Chapter 23: Arya - III
Arya se había quedado dormida mientras estaba en los brazos de su hermano. No era consciente de lo cansada que estaba tanto mental, emocional y físicamente luego de tener que huir de los soldados que querían capturarla y matar a su hermano.
Se despertó aun estando aferrada a Jon, pero en lugar de estar sobre la cubierta del barco, se encontraban acostados en una cama en un camarote algo espacioso del barco. O eso pensó la niña.
Su hermano estaba profundamente dormido, y los tres lobos Huargos dormían en el suelo cubriendo casi toda la superficie libre de la habitación. Jon seguía vistiendo el jubón manchado de sangre, y Arya noto lo diferente que su hermano parecía del guerrero despiadado que se abrió paso por la mitad de Desembarco del Rey mientras la protegía.
Ella sabía que el único motivo por el que Jon se comportaría así fue que estaba preocupado por ella. Igual a como había estado cuando los titiriteros en la Inviernas se la llevaron. La niña sentía remordimiento por haber empujado a su amable y cariñoso hermano a mostrar el lado mas oscuro y salvaje que tenía.
Pero, eso no significaba que toleraría que su hermano, luego de haberla dejado sola, y permitiera que los soldados de la reina la amenazaran, continuara durmiendo cuando ella que era mas joven ya estaba despierta.
Arya estiro sus brazos hacia el rostro de Jon y con su mano derecha apretó la nariz de su hermano, con la izquierda sello su boca, ahora, sin poder respirar debería despertar rápidamente.
Pasaron unos segundos y los ojos de Jon se abrieron, y tras sacudirse las manos de Arya, miro a la niña con una pizca de diversión, exasperación y resignación.
—Te he dicho miles de veces que no me despiertes así. — el tono de su hermano era cualquier cosa menos molesto, por lo que Arya nunca se lo tomaba en serio cuando la regañaba así.
—No quiero. No te despiertas si no hago esto. —Arya le saco la lengua y se rio.
—Arya… me alegro tanto de que estes aquí… —la mirada de su hermano mostraba tristeza y dolor, y eso no le gusto a la niña que lo miraba.
—¿¡Que pasa con esa cara!? No me digas… ¿¡Preferirías que fuera Sansa!? —Arya hizo un puchero, sabia que su hermano reaccionaria ante esto.
—A…Arya… yo no pretendía… es solo… realmente no me agrada Sansa… lo sabes… Arya… yo… es solo que… estoy realmente feliz —a Arya le gustaba ver nervioso a Jon, pero cuando su hermano la abrazo no supo como reaccionar— realmente te extrañe, mi lobita. Pero no puedo dejar de preocuparme por nuestro padre… y si… también por Sansa…
Arya se acurruco en los brazos de su hermano y suspiro. Ella realmente no pretendía que reaccionara tan exageradamente… «pero supongo que gane… ¿pero que gane?» La niña miro a su hermano, luego le dio un codazo y salto de la cama.
—¡Apestas, estas cubierto de sangre, y tengo hambre!
Jon la miro con una expresión divertida.
—Solo tienes hambre, ¿no? —dijo riéndose.
—¡No! ¡Toma un baño, es impropio que un Lord luzca de esa forma! —dijo Arya imitando el tono de su madre.
Jon hizo una mueca y asintió.
—Como ordene mi señora. Pero me temo que no tenemos siquiera un poco de agua en este barco.
—Entonces consigue agua. —ordeno Arya.
Jon asintió, se levanto y camino hacia la puerta del camarote evitando pisar a los lobos. Cuando llego hasta la puerta, miro hacia Arya y hablo.
—Por cierto, estamos en Valle Oscuro. Hemos estado aquí desde que atracamos a la mitad de la noche, no estoy seguro de si aún están a bordo mis hombres, pero… ¿quieres salir o te quedaras con Nymeria y los demás?
Arya lo miro sin entender un momento y luego frunció el ceño.
—¿Cómo preguntas eso? ¡Dijiste que no te separarías de mí nunca más! —la niña se sintió agraviada por lo poco que duro la promesa de su hermano.
—Lo siento. No debí preguntar… ¿Entonces, vienes? —respondió Jon extendiendo la mano hacia ella.
Arya lo tomo de la mano y lo siguió a la cubierta del barco. Allí vio que estaba casi completamente desierto, solo estaba Syrio su maestro de espada sentado sobre un barril.
—Oh, entonces por fin habéis despertado. —dijo Syrio al verlos salir del camarote —Lord Jon, sus guardias han ido a conseguir información. Esta espada esta lista para pelear si llegara a ser necesario, y los protegerá a ambos con su vida.
Jon le sonrió a Syrio, y Arya pensó que seria muy bueno si su maestro de espada sirviera como su guardia y el de su hermano.
—Es bueno ver que se encuentra bien, Syrio. —dijo Jon — me alegra que haya decidido acompañarnos.
—Mi discípulo aún necesita más entrenamiento. —fue lo que la ex-Primera espada de Braavos le respondió a Jon. Pero entonces la expresión de Syrio se volvió complicada — no obstante, tiene mucho que explicarnos a mi discípulo y a mí, no es así, ¿Su Alteza?
Arya no entendió porque su maestro se refirió a Jon así. Pero por la expresión de su hermano, parecía que el motivo era algo complicado de explicar o que era difícil para el decidir si decirlo o no.
—¿¡Qué me estas ocultando!? —Arya miro a su hermano con reproche. Y Jon suspiro con una mueca en la cara.
—Es complicado… —susurro Jon.
—¡¡Dímelo, ahora!! —ordeno Arya.
—Ugh… esta bien, pero es mejor no hablar de eso al aire libre. Síganme.
Jon se alejo hasta una trampilla en medio de la cubierta del barco, la levanto y bajo las escaleras. Arya lo siguió rápidamente con Syrio detrás de ella.
Una vez estuvieron en lo que parecía la bodega del barco, Jon los miro a ambos y comenzó a hablar.
—Arya… yo… no soy hijo de Lord Eddard Stark, tu y yo, no somos realmente hermanos. —dijo
Esas palabras a Arya le hicieron sentir infeliz, quiso golpear a su hermano por decir eso, pero Jon no le dejo tiempo para hacerlo pues continúo hablando.
—En realidad soy el hijo de Lady Lyanna Stark y el Príncipe Rhaegar Targaryen. — su tono era complicado de entender para Arya, ella sintió que él estaba orgulloso de ser hijo de ellos, pero aun había algo que le impedía aceptarlo realmente. — y el nombre que me dieron mis padres no es Jon, mi nombre real es Aemon Targaryen, y soy el legitimo heredero de la dinastía Targaryen.
—¿Cómo es eso Jon? Eres hijo de mi padre, mi hermano. —Arya sabía que estaba llorando, pero sus lágrimas no eran algo que pudiera detener.
—Lord Eddard es mi tío, Arya, y tu eres mi prima. —respondió Jon —Pero Lord Eddard es quien me crio, quien me protegió todos estos años, así que sí, yo lo considero un padre. Y tu eres mi hermana, puede que no seamos hermanos de sangre, pero nos criamos juntos, y te quiero mucho mi lobita. —Jon se le acerco, y trato de acariciarle la mejilla, pero Arya se apartó.
—¡No me toques! —la niña grito — ¡No eres mi hermano! ¡Si me tocas no voy a poder casarme!
Arya no entendía porque estaba actuando como Sansa, pero sabía que se sentía incomoda con que Jon estuviera cerca. No es que le molestara, ni que no lo quisiera, solo… no se sentía correcto.
«¿Qué me pasa? Cuando pensaba que era mi hermano no me importaba»
—Entiendo… Pero Arya… ¿Desde cuando te preocupa poder casarte? — respondió Jon, la última parte la dijo riéndose.
Arya se sintió furiosa. No podía creer lo falto de tacto que era Jon.
—Claro que me importa. Soy una chica. Solo no quiero que alguien más decida con quien debo casarme. —Arya se acerco a su hermano y lo pateo en la pierna. Luego retrocedió enfurruñada.
—Oh… Lady Catelyn estará feliz de que estes interesada en algo apropiado para una dama. —Jon se estaba burlando de ella, y no entendía porque, pero eso la hacía enojar…
«No se suponía que fuera así… no es así como deberías responder»
Syrio los miraba a ambos, y solo suspiro.
—Entonces, Su Alteza… He oído que los ponientis tienen espadas y escudos juramentados. Pero tu aun necesitas una Guardia Real, ¿no es así? —dijo su maestro de espada.
Arya noto que Jon miraba a Syrio con sorpresa, la verdad ella también estaba sorprendida.
—Una vez fui la espada que protegía al señor del Mar de Braavos. Si estáis conforme con esta espada mía, me gustaría servirle, Su Alteza. —termino Syrio.
Jon sonrió y asintió.
—Nada me sería más grato, Ser Syrio, que contar con usted como uno de mis Guardias Reales. Me temo, sin embargo, que, para completar su ingreso en la mi Guardia Real, tendremos que esperar a que mi Lord Comandante este presente. —respondió Jon —Y necesitaremos conseguir siete capas blancas de buena calidad.
—Entonces, Su Alteza los dejare solos para que resuelvan su… conflicto. —dijo Syrio mientras subía la escalera y salía de la bodega.
Arya se quedo mirando a Jon, sin saber que hacer o que decir… «Por que estoy nerviosa, es solo Jon»
Jon por su parte solo la miro un momento, suspiro y hablo con un tono apropiado para usar con una dama sureña. Como si ya no fuera su lobita, eso fue lo que peor hizo sentir a Arya.
—Entonces, Lady Arya. — comenzó Jon, no Aemon— A partir de hoy estarás bajo mi protección, al menos hasta que pueda devolverte a tu señora madre, y a tus hermanos. —continuo — se arreglará un camarote para ti, y permanecerás al lado de Nymeria. — su hermano ya no la trataba como antes, ¿era esta su venganza por no aceptar que la mimara como antes? — Cada vez que quieras salir de tu cuarto, uno de mis guardias deberá estar presente para protegerte. ¿Lo has entendido?
Ella había entendido, había entendido que Jon ya no existía, que nunca volvería a ser como antes, no ahora que ella sabia la verdad. Jon nunca volvería a tratarla como su hermana mas adorada. No era eso lo que el quería, sino lo que ella había provocado al rechazarlo. Ella era la única culpable.
«Me prometiste que no te alejarías… Juraste que te quedarías conmigo siempre… que nadie me alejaría de ti… entonces… ¿Por qué?»
Arya solo pudo asentir con la cabeza, y luego vio como su hermano, no, ya no era su hermano… como Aemon Targaryen, su primo subía la escalera y la dejaba sola en la bodega del barco.
...
...
Arya permaneció con Nymeria en la habitación que Aemon le asigno hasta que se hizo tarde. El estomago le rugía por el hambre, pero sabía que, si su primo no la había llamado para comer, ni le había enviado comida a su habitación significaba que aún no habían regresado los lacustres que servían como sus guardias y asistentes.
Aburrida, Arya dejo su habitación junto a Nymeria, y afuera de su puerta vio a Syrio Forel su maestro de espada, y ahora un miembro no oficial de la Guardia Real de su primo. Aparentemente Aemon lo había dejado encargado de protegerla, esta vez el Braavosi no llevaba una espada de madera, sino una de verdadero acero.
Tenia equipada una armadura ligera que ella no había visto antes, lo que significaba que la habían comprado para el ese mismo día. Pero de ser así, por que Aemon no le había traído comida, ¿es que ya no le importo?
—Chica, veo que estas mejor. No creí que tu primo te trataría así cuando me fui. No entiendo a ese príncipe… Si le gusta una chica porque no ser sincero… —las palabras de Syrio fueron dichas con seriedad, y eso hizo que Arya se sintiera incomoda.
«Gustarle… no… a Aemon solo le gustaba tener a alguien a quien mimar…» Arya, nuevamente estaba de muy mal humor.
—Tengo hambre. —dijo ignorando las palabras de su maestro— ¿Por qué Aemon no hizo que me trajeran algo de comer? —la ultima parte estaba cargada de resentimiento, algo que ella no entendía pues Aemon era la persona que más quería y ella sabía que nunca la maltrataría.
—Su Alteza esta negociando, chica. — respondió Syrio— esta tratando de que los Rykker le entreguen la ciudad.
—¿¡Que esta haciendo, que!? —Arya estaba asustada, los señores de Valle Oscuro le debían su posición a los Targaryen, pero aun así era peligroso que Jon se rebelara al mundo sin tener suficiente apoyo. — ¿¡Por que lo dejaste ir!? Eres su Guardia Real.
Syrio la miro con exasperación. Y luego respondió.
—Si, chica. Soy su Guardia Real, pero eso significa que debo obedecer al chico. Si el dice que salte, saltare. Si dice mata, matare. Si dice, protege a mi lobita, protegeré a su lobita.
Arya sintió que su rostro ardía al escuchar lo ultimo que Syrio había dicho, nunca antes había pensado demasiado en que Jon la llamara su lobita, pero el "su" en este momento hizo que Arya se sintiera avergonzada.
«Suya… ¿soy suya?» eso a Arya no le molestaba, es más, prefería que Jon la tratara como tal, pues así la había tratado desde que podía recordar.
«Que diablos estas pensando, Arya. Es imposible que Jon se interese en una niña de diez años, cuando mucho le caes bien»
Arya se quedo en la cubierta del barco durante varias horas, hasta que Aemon seguido de sus guardias lacustres, y veinte soldados caminando bajo el estandarte de los Rykker parecieron caminando hacia ellos.
Aemon subió al barco, mientras que sus acompañantes se detuvieron en el muelle. Arya vio a su primo caminar hacia ella, y luego lo vio agacharse frente a ella para quedar a la misma altura de sus ojos.
—Arya —le dijo su primo con el cariño de siempre— he conseguido que los Rykker nos protejan gracias a sus deudas con la Casa de mi padre, ya no iremos al Norte, la flota real ha bloqueado Valle Oscuro, y ya se ha anunciado que capturaron a Lord Stark, por eso nos quedaremos aquí, al menos hasta que pueda asegurar una ruta al Norte. Por ahora nos quedaremos en Fuerte Pardo, y públicamente Lord Rykker y los suyos estarán siendo retenidos como rehenes. Pero eso ya es suficientemente bueno. Estamos a salvo.
Arya se quedo mirando a su primo, sabia que el aun estaba manteniendo su distancia, pero ella no quería eso. Así que hizo lo que habría hecho si nunca hubiera pasado nada, y de un salto abrazo a Aemon. Y esta vez, no le permitiría alejarse, incluso si fuera el quien ya no quisiera tenerla cerca.
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IgnathiusNZX
IgnathiusNZX Mas tarde publicare otros dos capitulos que seran de Jon/Jaime donde se desarrollara el asedio de Valle Oscuro, y tambien la rotura del Asedio.
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