Download App

Chapter 3: capitulo 3

Ennegrecido por el odio, impulsado por la venganza

Por un momento, esas palabras pasaron por la mente de Mugen una vez se recuperó de las lesiones. Quien hubiera pensado que habría terminado así como estuvo por una chica que aparentaba debilidad en todo su ser.

Sin embargo, eso nadie lo había visto venir, ni siquiera el anterior propietario del cuerpo original.

Solo fue su mala suerte por escoger al objetivo equivocado luego de tener un mal día y estar enojado.

Pero vamos, hacer de su cuerpo un desastre solo por unas cuantas palabras. 

"Te recuerdo." Cuando la visión del anterior sujeto del que ahora ocupa el cuerpo se oscureció, esa frase apareció en su mente que hasta el día de hoy lo persigue algunas veces en sueños.

A decir verdad, es algo tonto, si vas a molestar a alguien y no te gustan las consecuencias que conllevan tus actos, es mejor no hacerlo.

Nico Robín.

El nombre de la mujer quien casi lo mata, o mejor dicho, lo mato.

Aunque Mugen no tiene nada que ver con ella ni con las cosas de antes

solo, no quiere dejar las cosas como están.

Si no actúa y no hace nada para remediarlo, aquel sueño en donde él es brutalmente triturado y doblado por las manos que repentinamente salen de su cuerpo, no podrá dormir en algunas noches y eso le molesta un poco, solo un poco

El problema que tiene en su voz, que es algo ronca y profunda para hablar, se originó de aquella vez cuando le torcieron el cuello.

Mugiwara no luffy y Ace.

Pensar que luego de dos años de estar en este lugar, finalmente se encontraría con esta dos personas.

Los pensamientos de Mugen divagaron en el pasado, pero pronto volvió en sí cuando escucho los gritos en la distancia.

"¡Oye tu chico grande, sí, el que canta y baila, espera un momento!"

"Como conoces a papá y por qué dices ser hijo de él, nunca te he visto en el barco, quién eres."

Weevil que bailaba y cantaba, se detuvo en seco y miro al hombre frente a él, dejo su bisento en el suelo y pregunto con dudas.

"Quién eres y porque me interrumpes." Volteo su cabeza y llamo. "Mami hay un hombre que quiere venderme algo, que hago, le tiró sal y lo echo a patadas."

La señora Bakkin reconoció al hombre parado frente a Weevil. Portgas. D. Ace.

Espera un momento que acaba de decir mi estúpido hijo, vender algo, echar sal.

Miro de reojo a Mugen y lo culpo. Maldito chico, mira lo que haces, no le enseñes palabras que no entiende.

A mugen no le importó y miro a otro lado, evadiendo la culpa, sin pruebas, no hay castigo.

Aunque la señora Bakkin no tenía pruebas, tampoco dudas. El extraño comportamiento y las frases que salen de la boca de su estúpido hijo, alguien debería habérselas enseñado, y quien más seria si solo está Mugen.

Esto es un problema. La señora Bakkin suspiro y cubrió su frente pensando en una contramedida al problema que se avecinaba.

"Oye hombre grande, te estoy preguntando, no me ignores, no te quiero vender nada, solo responde."

Ace, el hombre de sangre caliente, volvió a preguntar y grito algo agresivo, solo él sabía por qué estaba así.

Nunca se habría imaginado que al salir en esta ocasión se encontraría con esta sorpresa, debería decir una gran sorpresa.

Cuando iba a buscar un lugar para comer por casualidad, se encontró con el gran hombre peludo y fornido en medio de la calle que gritaba que es el verdadero hijo de su padre, Edward Newgate, alias Barba blanca.

A decir verdad, Ace se sorprendió cuando observó a Weevil con atención, él había visto el cartel de recompensa de su padre cuando era joven y el parecido entre el hombre frente a él y su padre era bastante.

En especial ese bigote con forma de media luna y su larga cabellera rubia, si le añadía el enorme tamaño, el parecido es bastante.

De no tener el conocimiento de que su padre se encontraba en el nuevo mundo, no dudaría en gritar padre y preguntarle el porqué se encontraba aquí.

La mente de ace era simple y a veces era un poco idiota, tanto así que podía competir con luffy sobre quién era más estúpido, aunque luffy ganaba por la mayoría de votos.

Por lo menos Ace era un poco más maduro, solo en algunas ocasiones.

Weevil se quedó mirando con ojos pequeños y con una mirada en estúpida por un momento, luego recobró el sentido y dijo en tono de disculpa. "Lo siento señor, pero mi hermano me ha dicho que no puedo hablar con extraños que no conozco, así que no me venda nada."

Pensándolo bien, cambio sus palabras antes de acabar. "Pero si tiene algo delicioso para vender puedo pensar comprármelo, mi hermano y mi mami son ricos, ellos pagarán."

Weevil señalo con su dedo hacia atrás.

"Escucha lo que digo gran hombre, te estoy preguntando por qué dices que Barba blanca es tu padre, quien eres tú para decir eso." Ace volvió a preguntar, esta vez se calmó un poco, más o menos entendiendo al hombre frente a él, con una mirada puede entender varias cosas.

Weevil respondió con sinceridad. "Yo soy yo, mi nombre es Edward Weevil, papá es mi padre y mi madre es mi mami, la esposa de papá, mi mami está allá atrás, la ves, y a su lado está mi hermano quién me cuida y me da dulces, lo quiero mucho."

Ace se rascó la cabellera con frustración, suspiro impotente y levantó el sombrero vaquero que le colgaba en la espalda y se lo puso, sentía que si seguía hablando con el gran hombre no solo no conseguiría las respuestas que quería, en cambio, podía rebajarse al mismo nivel y empezar a hablar tontería.

En un principio fue su culpa, de eso no tiene duda, fue grosero y mal educado con el gran hombre.

Pensando en su acción y lenguaje de hace un momento se enderezó y se inclinó. "Lo siento esta vez fue mi error, no debí enojarme contigo sin razón alguna, te pido disculpas."

Weevil no entendió del todo, pero aun así asintió con la cabeza y dijo. "Te perdono vendedor, aunque no sé lo que hiciste, si hiciste alguna maldad es mejor disculparse y devolver las cosas que robaste, si quieres yo te ayudo a disculparte, eso es lo que me enseñó mi hermano."

"Que no soy un vendedor y porque ahora hablas de ser un ladrón, no he robado nada, maldición." Ace pasó a un lado de Weevil con una mirada de pez muerto y maldijo en voz baja.

"Ese tipo viene hacia acá, que hará señora Bakkin, estoy curioso." Mugen espero con calma, tenía ganar de saber lo que pasaría a continuación, miro a la pequeña viejita a su lado y sonrió con diversión.

"Que explicar, no hay nada que explicar, solo dejemos a un lado al mocoso protegido por Barba blanca y sigamos con lo nuestro." La señora Bakkin camino con pequeños pasos ignorando las evidentes palabras de burlas dichas por Mugen 

"Eso lo dudo." Mugen pareció ver la obstinación por parte de Ace y a su curiosidad por saber lo que quiere, aun así siguió los pasos de la señora Bakkin caminando a unos pasos por detrás, él solo está viendo la diversión 

Ace se detuvo cuando estuvo frente a los dos y dijo. "Disculpe ustedes quién, oh, lo siento, lo siento. Un placer conocerlos a los dos, mi nombre es Ace, si no es ninguna molestia les importaría decirme sus nombres y su relación con mi padre."

Ace se inclinó y enderezó, cuando dijo la última frase sobre la relación con su padre sus ojos se detuvieron en la señora Bakkin con curiosidad en sus ojos.

La mirada sin restricciones de Ace sobre la señora Bakkin fue sin escrúpulos y para nada educado, eso molesto a la pequeña viejita que empezó a regañar a Ace como lo hacía con Weevil.

"Que tanto miras mocoso, acaso nunca has visto a una mujer hermosa en tu vida, ten cuidado que te cobró tarifas por ver a esta belleza, tu padre no te ha enseñado de modales, nunca te ha dicho que no tienes que tener esa mirada cuando te encuentras con otras personas."

"Lo siento mucho". Ace se disculpó 

"Perdóname mami, no me golpees."

Weevil se había acercado cuando escucho lo enojada que estaba la señora Bakkin, por costumbre se disculpó y cubrió su cabeza con una mirada de miedo, luego se escondió detrás de Mugen.

"Weevil niño, porque te disculpas tú también, y porque te adelante solo hace un momento, mira los problemas que causas."

"Hermano sálvame." Weevil escondió su cabeza en la espalda de Mugen, pero su enorme cuerpo era obvio para todos, su mentalidad era simple y solo pensó, (si no la veo, ella no me ve), sin tomar en cuenta todo lo demás, es decir, su enorme tamaño en comparación a Mugen, que media menos de dos metros.

"Oh, encontré dulces, hermano todavía tenías dulces en los bolsillos, me los puedo quedar."

Weevil en algún momento tenía una pequeña bolsa en su mano y pregunto con expectativas, olvidando por completo lo de hace un segundo.

Ace miró al gran hombre quien se había presentado como Edward Weevil, luego sus ojos pasaron por Mugen y finalmente miro a la señora Bakkin.

"Disculpe por lo de hace un momento, pero, quiero preguntar a esta señorita, cuál es su relación con mi padre."

¿Señorita? Mugen miro en silencio a la señora Bakkin. Metió sus manos en los bolsillos y noto que no había nada, Weevil comía felizmente los dulces que hurto de su saco.

La señora Bakkin se paralizó por un momento y una ligera sonrisa se le formó en los labios. "Pero mira nada más mocoso, sí que sabes hablar."

"Sin embargo, mi relación con Barba blanca no te incumbe en nada y tenemos cosas que hacer, así que no molestes y apártate del camino."

La señora Bakkin paso por un lado de Ace y grito a Weevil. "Weevil niño, que haces ahí como idiota, sígueme, y tú también chico Mugen, hagamos esto rápido que no aguanto ni un segundo más estando en este país inundado de arena."

"Vamos, por favor señorita, solo quiero que me lo digas, vamos, vamos." Ace no se dio por vencido y una mirada de impotencia con una sonrisa en su rostro tomo la mano de la señora Bakkin impidiendo que se fuera.

"Tú, vendedor de ladrones, porque tomas a mi madre, ella es mi mami y no te la doy, así que suéltala." Weevil grito molesto, su vocabulario se entendió poco, se había metido todos los dulces en su boca y por el rostro se podían ver pequeñas bolitas abultadas.

La reacción de Weevil fue rápida cuando vio que le hacían algo malo a su mami, agarro su bisento de la espalda y estalló en poder asustando a los transeúntes.

Si el chico vendedor de ladrones hacía un movimiento con su mami, él lo cortaría por la mitad. Sus pequeños ojos miraban con fiereza a Ace, quien se sorprendió por el poder de Weevil.

"Espera Weevil niño, cálmate, todavía no hagas nada." La señora Bakkin intervino y levantó su mano para parar el impulso de su hijo.

Ella conocía bien la fuerza destructiva de Weevil y entendió que si los dos peleaban, el terreno sería aplanado, eso era algo que no quería ver.

Por supuesto que, a ella le importaba un bledo las personas que estaban cerca si es que morían en una batalla entre Ace y su hijo, o si el terreno desaparecía por el choqué de sus fuerzas.

Lo que más le preocupaba era al hombre detrás de Ace, es decir, Barba blanca.

Si derrotaba a Ace o en el peor caso, lo matarán, tendría que sufrí las consecuencias y de la persecución del hombre más fuerte del mundo y su tripulación.

Ese escenario no era algo que quería ver y no estaba en sus planes, solo quería vivir tranquila sus días mientras adquiría más riqueza.

Aunque claro, ella tampoco se dejaría tratar así por un mocoso maloliente al que recién le crecieron los pelos.

Pensando en eso, la señora Bakkin ejerció fuerza en su brazo y con un movimiento brusco se liberó de las manos de Ace.

"Muchacho, quien soy yo y que soy de Barba blanca, eso debería ser un problema mío y de nadie más, quien eres tú, un mocoso malcriado protegido por el para hablarme de esa manera."

La señora Bakkin frotó su muñeca y dijo enojada. "Si quieres saber lo que sucede entre yo y el, puedes preguntárselo a tu querido papi, aunque dudo si es que te lo diga o no."

"Sin embargo, solo te digo que lo conozco desde hace muchos años, y muy bien, desde nuestros tiempos de juventud, en ese tiempo tú todavía estabas colgando de las bolas de tu padre y aún no nacías."

La señora Bakkin resopló y volteó su cabeza, ignorando la mirada aún más confundida de Ace.

"Mami, yo también estaba en los testículos de mi padre, como me sacaste de esas pequeñas bolitas, me elegiste por qué yo era hermoso como mi padre."

Weevil a un lado hablo de manera inoportuna y soltó palabra. Su mirada era inocente y llena de curiosidad, las mejillas abultadas con los dulces se movían de un lado a otro tratando de saborearlos mejor.

La señora Bakkin casi se tropezó por las palabras de su hijo, logró estabilizarse y empujó sus lentes de sol hacia arriba.

En su mente maldijo unas cuantas veces más a Mugen por enseñarle palabras innecesarias a su estúpido hijo.

Mugen, que estaba a unos pasos atrás, se tapaba la boca con los dedos y solo veía la diversión.

"Pero esto podría ponerse más divertido, acaloremos un poco las cosas."


Load failed, please RETRY

Weekly Power Status

Rank -- Power Ranking
Stone -- Power stone

Batch unlock chapters

Table of Contents

Display Options

Background

Font

Size

Chapter comments

Write a review Reading Status: C3
Fail to post. Please try again
  • Writing Quality
  • Stability of Updates
  • Story Development
  • Character Design
  • World Background

The total score 0.0

Review posted successfully! Read more reviews
Vote with Power Stone
Rank NO.-- Power Ranking
Stone -- Power Stone
Report inappropriate content
error Tip

Report abuse

Paragraph comments

Login