Izuku Midoriya simplemente se sentía deprimido más de lo normal ya que el día le ido de mal a peor...
Su día comenzó con el despertador que no sonó a la hora indicada y no ayudó que su mamá tuvo que salir temprano el día de hoy, al llegar a la aula de clase fue regañado por el profesor.
Pensando en que nada podía salir mal simplemente el tenía que tentar su suerte para que al terminar las clases los matones de Katsuki Bakugo se aparezcan y le dieran una paliza.
Y otra vez tentó a la suerte, porque lo que salió de su boca fue "nada podría ser peor" solo para ser atacado por un villano de lodo grotesco y verde que quería tomar su cuerpo, pero fue salvado por su héroe favorito All Might casi se desmalla pero logró contenerse y simplemente el tentó a la suerte una última vez que nada podía salir mal ya que All Might está aquí y le hizo una pregunta que siempre le había querido preguntar.
"H-hola s-soy Izuku Midoriya soy tu más grande fan All Might, puedes autografiar mi cuaderno" Izuku le dijo llenándose de valor.
"Hahaha Claro joven Midoriya" All Might en un acto de extrema velocidad ya le había autografiado el cuaderno y estaba a punto de irse pero Izuku lo detuvo con otra pregunta.
"S-señor A-all Might quiero h-hacerle una p-pregunta aun s-sin quirk puedo ser un héroe"Izuku dijo con todo el valor que le quedaba pero la respuesta no fue lo que esperaba.
"No Joven no puedes ser un héroe sin un quirk el trabajo de héroe implica poner la vida en la línea contra personas con quirks demasiado poderosos algunas veces"Dijo All Might haciendo una pausa para que El Niño entendiera lo que estaba diciendo.
"Porque no persigues una carrera como doctor o policía aun así ayudarías más de lo que harías como héroe, bueno ya me tengo que ir" dijo All Might para ofrecer opciones volteó y se fue asegurando el villano este seguro en sus manos.
Izuku Midoriya se quedó como estatua al escuchar a su ídolo rompiendo sus sueños en pedazos comenzó a caminar hacia su casa, el no supo cómo llegó cuando se duchó o entró a su cama hasta que por fin se rompió y comenzó a llorar.
Esa fue la última vez que Izuku Midoriya tentó a la suerte y simplemente comenzó a forjar su propia suerte.