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-Eso es todo lo que recuerdo antes de la explosión… después todo fue oscuridad, y ahora desperté así…
Explicaba Emder recostado en una cama, mientras miraba el lugar donde debería estar su brazo derecho.
Frente a él estaban Morkhen y Angro escuchando atentamente cada palabra, pero las cosas eran demasiado superficiales.
-"..."
-"..."
Los dos estaban en silencio después de escuchar su testimonio acerca de lo que realmente sucedió.
-Voy a salir un rato.
-Yo te seguiré, Emder descansa un poco, despertaste no hace mucho.
Morkhen decidió salir de la habitación a lo que Angro quiso seguirle.
-Entiendo…
Emder por su lado todavía no podía levantarse de la cama, su cuerpo no se había recuperado lo suficiente.
Afuera, Angro y Morkhen caminaban por el amplio pasillo del edificio.
-Lo escuchaste, verdad, seguimos sin saber quién fue el asesino.
Empezó Angro.
-Si, si lo sabemos, el que mató a mi hermano solo era alguien que estaba viviendo en el bosque… el verdadero culpable fue quien lo envió allí, el que te dio el encargo.
-Tu hermano era alguien que podría considerarse cercano a mi, no había manera de saber qué era lo que le esperaba en ese lugar.
Angro habló en su defensa.
-Lo sé, no te culpo por eso… solo fueron coincidencias desafortunadas.
Morkhen describió los hechos tal y como los escuchó del único sobreviviente.
-No quedó ningún registro en los dispositivos de grabación, cualquier información relacionada fue eliminada y para asegurarse incendió la zona… comunicaciones interrumpidas, escáneres, detectores superados y esa explosión al final que nos relato… eso lo confirmó.
Llegaron rápidamente a una conclusión.
-Si, el que los mató, su tecnología superaba por mucho a la del equipo de tu hermano.
Explicaba Angro.
-Pero las heridas de muerte fueron provocadas por sus propias armas, excepto tú hermano y el novato… el resto tenían pernos atravesando sus cuerpos, apenas se podían identificar después de ser comidos por los Huargos.
Esos fueron los resultados encontrados por el equipo de investigación cuando los envió a recuperar los cuerpos.
-Si, debe ser alguien muy hábil en combate cuerpo a cuerpo, sigilo y equipado con tecnología de punta… además que por alguna razón estaba viviendo en el bosque, ya son varias cosas para buscarlo.
-No creo que sea tan fácil, el análisis de una muestra de ADN no encontró nada en la base de datos… ¿Qué crees?
Angro ya había investigado cada pista recuperada en el lugar.
-Desde luego que se lo que puede significar eso, pero no cambia nada, es muy extraño que utilizó armas de distancia para acabarlos… un noble no haría eso.
Morkhen deducía las diferentes características del asesino basándose en los hechos y la historia de Emder.
-Igual era muy fuerte…
Angro no era un luchador, sus habilidades fuertes eran los negocios, por lo que necesitaba escuchar la opinión de Morkhen.
-Pero no era un creciente… rompió el corazón de mi hermano con un golpe que ignoró la defensa externa enviando el impacto directo al interior, ni siquiera yo podría hacer eso.
-...
Angro lo observó pensativo, eso era algo que había pasado por alto.
Y entonces preguntó.
-Si lo encuentras…¿Podrías acabar con él?
-"..."
Morkhen pensó antes de dar una respuesta, después de todo, solamente eran especulaciones y estimaciones de las posibles habilidades del agresor.
Después de unos segundos habló.
-En este momento podría acabarlo en un instante… estimó que debe ser un portador de primera con una destreza insana, pero el muro de la fuerza no puede ser superado.
-Oh… ya veo.
Angro guardó silencio.
Siguieron avanzando hasta llegar a un ascensor, en el que empezaron a subir a los pisos superiores.
-Entonces, ¿Ahora quién es tu enemigo?
Angro no soporto guardar por más tiempo la pregunta y habló.
Morkhen no dudó en responder, por un instante su mirada se volvió seria.
-Los dos, el que hizo el encargo y el que asesinó a mi hermano, a ambos, algún día les haré pagar.
Angro no se inmutó por el aire peligroso que llenó el pequeño ascensor.
-Ya veo, entonces tienes un camino muy peligroso por delante, yo ya he hecho todo lo posible por ayudarte.
-Te lo agradezco… perdón por obligarte a decirme el nombre del empleador.
Dijo Morkhen volviendo a su tono normal.
-...pusiste tu espada en mi cuello y amenazante con decapitarme.
Contestó Angro con cara de resignación, le habían obligado a romper la ley de confidencialidad, si el hecho se revelaba al público muchos clientes perderían la confianza en él.
-Ya te dije que lo lamento, estaba desesperado.
Volvió a disculparse.
-...espero que haya servido de algo.
-Y si que lo hizo… adivina quienes fueron los primeros en comunicarse conmigo cuando me convertí en caballero.
La cara de Angro se llenó con una expresión de asombro.
-"¡Klink!"
El sonido del ascensor llegando al último piso y las puertas abriéndose le interrumpió.
Estaban en el ático, el paisaje se componía de otros enormes rascacielos metálicos y el desierto de arena a lo lejos, algunas pocas naves de órbita baja sobrevolaban la enorme ciudad.
-Mmm… aquí el aire es más fresco.
Dijo Morkhen relajado.
-No cambies el tema, ¡La "Casa Grahner" te pidió que te unieras…!
Angro por otro lado no pudo evitar gritar las palabras que contuvo cuando el ascensor llegó al lugar.
-Así es y yo los rechacé.
Pero Morkhen habló relajado.
-¡¡T-tu…!! ¡¡Tienes siquiera una idea de lo que hiciste…!! ¡Mira hacia allá!
Angro señalaba alterado uno de los rascacielos en la distancia.
Era enorme, apenas había otras cinco edificaciones que le igualaban o superaban en tamaño, no cabe duda que el tamaño era símbolo de poder y prestigio aquí también.
En comparación a eso, el edificio de Angro era mucho más pequeño, como un bebé al lado de un adulto.
-Eso es solo su sede aquí… tienen una en cada ciudad del maldito planeta, están metidos en todos lados, una familia de caballeros bajo el mando directo del propio Varón.
-...si, ya lo sé.
Morkhen respondió con naturalidad.
-No, no tienes idea… sigues obsesionado con tu hermano muerto y olvidas que por aquí muere gente todos los días… incluso tú mismo no tienes las manos limpias.
Pero Angro no pensaba de la misma manera, expresando sin temor alguno su opinión.
-...tengo mis razones, no puedes entenderlo.
Con su calma característica caminó despacio hasta el borde de la azotea, dando la espalda a Angro, quedó observando el paisaje mientras disfrutaba el fuerte viento de las alturas golpeando su cuerpo.
-Lo que sea, si vas a ir en contra de ellos asegúrate de no arrastrarme contigo.
Dijo Angro dándose la vuelta para entrar al edificio.
-...Esto es mi carga personal, puedes estar tranquilo.
Fueron las palabras que escuchó Angro antes que las puertas del ascensor se cerraran.
Allí, en lo alto del edificio quedó solo el corpulento Morkhen, observaba con un rostro serio el edificio de la "Casa Grahner", con su ojo mejorado después de la evolución podía ver claramente el escudo de la familia a pesar de la larga distancia.
Sin darse cuenta las palabras salieron de su boca.
-Antes, nosotros también disfrutamos de esa gloria… ahora he quedado yo solo para recuperarla.
Recuerdos complicados de su pasado llenaron su mente, cuando era más joven, su planeta todavía era próspero y no se habían convertido en una raza de refugiados obligados a huir de su tierra.
-Hah… debo seguir avanzando.
Un ligero suspiro, seguido de palabras de aliento para sí mismo.
Morkhen a veces actuaba extraño, a diferencia del gigante corpulento que se veía en el exterior, su conducta se regía por su propio código moral establecido.
-El juramento… se rompió.
Fueron palabras de arrepentimiento con significado solo para él.
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Dentro del mismo rascacielos al que observaba Morkhen en la distancia, un hombre alto caminaba por sus pasillos.
La iluminación era escasa y las paredes de colores oscuros pulidos como la obsidiana, lo que generaba un ambiente sombrío pero lleno de elegancia.
El hombre vestido de negro caminaba recto con sus manos recogidas en la espalda.
Otras personas se apartaban de su camino cuando le veían acercarse, demostrando que su estatus era superior al de ellos.
Siguió avanzando hasta detenerse frente a una enorme puerta, donde estuvo de pie por unos segundos.
-"Klap"
La puerta se abrió en un instante y el hombre entró a la sala.
-¡Mmmm…!
-¡Ahh…!
Se escuchaban las voces llenas de placer de mujeres entre la oscuridad que impregnaba la sala.
-¿Por qué me interrumpes?
Esta vez fue la voz de un hombre joven la que se escuchó.
A lo que el hombre que recién entraba al lugar se arrodilló en el suelo, con la mirada hacia el piso, sin la menor intención de alzarla en símbolo de obediencia absoluta.
-Es un asunto urgente.
Fueron sus únicas palabras.
-Entiendo.
-"¡Klack!"
El joven oculto en las sombras hizo chasquear sus dedos, a lo que las luces del lugar se encendieron y las mujeres que le rodeaban quedaron expuestas, todas desnudas con esbeltas y hermosas figuras, empezaron a abandonar la sala.
Ahora el lugar era blanco, extremadamente blanco, a cualquier persona normal el cambio brusco en la iluminación le habría dejado dificultades para adaptarse, pero eso no era un problema para los que estaban allí.
Ahora con la luz acabando con la atmósfera oscura de la sala, se había revelado la figura del hombre joven, piel clara, cabello y ojos rubios, orejas puntiagudas, músculos definidos y una altura prominentemente alta, lo que indicaba que no era una persona común.
El joven quedó sentado en la cama donde antes había disfrutado la compañía de las mujeres, no se molestaba por cubrir su cuerpo ante la presencia del sirviente.
-Me has interrumpido en el momento justo… ¿Qué ocurrió esta vez?
Pregunto apenas estuvieron solos en la sala, los asuntos aquí requerían su atención, de otra manera no sería necesario que se reuniera en persona.
-Una disputa por recursos con la "Familia Proimer" en la mañana, los dos equipos enviados empezaron una disputa y terminó con pérdidas para los dos lados… en nuestro caso fueron dos caballeros…
-Hah… mierda.
El joven no pudo evitar quejarse.
En la Ciudad del Pecado los caballeros eran recursos valiosos, su número apenas superaba las decenas. Su muerte era una pérdida lamentable para cualquier facción.
-Entonces mayordomo… ¿Qué fue lo que sucedió?
-El objetivo era una mena enorme de Acrenio
Cristalizado que impactó en el desierto…
El mayordomo explicaba los sucesos.
En los mundos gobernados por el Imperio la minería está prohibida dentro de los planetas, por lo que en el caso de Volheim, hay una excepción, sus anillos están compuestos por varios minerales valiosos que de vez en cuando entran a la atmósfera y caen como meteoritos, su valor es muy alto en el mercado y obtenerlo no rompe las leyes Imperiales.
Lo que convierte a esta práctica en algo bastante rentable para las organizaciones de por aquí, cuando cae alguna roca valiosa siempre se desatan peleas que terminan en muertes.
-Hemos perdido un poder de batalla considerable.
Dijo el joven mientras se levantaba.
Levantó el brazo y una copa de vino que estaba sobre una mesa cerca de él voló por el aire hasta su mano, sin derramar una sola gota.
Había hecho uso de su habilidad como ser creciente.
Una vez la sostuvo bebió un sorbo profundo..
-...
El mayordomo quedó en silencio, esperando a escuchar su próxima orden.
-Pon más esfuerzos en reclutar miembros, no podemos quedarnos atrás al resto de familias… los Proimer seguro no van a tomar represalias por un tiempo, esta vez fue su victoria.
Decía el joven mientras caminaba hacia el cristal que cubría todo el edificio por el exterior.
-A su orden, revisare entre los mercenarios, a veces suelen surgir individuos útiles.
-"Mmmh"
Escuchó a su maestro murmurar algo.
-Ven aquí y mira esto.
Al escuchar la orden, sin decir palabra alguna camino hasta llegar cerca de su espalda, ambos observaban a través del cristal el paisaje de la ciudad fuera.
-Sentí algo extraño por un momento, mira hacia allá, en el edificio pequeño.
El mayordomo se acercó un poco más y concentró su vista hacia el lugar donde le señalaban.
El era un ser creciente en etapa 1, aún así la distancia era demasiada, por lo que divisar detalladamente algo requería un poco de esfuerzo.
Allí pudo observar a otro ser humanoide, alto y piel oscura, observando hacia el edificio donde estaban.
-¿Lo conoces de algo? Puedo sentir sus intenciones desde aquí.
Preguntaba el joven a su mayordomo, rara vez trataba con la gente, así que estaba seguro de no haber visto nunca ese rostro.
-Lo conozco, Morkhen de Vortshem, es un caballero que recientemente rompió el muro, tiene talento y ya le intente reclutar varias veces pero siempre rechaza.
El historial de Morkhen era conocido por el mayordomo.
-Oh… cuéntame más. ¿Qué le ocurrió?,¿Qué le hicimos?
El joven por su lado se sintió curioso al respecto.
-¿Recuerda hace un tiempo cuando hicimos el encargo para buscar una bestia en la zona amarilla?
-Ah, si, era un regalo para mi hermana menor… teníamos pocas pistas y al final terminamos perdiendo recursos y dinero para compensar las pérdidas, fue un mal negocio.
No tardó en encontrar el suceso en su mente.
A lo que el mayordomo, notando que el evento estaba claro en su mente le impartió el resto de la información.
-El equipo que aceptó el encargo y fue exterminado, su líder era su hermano.
Reveló sin cambiar su expresión, a lo que el joven le dirigió la mirada sorprendido.
-Eh… debe ser una broma, no puede existir gente tan estúpida.
El joven se quedó viendo en la distancia, la figura del solitario caballero encima del edificio de Angro, él podía verlo claramente, pero Morkhen no podía verlo desde la distancia a través del cristal.