera súper fuerte, por lo tanto no solo no lo hice nada sino que me agarró el brazo derecho. Si me apretase más fuerte el brazo creo que podría romperse.
Con mi mano izquierda agarro su dedo meñique y lo tiro fuertemente hacia abajo. Moviéndome un poco hacia el costado pongo su codo sobre mi hombro y con mi pie izquierdo golpeo la parte trasera de su rodilla derecha, haciendo que pierda el equilibrio y dejando que su propio peso haga el trabajo.
*Track*
Su brazo se rompió, cayó al suelo gritando de dolor y yo aprovecho para patearle la cara, haciendo que caiga hacia atrás. Agarro su espada que hace un momento estaba en su mano izquierda y con el mango empiezo a golpearle la cara, luego de unos veinte golpes dejo de sentir el placer por usar la espada así que la tiro y comienzo a golpearle con mis puños.
***
Lady Desine estaba sentada sobre Bort y no dejaba de golpearlo, la cara de este prácticamente ya no tenía forma, pero ella estaba sonriendo bellamente, aunque sus acciones no eran bellas, era como un demonio en el cuerpo de una niña.
Todos estábamos viendo la escena con caras consternadas, a pesar de que se estaba enfrentando a los peores calificados del cuartel estos sujetos no eran débiles, simplemente había mucha competencia, si estuvieran en un cuartel del ejército del imperio seguramente serían parte del promedio general.
Sin embargo una niña derrotó a cinco de ellos fácilmente, sin matarlos, sin ser herida y en menos de un minuto.
Reitero, ella es un monstruo.
-Lady Desine, ya ha ganado –Ezzio pone una mano sobre el hombro de Lady Desine indicándole que deje de golpear a Bort.
Con una mirada asesina ella lo observa por arriba de su hombro, su respiración estaba agitada y su sonrisa desapareció. Ezzio no se inmuta, su cara no mostraba ninguna emoción.
-Lo siento… perdí el control por un momento –dice mientras acepta la mano que Ezzio le tendió y se para –esto no era parte del trabajo, solo vine a buscar a alguien.
Ella comienza a caminar hacia donde estábamos nosotros, los de bajo rango. Se queda parada delante de mí y mira hacia los costados *supongo que está buscando a la persona que había dicho antes* es broma, sé que soy yo, todos están mirándome, ciertamente sabía que me iban a sacar de acá, pero no pensé que Lady Desine sería quien lo hiciera.
-Desde hoy tú, Defterévon, serás mi caballero personal, vivirás y mataras por mí –Dice dejando mostrar su nobleza y autoridad. Ciertamente lo dijo de una forma muy arrogante, pero me gusta.
Hincándome sobre una rodilla tomo su mano llena de cortes y cubierta de su sangre y la de Bort, la besó suavemente –Tus deseos son ordenes que cumpliré a costa de mi vida de ser necesario.
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