Chapter 3: CAPITULO 2
IMPOTENCIA
La noche dejo escapar una leve brisa sonora en el rostro de Tyler que se encontraba cerca de la ventana de la sala mientras ayudaba a su madre con los quehaceres de la casa, liberando un pequeño cosquilleo en sus costillas, haciendo que sus nervios se colocaran a flor de piel, el hecho de que él y su madre estuvieran solos esa noche se le hacía difícil, sabía que en cualquier momento debía afrontarla. Lo esperó por mucho tiempo mientras culminaba sus ocupaciones, pero lo esperado no llegaba, de apoco empezó a creer que su preocupación era innecesaria y cuando terminó se despidió de su madre para después dirigirse a su habitación, pero en eso su madre habló.
—Tyler, detente. Ven aquí. — ordenó, al mismo tiempo que tomaba una silla del comedor y se sentaba para después solo observarlo en silencio.
Sintió la mirada fuerte y penetrante de su madre y se detuvo enseguida, cuando volteo se dio cuenta que ella ya estaba sentada esperándolo, el cosquilleo en sus costillas volvió, lo que le hacía sentir aún más inseguro, entonces solo asintió la cabeza ante su orden y se acercó a ella.
—Siéntate. —
Cada moviendo hecho por Tyler se volvía corto y muy inseguro, su madre muy pocas veces mostraba un aura demandante y terrible. Sorprendentemente cuando sus ojos encontrarón los ojos de color ámbar de su madre ella solo sonreía, se sintió extraño, no sabía porqué pero era extraño.
—Tengo un poco de curiosidad Tyler. Comentó su madre. El ramo de flores que me dierón hoy ¿Dónde las recogierón? Estoy muy agradecida por el bello regalo, pero dime por favor, quiero saber. —
—Las flores... Tyler tragó saliva fuertemente. Las recogimos de camino a casa mamá. Respondió enseguida, él sabía que estás palabras no serían suficientes, así que aumentó una cuántas más. Regresamos a casa por otro camino, su color nos llamó mucho la atención y decidimos traértelas mamá. —
Luego de esta respuesta la mujer volvió a mostrar aquella aura terrible, lo que provocó en Tyler un sentimiento desagradable llegando a hacer que su boca se secará por completo, este era el momento que tanto había deseado que no llegará. Entonces aquella sonrisa desapareció y en su lugar quedó un rostro serio.
—Ya veo. ¿Es necesario que me mientas? Su voz fría mostró todo el enojo que había guardado hasta ahora. Sé dónde las consiguieron, sé sincero esta vez y solo dime una cosa Tyler ¿Se toparón con un cazador en ese lugar? —
El chico no podía mentirle más, porque sabía que de cualquier forma ella lo notaría.
—Sí, madre. Dalia lo hizo. Entonces continuo sin parar para evitar la angustia de su madre. Pero busqué la manera de alejarla de ese tipo y huir de ahí de inmediato mamá, lo juró. —
Fue demasiado tarde, el rostro de su madre estaba muy pálido casi blanco puro que se pudo apreciar aún más a pesar de la tez blanca de su piel, fue bastante notorio cómo su mundo se vino a abajo con la respuesta del chico.
— Tyler... habló su madre con una voz agonizante. Se los he dicho a ambos muchas veces ¡está prohibido cruzar el puente! pensé que estaba completamente claro. Ahora...su voz se quebró por unos segundos, aun así, continuo. Ahora… Dalia puede ser encontrada con facilidad, su aspecto resalta entre la multitud, ella... —
Sus lágrimas cayerón al pensar que la vida de su hija podía acabar en cualquier momento.
Su voz contenía angustia pura. —Las fronteras entre cuidades son los lugares favoritos de acecho de los cazadores, son sus zonas de confort, sin embargo, eso no les quita el derecho de ir y venir por dónde se les dé la gana. En estos tiempos los "reyes" controlan el mundo y a su gente, los cazadores son sus fieles verdugos, todo se rige por la ley no escrita de los "signos zodiacales" todo el mundo sabe que no tienen piedad. Con estas palabras el pobre corazón de una madre era estrujado hasta hacerse tirones. No tendrán piedad ni siquiera con una niña tan pequeña como Dalia, lo entiendes. —
Y antes que terminará de hablar un fuerte golpe proveniente de la puerta cubrió sus oídos, ambos voltearón al mismo tiempo mientras se mantenían perplejos, por instinto Tyler se levantó y tomó el palo de la escoba que estaba cerca de la mesa y se colocó en todo el pasillo que daba a las habitaciones de la casa, en una de ellas dormía su hermana. Por otro lado, sin mirar a su hijo, la mujer se levantó lentamente de la mesa y se fue acercando poco a poco hacia la puerta, en el momento que su mano se acercó a la perilla del lugar de donde vino el fuerte golpe, ella volteo hacia el chico y ambos tragarón saliva.
Al abrir la puerta, la joven mujer cerró los ojos tan fuertes como pudo por un momento, al notar que todo se mantenía en silencio los abrió de golpe, enfrente de ella no había nada, miro hacia todos lados y lo único que obtuvo fue un fuerte ventarrón que hizo que todo su cuerpo se llenará de escalofríos y su piel se erizará, entonces se apresuró a cerrar la puerta. Ya adentro abrió la boca y respiró hondo dejando salir un gran suspiro que por mucho fue el más largo de su vida, su hijo al verla volvió a respirar, había contenido la respiración desde que ella estaba frente a la puerta sin abrirla.
Tyler estaba por abrir su boca, pero su madre habló primero.
—¡Tyler prepárate, mañana salimos antes de amanecer! — gritó su madre al mismo tiempo que colocaba doble e incluso triple seguro a la puerta.
—Espera ¿De qué estás hablando mamá? debes calmarte ¿a dónde iremos? No podemos mudarnos a ningún lado ahora, además la casa…—
Su madre sin voltear seguía hablando.
—Debemos hacerlo pronto, cada segundo que pase el peligro aumenta para Dalia, ahora más que nunca, es momento de hacerle "una adaptación"—
El susto y los nervios se fueron de inmediato y lo que llegó a Tyler fue angustia que luego fue reemplazado con enojo.
—¿Una adaptación? estás escuchando lo que dices, eso tiene un costo demasiado alto, aunque lo queramos no podemos hacerlo; sé que Dalia corre peligro, pero esto está fuera de nuestro alcance, mamá. —
Ella continuo —No te preocupes por eso, con el dinero que he recogido hasta ahora es posible cubrir el alto precio. O al menos eso espero. Murmuró en tono bajo. solo date prisa. —
—¿A qué te refieres con el dinero que has recogido hasta ahora mamá? lo que tu ganas apenas y cubre los pocos alimentos que podemos comprar y en la noches tenemos que alumbrar solo con velas la casa y lo que yo gano solo alcanza para tus medicinas... Lo entendió, Tyler pudo entender la razón de que su madre asumiera ´la adaptación´ enseguida, el dinero que le había dado para que comprará las medicinas necesaria para su enfermedad lo había guardado todo para Dalia, ni siquiera su propia vida le importaba, solo Dalia. Tú, de verdad mamá. —
Al ver la mirada entre triste y enojada de su hijo no pudo evitar sentirse mal, aun así, había algo mucho más importante.
—Ahora no es momento de reclamos Tyler, vé y prepárate, mañana salimos antes del amanecer. — replicó de nuevo.
Sin decir una sola palabra más Tyler se dirigió hacia su habitación, cerró la puerta, se tiró a su cama y se mantuvo en silencio por un largo rato.
Mas adelante la rabia se apoderó de él, no podía entender como rayos su madre pudo hacer tal cosa, todo su esfuerzo dedicado para cubrir sus medicamentos y llegar a saber esto de un momento a otro lo había dejado sin palabras.
Al recordar la tranquilidad con la que su madre había hablado comenzó a golpear la cama y las almohadas, descargando por completo su furia, también maldijo en voz baja tanto como pudo a todo lo que se le cruzaba por su mente en ese momento.
—¡Maldita sea! maldita vida, malditos reyes, malditos cazadores, malditos signos zodiacales, maldito dinero. Todo es su culpa. Desaparezcan todos de una maldita vez, incluso tú Dalia ¡vete al infierno! Dejó salir un pequeño chillido y cubrió su boca con ambas manos. Yo no... no es así, ella es mi hermana, yo. —solo se derrumbó en su cama y empezó a llorar, la impotencia era el sentimiento final que experimentó esa noche.
Tyler quería a su hermana menor, pero amaba a su madre, la diferencia era notable, lo que haría por una era superior a lo que haría por la otra.
***
La madrugada era muy fría y lo único que se podía escuchar era un silencio profundo emanando de la oscuridad que aún se mantenía en aquella casa alejada de la cuidad.
La joven madre fue en busca de su hijo mayor, al abrir la puerta de su habitación se sorprendió al verlo sentado al borde de la cama, él encontró sus ojos y habló en tono bajo.
—No es necesario, ya estoy despierto. —
Pasando de esa forma al lado de su madre en dirección a la sala. Allí encontró a su pequeña hermana cubierta por algunas sábanas y recostada encima de un pobre mueble que era el único de la casa, al verla solo volteo su rostro avergonzado, aún tenía en mente lo que dijo en la noche anterior. Su madre se acercó a él y tomó a la pequeña niña dormida.
—Es hora, andando. —
Los tres se dirigierón hacia la parada de buses más cercana de su casa que se encontraba después de un largo camino de al menos 35 minutos cerca de la cuidad para luego dirigirse a ´´Silverkeep´´ unas de las pocas cuidades más pequeñas y ricas de los alrededores de Kratos y luego a ´deathfall´ el solo pensar en el último, la joven madre sentia un sabor amargo en su boca que se desplazaba hasta llegar a su estómago y provocarle nauseas; sabía bien que esto sería un largo y agotador viaje, a pesar de eso, si todo marchaba bien llegarían cerca de la tarde.
Lo que no tenían en cuenta era todo lo que les tenia preparado el destino al llegar a ese aterrador lugar...
CREATORS' THOUGHTS 
M_Yess
M_Yess Gracias a todos por llegar hasta aquí.
¿Un lugar extraño? ¿Que creen que pasará?
PDT: Publicaré dos capitulos todos los domingos, gracias por su comprension. Lindo día mi gente bonita.
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