Chapter 42: O XLI: Batalla entre las nubes (II)
— Mi joven señor, el conteo muestra noventa muertos y cien heridos —
Reportó Huamanga.
El Auqui estaba herido, en más de un sentido. Se sentía afligido por la gran cantidad de muertos y herido por los distintos cortes en su piel.
— Que los curanderos preparen medicina para los heridos, quiero que se recojan los cuerpos de los muertos y sean puestos en vasijas, no tenemos tiempo para enterrarlos dignamente. Quiero que todos actúen raudos, necesitamos cruzar rápidamente —
Vilca dio sus órdenes, a pesar de lo desanimado que se sentía aún debía cumplir con la orden del Inca.
Como sirviente personal del Auqui, Huamanga, obedeció las ordenes y se reunió con los hermanos Taiga y con los curanderos. Después de darles los instructivos, Huamanga, regresó al campamento de su Señor.
Los cuerpos de los soldados fueron recolectados por algunos curanderos, quienes embalsamaron a los cadáveres y los depositaron en grandes jarrones, después, los soldados cavaron hoyos en la tierra y ahí, se depositaron los jarrones.
Con gran parte del ejercito herido, la marcha no continuó sino hasta el amanecer. Se llenó todo lo que se pudo para los suministros y partieron para cruzar las montañas.
La marcha fue lenta, mucho mas lenta que la primera vez. Pero el viento parecía recordar su noble causa y los ayudó a avanzar, llegando por fin a travesar la primera cima.
Sin embargo, el camino no fue fácil, varios de los soldados cayeron desde las alturas dando un total de ocho bajas más para el ejercito Inca.
La noche volvió a caer, pero esta vez el Auqui dio instrucciones de marchar en la noche por lo que los soldados estaban despiertos y a la expectativa.
Así como en la noche anterior, nuevas bestias vinieron a atacar al ejército, esta vez hombres pájaros. Los dioses salvajes tenían la características de manifestarse en forma antropomórficas, teniendo rasgos de animales y rasgos humanos. Por lo que estos hombres pájaros, son dioses salvajes invocados por brujos o chamanes.
—¡Enfrentarlos con nuestras lanzas! —
Uno de los hermanos Taiga, dio instrucciones.
El ejercito Inca se acomodó en conjunto y extendieron sus lanzas hacia el cielo para empalar a los hombres pájaro, sin embargo, era de noche y con la poca luz de las antorchas, este ataque fue ineficaz y los hombres pájaro esquivaron.
El auqui logró empalar a uno de esos hombres pájaro y vio su feo rostro.
—¡Esperad a mis ordenes! —
Gritó el Auqui.
Utilizando sus poderes, desestabilizó a un par de hombres pájaro.
—¡Alzad! —
Empalando a los dos hombres pájaro.
El ejercito del Inca se resguardó uno a otro con las lanzas apuntando al cielo, mientras que el Auqui utilizaba sus poderes para derribar hombres pájaro y estos morían empalados por el ejército, esta dinámica permaneció hasta la medianoche cuando los hombres pájaros sobrevivientes se retiraron.
CREATORS' THOUGHTS 
Johan_Peralta
Johan_Peralta ¡Hola, aquí el autor! ¡20k views! ¡Asombroso! Sin duda se nota el apoyo que le dan a esta historia, gracias por leer y comentar. No tengo mas palabras de lo increible que es para mi su apoyo, sin más gracias.
Weekly Power Status
-- Power
Ranking 
-- Power
stone