Chapter 28: Capítulo 26.
Cuatro años después...
Los Kaiser siempre han Sido una familia llena de riquezas, sobre todo con los negocios que el hijo mayor ha tomado últimamente a su mando gracias a la guía de su padre Derek quien está seguro de que él será un heredero justo para su familia.
Pero había algo que todos tenían en común.
Su amor hacia el menor de los Kaiser, Liam.
Liam había partido hace 4 años hacia un internado especializado para omegas que sus padres consiguieron para él y del cual su tía Yvonne estaba a cargo, no muchos omegas de clase alta iban a esos lugares, eran muy lejanos y no tenían contacto con nadie. La seguridad era estricta, los estudios eran avanzados y todos los omegas masculinos y femeninos debían permanecer allí hasta que se graduaran a los 18 años. Finalmente había llegado el día en qué Liam volvía de aquel lugar como un Omega lleno de más conocimientos y preparado para su ceremonia de mayoría de edad.
La mayoría de edad tanto para alpha's como omegas era su pase para abrirse en la sociedad noble y darse a conocer para hacer conexiones con otras familias, negocios o contratos matrimoniales. El cortejo era muy importante en estas edades y muchos Omegas estaban ansiosos por este día, sé habían preparado por años especialmente para esto.
Y la familia de Liam tampoco era la excepción.
Hace mucho no veían a su pequeño así que deseaban verlo otra vez. Solo lo habían visto un par de veces por videollamada pero Yvonne era estricta y el uso de celulares estaba prohibido así que no recordaban ya el rostro del omega quien había madurado.
— Padres, ¿Cuando vendrá Liam? Su cumpleaños se acerca y ya debe volver. — Dijo Arian desesperado por ver a su hermano menor.
Ryan soltó una risa. — Pronto llegará, falta muy poco.
— Que desespero esto. — Murmuró Fred mirando los arreglos para la fiesta de cumpleaños del Omega.
La fiesta la tenían planeada hace mucho, todos lo estaban esperando con ansias y querían darle lo mejor a su pequeño Liam quien pronto sería mayor de edad. Dereck estaba preocupado sobre todo por los alfas que vendían detrás de su hijo así que se estaba preparando para echarlos a patadas.
Porque nadie se merecía a su adorado hijo.
Ryan por otro lado solo quería ver a su bebé, hace 4 años no lo ve en persona y ya quería abrazarlo. Él solo se reía de como sus hijos y esposo corrían de un lado a otro arreglando las últimas cosas que debía tener la fiesta de Liam. Habían invitado a muchas familias ricas, conocidos y familiares que esperaban con ansias la llegada del menor de la familia Kaiser.
Y por supuesto, Kieran no podía faltar.
En los últimos años, Kieran había obtenido todo lo que en la novela tenía originalmente, todos los amigos de Liam ahora eran suyos, era el príncipe del mundo del entretenimiento con tan solo 19 años y venía de una familia muy prestigiosa. Tenía todo lo que cualquiera quisiera tener.
Pero aún le faltaba algo, un factor importante que Kieran ha ignorado por muchos años al no saber cómo obtenerlo.
Alek Dietrich. El segundo protagonista y también villano.
Alek era espectacular, de él todo era perfecto, medía 1.98 cm, con brazos gruesos, abdominales marcados y piernas largas, su cabello rojizo bien peinado, labios delgados y con unas feromonas que demostraban poder, dominancia y erotismo. Con solo 22 años ya tenía completo control de la empresa de su padre y hasta la había ampliado a otros sectores del mundo, era muy inteligente y además atractivo logrando llamar la atención de todos.
Alfas, betas y omegas tanto femeninos como masculinos estaban detrás de él intentando conquistarlo pero Alek siempre se mantenía frío y distante portando el collar que Liam le regaló.
Kieran observó desde su auto a Alek quien estaba saliendo de su empresa. No entendía que debía hacer para seducirlo, había logrado obtener a todos (con excepción de Noah porque poco le importaba ese Omega y no era de mucha ayuda) pero Alek nunca cayó en sus invitaciones.
— ¿Cuando regresa Liam?
Gideon apareció en la pantalla de su tablet, estaban en una videollamada. — En tres días, están preparando una fiesta enorme que hasta tu abuelo Luther está emocionado.
— Espero que sea una gran fiesta. — Chasqueo su lengua enojado. — Será más interesante.
— Kieran, no hagas ninguna locura.
— Sabes que no lo haría, después de todo yo siempre obtengo lo que quiero. — Dijo arrogante.
El alfa aspiro de su cigarrillo. — Aún no puedo creer que tú hayas ocasionado aquel accidente a Ryan y las falsas acusaciones a Dereck.
— No fui yo, querido padre.
Y era verdad, Kieran no lo hizo o no directamente.
— Pero tuviste que ver...
— ¿Te decepciona? — Sonrió e hizo una señal para que su chófer arrancara y se fuera de allí.
Gideon soltó una risa. — Para nada, con tal de que puedas ganar más fama será mejor para nosotros. Fue ese muchacho ¿No?
Kieran torció los labios. — James se lo tomó en serio. — Dijo con cinismo. — Yo solo le di una idea.
James Evans, aquel alfa psicópata al cual le dió unas indirectas y le lloro, al final hizo todo lo posible para deshacerse de los padres de Liam aunque lastimosamente no pasó, todavía estaban vivos y eso le molestaba. James le prometió deshacerse de lo muy pronto pero por alguna razón no les pasaba nada y el que estaba detrás de eso era Frederick Kaiser.
— Además, debes casarte con un buen alfa de renombre.
El Omega rodó los ojos, aunque si deseaba casarse aún no encontraba al alfa perfecto para manipular, tenía que ser alguien que tuviera todo el mundo a sus pies y así Kieran ser el omega mas codiciado de todos. Tenía muchas opciones que había conseguido durante estos 4 años mientras Liam no estaba.
— No te preocupes por eso, tengo muchas opciones.
Gideon suspiró molesto. — ¿Y Jael?
Jael DuPont, el alfa de 23 años que venía de una familia prestigiosa y tenía un futuro asegurado. Cautivó a Jael desde hace mucho y este solo tenía ojos para él, hacía todo lo que Kieran quería y había dejado a Liam solo por él.
Pero Kieran era ambicioso, deseaba más, deseaba que todos estuvieran a sus pies.
Si pudiera casarse con varios lo haría, no le importaba con tal de tenerlos en la palma de su mano.
— Tengo cosas que hacer, hablamos luego.
Colgó la llamada con su padre y miro por la ventana, en un gran anuncio publicitario encima de un edificio lujoso estaba su hermoso rostro promocionando un perfume que ha Sido famoso. Kieran se estaba volviendo más importante y famoso con el tiempo dándole más poder, además, Jael tenía un empresa de entretenimiento lo que le hacía más fácil todo.
Tenía todo lo que quería y eso le gustaba.
A excepción de una sola cosa. Alek Dietrich.
— Serás mío quieras o no. — Sonrió mostrando sus dientes.
.....
Alek dejo los papeles a un lado y miro por el gran ventanal donde se veía toda la enorme ciudad. Tenía mucho trabajo pero no le importó, la empresa estaba agrandándose más y hace dos años había creado una empresa de entretenimiento creando actores, actrices, modelos y cantantes famosos a lo largo de los años. Tenía mucho poder, fama y dinero, su padre le confío la empresa desde temprano y todos estaban orgullosos de él.
Pero eso no era suficiente para él. Alek se sentía vacío.
Tocó el colla que aún mantenía en su cuello y lo apretó. — ¿Cuando volverá?
Su secretario tocó la puerta y entró. — Jefe.
— ¿Que?
— Le tengo una buena noticia.
El hombre beta sonrió, aunque su jefe nunca mostraba ningún emoción estaba seguro que la noticia que le tenía lo iba a emocionar. — El joven Liam vendrá dentro de poco, cómo bien sabes pronto será su cumpleaños y le harán una fiesta. Le han mandado la invitación. — Puso la tarjeta lujosa y sencilla en el escritorio del alfa quien rápidamente la tomó. — La madre del joven Liam se la mandó.
Alek sonrió después de mucho tiempo, Ryan siempre fue muy querido con él, estaba orgulloso de que le cayera bien así podría tener aprobación de su familia para poder salir con Liam oficialmente.
— Cómprame el mejor traje que encuentres.
— ¿Le llevara un regalo?
— Claro que sí, iré ahora mismo. — Dijo poniéndose su chaqueta y saliendo de la oficina con su secretario detrás.
— Jefe, espere, tiene reuniones.
Alek no le prestó atención. — Cancela todo por hoy, estoy ocupado.
— Pero...
— Hazlo, no lo diré una vez más.
— Si señor.
El pelirrojo salió por el ascensor y fue hacia su auto en busca del regalo perfecto para el Omega, quería verlo y estaba ansioso, lo extrañaba mucho y deseaba ver aquel hermoso Omega.
— Mi Liam.
...
— ¿Cómo te sientes?
Miro al chico que estaba tomando una taza de té, este solo sonrió. — Bien, mucho mejor de lo que imaginé.
— ¿Estás contento por volver?
— Si, extraño a todos.
— ¿Y que harás con Kieran?
El rubio sonrió aún más mostrando sus lindos y pequeños colmillos. — Mmm, he aprendido mucho así que estoy seguro que está vez no me dejaré.
— Dale una patada en el trasero por mi.
— Con gusto.
Y soltó una risita viendo por la ventana de su habitación.
.....
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