Chapter 2: Capítulo 2 : EL GIGANTE
El día de nuestra llegada al Valle vacío terminamos de montar un campamento que no era la gran cosa, eran tiendas de cuatro lados con solo 1 o 2 lados cubiertos de tela en los que todos debíamos buscar espacio para acomodarnos a excepción de aquellos que podían gastar en tener una tienda para ellos solos.
Aquella noche se nos informó a todos que al día siguiente iríamos a encontrarnos con el ejército enemigo que se encontraba al otro lado del Valle, esa noticia puso nervioso a los más jóvenes quienes hacían preguntas tontas como
- Tan pronto ?
- No podemos esperar un poco más ?
- Y si mañana llueve ?
A estos los mayores intentaron tranquilizarlos diciendo que todo estaría bien, que si tienen miedo es normal y que mejor intentarán quedarse atrás durante la batalla,
esta reacción por parte de los jóvenes me parecía completamente natural pues la mayoría estaba aqui no por voluntad sino por un decreto
Para mi esto era diferente pues esperaba esto con ansías desde que decidí reencarnar aqui , esperaba saber que sentía estar en una batalla de estas con lanzas, espadas, combate cuerpo a cuerpo tan cerca de la muerte, tan cerca de la acción, tan cerca de saber de lo que soy capaz .
Al día siguiente nos levantamos al salir el sol para marchar hacia el interior del Valle Vacío aquel enorme terreno verde sin nada en su interior que parecía ser un lugar muy beneficioso para quien tuviese la superioridad numérica en una batalla.
Con lo que creo fue una hora de marcha llegamos a un punto donde ya no se podía ver nada más que el pasto verde del suelo,
se empezó a notar una figura a lo lejos justo hacía donde nos dirigíamos que parecia un muro igual de largo que nuestro ejército y mientras más se acercaba más grande se volvía, tarde me di cuenta que esa figura se trataba de otro grupo de personas tambien armadas igual de grande que nosotros, se trataba del ejército enemigo .
Cuando ya era posible diferenciar a los soldados del otro ejército los oficiales nos ordenaron detener la marcha y esperar.
Mientras todos estabamos esperando alguna orden, ocurrió algo interesante en el frente del ejército enemigo
Había un tipo fuera de su fila caminando de un lado a otro moviendo y haciendo girar un hacha larga con sus manos como si de una rama seca se tratara, lo llamativo no sólo era lo que estaba haciendo si no su apariencia pues era un tipo robusto casi obeso, pelo corto, afeitado con armadura completamente de metal y lo más notable su increíble tamaño que resaltaba al estar junto a los otros hombres de su ejército, por la gran distancia que nos separaba no podría asegurar si era o no más grande que el Coronel Superior GILGAG, pero sin duda ese tipo debía medir más de 2 metros.
La presencia de aquel sujetó y la forma en la que jugaba con su hacha un arma que debía ser en extremo pesada hacían que muchos de los que estaban en nuestras primeras filas buscarán moverse más atrás causando algo de desorden en el ejército, algunos incluso comentaban temerosos cosas como
- Ese sujetó nos partirá en dos...
- Mueve esa hacha como si fuera un palo seco...
- Los primeros en enfrentarlo sin duda morirán...
- Ojalá el Coronel Superior GILGAG lo enfrenté...
Mientras esto sucedía yo pensaba en lo que podía hacer ya que aquel sujetó gigante se encontraba justo en mi dirección y talvez yo sería de los primeros en enfrentarlo, pero solo tenía una lanza para la cual no tenía ningún entrenamiento,
mi única opción en ese momento era confiar en aquello que le pedí a la diosa que me envió a este mundo, debía confiar en el talento natural para manejar cualquier arma existente que pedí tener .
En todo el pequeño alboroto que ocasionó aquel gigante, un hombre atrás de mi empezó a hablar en voz alta dirigiéndose a todos
- Miren a estos cobardes , ¡ Deberían sentir vergüenza ! - Exclamó fuertemente
- Veo a muchos buscando esconderse..., hombres y mujeres bien armados con armaduras de calidad que hace unos momentos presumían sus habilidades y experiencia -
grito y todos guardaron silencio por un momento mientras miraban a otro lado
- Miren a este muchacho de aquí -
exclamó el hombre al poner su mano sobre mi hombro
- Este muchacho no ha dado ni un paso atrás, a pesar de ser el quién está justo en frente de ese gigante -
dijo mientras me sacudía de los hombros
Hasta ese momento no había volteado a verlo mientras hablaba pero al sentir su mano rasposa sobre mi hombro giré mi cuello para ver quién era,
se trataba de un hombre viejo calvo con barba blanca y un poco más alto que yo, portaba una coraza azul que parecía de cuero o algún material similar y tenia dos espadas en fundas colgando de su cintura,
El me miró de píes a cabeza y dijo en voz alta
- Vean bien a este muchacho, no tiene armadura alguna, solo tiene una lanza corta para pelear y claramente es muy joven para tener alguna experiencia en batalla...,
aún así no muestra tener miedo -
estas palabras hicieron que todos centrarán su vista en mí,
Aquel anciano me miró y dijo
- Vamos muchacho hay que cambiar de lugar yo estaré enfrenté tu ponte atrás mio -
Talvez hubiera aceptado su propuesta si eso hubiera servido de algo en esta situación y de no ser por que en ese momento quería probar la habilidad que debía tener con las armas .
- No, estoy bien aquí - respondí
- ¿ Que ?, ¿ enserió no tienes miedo ? - preguntó el anciano poniendo un rostro de intriga
- Claro que tengo algo de miedo por probablemente ser destrozado en un momento, pero... si lo piensan un poco no hay donde esconderse - respondí
Todos guardaron silencio para escuchar lo que decía
- No importa que tan atrás estén, si lo piensan ese gigante atacará al primero que se encuentre luego al que este atrás y luego al siguiente y al siguiente y al siguiente hasta que alguien lo detenga,
pero según veo...
¡ nadie aquí cree ser capaz de hacerlo !-
dije con un tono de burla
Mis palabras hicieron que todos empezarán a hablar entre ellos acerca de mi
- Solo se hace el valiente...
- No sabe nada...
- Solo es un muchacho...
- Ya se resignó a morir...
Eran algunas de las cosas que decían, pero yo hice caso omiso de ellas y me dispuse a pensar en que hacer contra ese gigante.
Di por hecho que mi única opción era intentar pelear con mi lanza confiando ciegamente en la habilidad que aún no estaba seguro de tener.
Luego de un rato para distraerme un poco antes de la batalla comencé a ver a mi alrededor sin buscar nada en específico notando de inmediato que a mi lado se encontraba una mujer que antes no estaba ahí, era una señora mayor de 30 años, pelo negro, piel morena clara, brazos delgados pero marcados por sus músculos, tenía un vestido gris corto hasta la rodilla y una coraza de cuero que cubría su espalda y abdomen pero no su pecho que solo estaba cubierto por su vestido .
Esto era algo que por lo general no llamaría mi atención pero en aquel momento mi cuerpo decidió por primera vez reaccionar como el cuerpo de un muchacho de 14 años,
sentí un impulso lujurioso al que decidí no resistirme... talvez por la exótica figura de aquella mujer o por la gran probabilidad de que yo fuera a morir ese día.,
En aquel momento... mi mano derecha se levantó y se dirigió hacía ella hasta posarse sobre su seno izquierdo presionando fuertemente por 2 o 3 segundos que fueron suficientes para hacerme sentir un extasis acompañado de un deseo increíble de copular,
luego de ese pequeño impulso mío la mujer reaccionó al instante y sin darme cuenta ya tenía su lanza en mi cuello y su mano izquierda jalando de mi cabello
- ¿ Que crees que haces maldito ? -
preguntó furiosa
- Yo solo quería hacer esto antes de morir despedazado -
dije mientras señalaba al gigante del ejército enemigo
Ella giro su cabeza para mirar lo que señalaba mientras yo continuaba hablando
- Se que es estúpido pero nunca e tocado una mujer y no quería morir sin saber que se siente -
Dije con tranquilidad
Ella tiró de mi cabello con más fuerza mientras acercaba su lanza a mi cuello aún más
- Si lo haces de nuevo te lanzaré hasta ese gigante para que te haga pedazos antes de la batalla -
Afirmó con sus ojos bién enterados en mi
- ¿¡ Lanzar !? -
me dije a mi mismo
- Dudas que te pueda lanzar niño -
dijo ella
- No no..., esta bien entiendo -
respondí
Ella me soltó para volver a su lugar mientras yo pensaba en lo que dijo sobre lanzar.....
Un momento más tarde el sonido de lo que parecían ser trompetas empezaron a oírse provenientes del ejército enemigo a lo que se podía ver cómo estos se movían hacia nosotros, tras esto de nuestro lado se empezó a oír el mismo sonido y unos oficiales se pusieron a gritar exclamando
- Es hora soldados
- Demuestren su habilidad
- Demuestren su coraje
- Demuestren su lealtad al príncipe Musm
- Demuestren que pueden ser parte del ejército de GILGAG
- Su única misión es demostrar la fuerza de este ejército
- Solo deben pelear con todo lo que tengan
el sonido se hizo cada ves más fuerte y los enemigos empezaron a trotar .
Y al fin una orden se nos dio
- ...¡¡¡ A T A Q U E N !!!...-
Nosotros directamente empezamos trotando y poco a poco íbamos aumentando la velocidad ,
mientras más se acercaba el choque de ejércitos todos se movían más a la izquierda o la derecha buscando evitar al gigante del hacha quien por cierto también mostró tener una gran velocidad corriendo al crear una gran distancia entre el y el resto de su ejército.
Mientras más nos acercábamos pude ver de re-ojo como todo a mi alrededor estaba despejado y que el gigante venía solo hacia mi ,
hasta que de la nada el anciano de las dos espadas pasó corriendo por mi lado izquierdo directo hacia el gigante del hacha dispuesto a enfrentarlo solo,
esa muestra de valor y confianza me hizo querer ver de lo que era capaz el anciano,
pero como ya se me había ocurrido algo para vencer al gigante no podía no intentarlo .
así que aprovechando el área despejada me detuve unos segundos puse la parte derecha de mi cuerpo inclinada hacia atrás con la parte izquierda extendida hacia el frente levanté el brazo derecho sosteniendo mi lanza con la punta hacia el frente levemente inclinada hacia arriba y apuntando con el codo a mi objetivo
arrojé mi lanza con todas mis fuerzas como si fuese una jabalina,
en cuestión de segundos aquella lanza/jabalina pasó por encima del hombro del anciano y llegó a su objetivo perforando el cuello del tipo más grande y pesado que pudo encontrar en su camino...
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