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Chapter 2: C.2 Capitán Morgan

Mientras Zoro masticaba su sexta ración de comida, una mezcla de frustración y asombro llenaba su mente. En su vida anterior, había sido un ávido fanático de "One Piece" y estaba al tanto de las aventuras de los Sombrero de Paja en Wano. No podía evitar pensar en lo extraño que era estar ahora en este mundo, donde los acontecimientos podrían estar siguiendo un camino diferente.

Con el ceño fruncido, Zoro dejó el comedor y se embarcó en su próxima misión: encontrar el camarote del Capitán Morgan. Siguió las indicaciones y los susurros de los marineros mientras avanzaba por el cuartel, manteniendo su disfraz de forma impecable.

Exploró los 5 pisos del cuartel hasta que en el último piso finalmente, llegó al camarote del Capitán Morgan. La puerta estaba cerrada, pero Zoro no dudó. Con un movimiento rápido y sigiloso rompió la chapa de la puerta con la hoja de su katana.

Abriendo la puerta y adentrándose dentro de la habitación, buscó apoderarse de Wado Ichimonji una vez más. Sabía que debía actuar rápidamente para proteger su valiosa espada y protegerse a sí mismo no quería pelear aun contra la marina.

Con el ceño fruncido, Zoro exploró el camarote del Capitán Morgan, con la esperanza de encontrar pistas sobre sus planes para apoderarse de Wado Ichimonji. Pero en lugar de pistas, encontró algo mucho más precioso: su amada espada descansaba en una esquina del camarote, brillando con un resplandor casi celestial.

Zoro tomó Wado Ichimonji en sus manos con emoción, sintiendo una oleada de alivio y júbilo al recuperar su tesoro perdido. Sus dedos acariciaron la hoja de la katana, admirando la belleza y la perfección de la espada.

Sin embargo, en ese momento de emoción, la alarma del cuartel de la Marina comenzó a resonar con fuerza, rompiendo el silencio. Zoro levantó la mirada con una expresión de determinación en su rostro. Sabía que su escape había sido descubierto, y ahora debía enfrentar las consecuencias de no escapar a tiempo.

Sin perder tiempo, Zoro guardó su katana con cuidado y se preparó para lo que vendría. Estaba listo para enfrentar a cualquier enemigo que se interpusiera en su camino mientras luchaba por escapar.

Zoro sabía que el tiempo lo tenía en su contra, la alarma del cuartel de la Marina resonaba cada vez más fuerte o el así lo sentía mientras su corazón latía fuertemente

Rápidamente, recorrió los pasillos de la base, siguiendo su memoria y sus sentidos agudos. Se movía con agilidad y precisión, evitando cualquier patrulla de la Marina que pudiera cruzarse en su camino.

Mientras avanzaba, Zoro notó que algunos marineros, alertados por la alarma, comenzaban a movilizarse en busca del intruso. Con astucia, Zoro decidió utilizar su uniforme de la Marina para su ventaja. Se mezcló con los soldados que salían en su búsqueda, adoptando una actitud firme y decidida.

A medida que avanzaba en medio de la confusión, Zoro mantenía su semblante sereno y su uniforme impecable, actuando como un marine más en la persecución del intruso desconocido. Aprovechó la agitación en la base para ocultarse entre las filas de la Marina, confiando en que su habilidad y experiencia lo ayudarían a evadir la captura.

Mientras Zoro avanzaba entre los marineros, mezclándose con la confusión reinante, sintió un escalofrío recorriendo su espalda. En un instante, su entrenamiento y agilidad le permitieron saltar hacia un lado justo a tiempo, evitando por poco un ataque sorpresa.

Ante sus ojos, el Capitán Morgan, con una sonrisa siniestra en el rostro, había aparecido de la nada. La confrontación era inminente. En un parpadeo, Zoro sacó sus dos katanas recuperadas, sosteniéndolas con firmeza en posición defensiva.

Zoro: "¿Qué tenemos aquí, Capitán Morgan? Parece que me has encontrado."

El Capitán Morgan: "Oh, pero qué tenemos aquí... un cobarde que intenta escapar en lugar de enfrentar mi hacha, Kahahahaha."

Zoro, sin embargo, solo respondió con una sonrisa serena y una pregunta.

Zoro: "¿Y cómo me reconociste entre la multitud?"

El Capitán Morgan no dudó en responder con orgullo:

El Capitán Morgan: "No existe ningún marine que lleve tres katanas en su cintura."

La respuesta del capitán confirmó que Zoro no podía ocultar su identidad por mucho tiempo. La confrontación entre los dos era inevitable, y ambos se prepararon para un enfrentamiento.

Morgan lanzó multiples tajos con su mano hacha tratando de asestar un golpe a zoro.

Zoro retrocedió un paso y mordió una katana listo para el intercambio de golpes.

El choque de las espadas de zoro y hacha del Capitán Morgan en la base marina fue un enfrentamiento intenso y reñido, los golpes se escuchaban por toda la base.

Después de esquivar los ataques iniciales de Morgan, Zoro decidió entrar en el combate cuerpo a cuerpo, sosteniendo sus dos katanas con firmeza.

Morgan, con su Mano de Hacha, lanzó un feroz ataque, tratando de aplastar a Zoro. Zoro, con movimientos ágiles y precisos, logró bloquear el ataque con sus katanas, pero sintió la abrumadora fuerza detrás del golpe de Morgan.

La base marina retumbaba con el choque de las espadas y el estruendo de la lucha.

El Capitán Morgan no cedía, y ambos contendientes se encontraban en un feroz intercambio de golpes. Zoro se mantenía alerta, buscando cada oportunidad para contraatacar. En un momento, Zoro logró desviar el hacha de Morgan, creando una apertura en su defensa y con una estocada logró insertar la punta de su katana en el abdomen de Morgan.

Sin embargo, Morgan era un adversario duro de vencer. Con tenacidad, golpeó la katana con su hacha rompiendo la katana de zoro y dejando parte de la hoja dentro de si, en cuestión de segundos recupero su equilibrio y continuó atacando con ferocidad.

Zoro se sorprendió y siguió esforzaba al máximo para mantenerse a la par en esta reñida batalla, sus katanas chocaban repetidamente con la Mano de Hacha de Morgan.

El enfrentamiento era un torbellino de movimiento, con ambos luchadores demostrando su habilidad y determinación. Aunque Zoro lograba ganar terreno gradualmente, Morgan no se rendía fácilmente y sus ataques eran devastadores destruyéndose muros y fragmentando el suelo. La batalla estaba lejos de terminar, y ambos continuaban luchando con determinación, cada uno buscando una ventaja en este choque de espadas reñido en la base marina de Shells Town.

Zoro apretó a wado ichimoji en su mano y dijo nitoryu: garra de tigre. Zoro dio un paso hacia atrás para impulsarse y con su par de katanas asestó un corte en el pecho de Morgan.

Morgan: ¡Ahhhhhh! ¡Maldito seas, Roronoa Zoro! (Gritando de dolor mientras su pecho sangra por los cortes) ¡Te voy a aplastar por esto!

Después de esquivar con destreza los ataques del Capitán Morgan y mantener una posición defensiva con sus dos katanas, Zoro al perder una katana cambio su estilo de lucha "Nitoryu", usando dos espadas en lugar de tres.

Morgan, aunque herido por los cortes anteriores en su pecho, seguía siendo un adversario formidable por su gran fuerza. Intentó un nuevo ataque con su Mano de Hacha, pero Zoro, ágil como siempre, esquivó el golpe con gracia y precisión. Luego, Zoro ejecutó su técnica "Corte Huracán", realizando movimientos rápidos y elegantes con sus katanas.

El Capitán Morgan se desconcertó por un momento ante la destreza de Zoro, lo que le dio a Zoro la oportunidad que necesitaba. Con una precisa maniobra, Zoro dirigió sus katanas hacia la Mano de Hacha de Morgan, que aún sostenía con su brazo izquierdo. Las hojas de las katanas de Zoro cortaron la prótesis de hacha de Morgan, dejándolo desarmado.

Zoro emocionado por el extasis de la batalla balanceó la hoja de su katana al cuello de Morgan diciendo. — tú pensabas ejecutarme a pesar de haber echo un trato Morgan, ahora te pagaré con la misma moneda.—

La hoja de Zoro estaba a punto de llevar a cabo un movimiento definitivo y cortar la cabeza del Capitán Morgan cuando, de repente, dos disparos resonaron en el vestíbulo del cuartel naval. *Bang* *Bang*

Uno de los disparos impactó la pared cercana y el otro alcanzó el hombro de Zoro, causándole un dolor agudo y haciendo que soltara la katana que llevaba en su mano izquierda, volteando a observando ver de dónde provenían los disparos.

Para su sorpresa, vio a Helmeppo, el nervioso y arrogante hijo del Capitán Morgan, sosteniendo una pistola con manos temblorosas.

Antes de que Zoro pudiera reaccionar, más marines llegaron corriendo al lugar debido al ruido de los disparos y el choque de espadas. La situación se volvió caótica mientras los marines rodeaban a Zoro, quien estaba herido pero dispuesto a enfrentar la situación.

Ante la presencia abrumadora de los marines y la posibilidad de una confrontación incontrolable, Zoro tomó una decisión rápida. Sin titubear, se dirigió hacia la ventana más cercana y saltó hábilmente a través de ella para alejarse de la base marina de Shells Town.

Con el dolor en su hombro y la determinación en su corazón, Zoro cayó en un arbusto y sin buscar un lugar seguro donde recuperarse y comenzó su búsqueda de un bote para escapar.


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