Chapter 1: Capítulo 1
Ryan era un chico común y corriente de 16 años.
O bueno, así es como debería de haber sido.
Su cuerpo comenzó a deteriorarse cuando tenía 10 años, causando que enfermara cada poco tiempo, colapsara repentinamente, etc...
Su condición era tan extraña que pasó los ultimos 6 años aislado en una habitación de un hospital mientras estudiaban su condición e intentaban tratarla.
Sin embargo, todos esos intentos fueron en vano.
Si bien Ryan había tenido una gran cantidad de enfermedades y estaba acostumbrado a sentir su cuerpo en mal estado, sabía que el momento de su muerte había llegado.
Su corazón latía salvajemente, sangre comenzaba a salir por sus ojos, nariz y boca, su vista se oscurecía y el frio invadía su cuerpo.
No había tenido un ataque tan extraño y fuerte en su corta vida.
Incluso con los medicos haciendo esfuerzos inhumanos para tratarlo, Ryan sabía que no podrían ayudarlo.
'Ah... Mi hora llegó, ¿Eh?' Pensó Ryan en su mente mientras su rostro formaba una leve sonrisa.
Incluso con sus problemas, Ryan conoció gente buena que lo acompañó durante todo su proceso. Si tenía que quejarse de algo era que no había tenido la oportunidad de hacer algunas cosas.
Tener novia, terminar la escuela, hacerse rico... Un montón de deseos comunes pero que tambien alentaban a Ryan a continuar con su vida.
Aunque bueno, aunque era triste y Ryan no podía decir que estaba satisfecho con su vida, sabía que podría haber sido peor.
Agradeciendole a quien quiera que le hubiera dado la vida por no haber sido más cruel, Ryan murió.
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Ryan recuperó la conciencia y se encontró en una habitación desconocida.
Ryan se levantó confundido mientras sostenía su cabeza por un leve mareo que sentía.
'¿No morí?, ¿Dónde estoy?'
Estirando su mano para encontrar un punto de apoyo tocó una especie de armario, sin embargo su mano se deslizó por la superficie de este y resultó lanzando al suelo algunas cosas que habían arriba causando que un fuerte estruendo resonara por el lugar.
"¡!" Maldijo Ryan inconscientemente a la ves que se agachaba y comenzaba a tomar las cosas del suelo.
"¡¡RYAN!!, ¡¿QUÉ HICISTE AHORA?!" Gritó una voz masculina.
Ryan abrió los ojos con sorpresa y no pudo evitar mirar las cosas que había tirado.
Desconocía la voz del hombre, pero una sensación de familiaridad impidió que entrara en pánico.
"¡Nada!, ¡Solo me caí!" Gritó Ryan en respuesta cuando sintió que algunos pasos se acercaban frente a la unica puerta de la habitación.
Los pasos se detuvieron y un silencio se cernió durante algunos segundos.
"Ten más cuidado luego. Preparate rápido, debes ir a la escuela"
Con esas palabras, el hombre se alejó del lugar dejando solo a Ryan que suspiró de alivio.
'¿Quién era ese hombre?, ¿Dijo escuela?'
Ryan estaba cada vez más confundido.
Sin ninguna pista aparente en la habitación, Ryan se acercó a la unica ventana de la habitación que tenía una cortina oscura que impedía que entrara demasiada luz.
Tirando la cortina a un lado y mirando hacia afuera, los ojos de Ryan se volvieron amplios como platillos.
'¿Donde estoy?'
Las calles de cemento se veían humedas y de un negro azabache que le recordaban a Ryan la brea, el humo que salía de grandes chimeneas era abundante y se esparcía por el cielo. Las casas se veían sencillas, pocas se les podía ver con un color aparte al del hormigón.
Un repentino y agudo dolor de cabeza causó que Ryan jadeara.
Una gran cantidad de información desconocida para él inundo su cerebro y causó que Ryan comenzara a entender su situación.
Estaba en Blackhot City. Una ciudad creada por hombres de negocios y dueños de molinos luego de la gran catastrofe. La ciudad en si no tenía más de 40 años, por lo que era bastante joven.
Ryan había vivido con su padre en este lugar toda su vida con su padre. En cuanto a su madre, los abandonó a ambos y se fue con otro hombre, razón por la cual el padre de Ryan se volvió alcoholico.
En fin... En pocas palabras, Ryan estaba en otro mundo.
¿Qué estaba en otro mundo?
Como lo oyes. Este mundo era completamente diferente a la tierra que Ryan conocía.
En este mundo habían bestias que podrían haber arrasado con la humanidad de su mundo anterior sin ninguna clase de problema.
Tambien habían demonios.
No solo eso, tambien habían humanos que tenían esa capacidad. Eran llamados guerreros. Podían usar el ki en el entorno para liberar sus limitadores y así conseguir capacidades más allá de las de un humano promedio.
Lastimosamente, el talento de este cuerpo era muy malo. Tan malo que ni siquiera podía sentir la energía de un cristal, por lo que el dueño original de este cuerpo se había rendido en volverse un guerrrero.
Sin embargo, el Ryan que acaba de llegar a este mundo es diferente.
'Esta sensación en el aire... En la tierra no estaba. ¿Es el Ki?' Pensó Ryan mientras fruncía el ceño.
"¡RYAN, MOCOSO, DATE PRISA QUE VAS A LLEGAR TARDE A LA ESCUELA!" Gritó el padre de Ryan sacandolo de sus pensamientos.
Ryan tomó una bolsa sucia en la que guardaba su pequeño lapiz y sus viejos cuadernos y bajó las escaleras de la casa.
Si bien su casa tenía dos pisos, seguía siendo una casa bastante pequeña y apenas agradable para dos personas.
Cuando terminó de bajar, Ryan vio a su padre sentado en el comedor mientras bebía una cerveza.
No era feo, incluso podría llamarse guapo sino fuera por su barba descuidada y la barriga cervecera. Tenía ojos marrón, cabello negro y piel bronceada. Medía al menos 1.80, lo que no era bajo en absoluto pero tampoco tan alto.
Le envió una mirada dura a Ryan antes de apuntar con su barbilla la puerta de la casa.
"Vete de una ves. Heredaste mi talento como guerrero, pero no quiero que heredes mi mediocridad" Dijo con voz apagada.
Ryan lo miró durante unos segundos antes de avanzar hasta la puerta.
"Anima, padre. Puedes ser una en muchas cosas pero al menos eres un buen padre. Incluso podrías ser mejor, pero no lo has intentado. La vida trata de intentar para mejorar, despues de todo" Dijo Ryan mientras corría con la ayuda de sus nuevos recuerdos hacia la escuela.</font>
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