Download App

Chapter 601: Historia Paralela Nuevo Comienzo Capítulo 127: Su aventura.

Entrando con cuidado a la sala del hospital, Aurora vio a Akira junto a unas enfermeras y un doctor.

Ignorando la presencia que se quedó afuera de la sala y controlando sus emociones delante de la joven que estaba en la cama despierta, avanzó.

Akira cuando la vio entrar solo tembló y bajo la mirada, sin querer mostrar su rostro… Sin querer revelar el miedo en sus ojos.

Estaba poniendo un lado duro, Aurora se dio cuenta.

"Si han terminado pueden dejarnos." Ordenó Aurora con seriedad y viendo que las enfermeras y el doctor se retiraba, ella se adelantó.

—Ella físicamente se encuentra bien. Según el registro, no ha recibido tantas heridas y solo lo normal para un entrenamiento. No obstante, su estado mental es otro tema.

Su sistema le leyó el informe del estado de Akira y Aurora que escuchó se sentó al lado de esa jovencita, que levantó su cabeza tratando de dar una mirada seria.

"Estoy bien…" Murmuró Akira con una voz que buscaba mostrar fortaleza.

Físicamente lo estaba, pero el miedo que mostraba, la forma que su cuerpo temblaba y el pánico en sus ojos… Añadiendo el informe de que despertó en pánico y asustada, solo hizo parecer sus palabras como falsas.

"Perdón por hacerte venir." Añadió Akira, tal vez tratando de cambiar de tema.

Aurora que mantuvo su mirada en la joven, se acercó y la abrazó con fuerza.

Fue un abrazo sorpresa, que tomó a Akira desprevenida, pero luego esa jovencita le devolvió el abrazo y empezó a temblar, hasta que el llanto le gano y lloró con fuerza.

Abrazándola como una niña, su llanto continuo durante minutos y lo que Aurora sintió no fue pena, fue ira.

Su hermana fue la causante de esto… Ese pensamiento vino a su mente y lo único que ella pudo hacer ahora fue abrazar a la joven.

Para que soltara todas sus lágrimas, su miedo y el terror.

En Zerzura había muy pocas cosas que pasaban desapercibidos y quien le aviso de lo que hizo Alice fue Atenea, que le mostró las grabaciones del campo de entrenamiento.

Sin embargo, lo que alertó a Atenea fue la intensidad de energía psiónica y el daño al campo de entrenamiento cuanto Akira se descontroló, dañando las instalaciones.

Dejando que Akira llorara en sus brazos, Aurora controló sus emociones y abrazó a la joven que paso por una tortura.

Eso fue lo que sucedió a sus ojos.

"Estoy bien… Bien…" Murmuró Akira mientras su cuerpo temblaba y quedándose abrazándola durante un rato, añadió. "Yo solo… Tengo que procesarlo y los recuerdos se difuminan con rapidez."

Sus primeras palabras daban la impresión de que buscaba mentalizarse ella misma diciendo que estaba bien y sus segundas palabras, le mostraron a Aurora la frialdad de lo que sucedía.

No era que sus recuerdos se difuminaran, sino que lo hicieron difuminarse, para de esa forma no tuviera traumas cargando con los hechos que había visto en el escenario ilusorio por el cual había pasado.

Y Aurora mantuvo silencio… Un silencio que no sabía qué decir o hacer.

¿Tenía que disculparse por las acciones de su hermana? ¿De qué serviría una disculpa en este punto? Lo peor, era que una parte de ella, quería cubrir a su hermana a pesar de lo que hizo y otra parte estaba furiosa por lo que hizo.

Era en esa encrucijada lo que llevo a que mantuviera en silencio y fue ese silencio lo que llevo a que Akira se apartara.

Limpiándose las lágrimas, le dio una pequeña sonrisa.

"Yo le pedí a Alice entrenar con ella." Reveló Akira y manteniendo su sonrisa, murmuró. "Creo que fue útil. Creo que estoy cerca de ascender de rango."

"¿Le pediste que te torturara de esa forma?" Preguntó Aurora de inmediato, llevando a que Akira se quedara en silencio sin poder responder.

Era probable que pidiera entrenamiento, pero lo que hizo Alice fue más allá… Fue una tortura sistemática y planeada, buscando causar el mayor miedo posible.

"Aun así. Creo que pronto ascenderé de rango. ¿No es algo bueno? Antes de cumplir dieciocho años seré un rango S… ¡Suena genial!" Exclamó Akira y sonriéndole para aliviarla, añadió. "Deberíamos ir a festejar. Todavía me debes esa salida y guía turística."

Estaba queriendo ayudar a que se relajara y no se preocupara… Aurora dio una pequeña sonrisa al escucharla.

"Bien, cuando te mejores seré tu guía turística personal." Comentó Aurora con calma.

Era imposible no unirse a ella cuando mostraba esa sonrisa y buscaba que no se preocupara, pero incluso con eso, Aurora no pudo reducir las emociones que brotaban en su interior.

Al final, hablando con Akira durante unos minutos, Aurora finalmente se despidió cuando fue la hora de almuerzo y se retiró, dejándola con los médicos.

Al salir de la habitación, pudo ver a su hermana y Aurora caminó en dirección a la salida del hospital.

Estaban en el último piso del hospital, en las habitaciones privadas y si bien había algunas enfermeras, el lugar actualmente estaba en silencio, dejándola solas a ellas.

"Fuiste al extremo…" Murmuró Aurora y sin poder resistirse, se detuvo y mirando a su hermana, cuestionó en un grito. "¡¿Cómo se te ocurre hacerle eso?!"

No solo fue al extremo, lo que hizo estuvo mal… ¿Quién en su sano juicio torturaba de esa forma a otra persona? ¿Con tanta indiferencia y de la forma tan cruel? Alice esta vez había ido al extremo y el enojo en su voz fue claro.

"Ella pidió que la ayudara. Y lo hice." Respondió Alice y con una voz indiferente, añadió. "Además todo fue realizado con magia de ilusión y magia mental. Esos mismos magos se encargarán en poner todo en su lugar."

Se estaba excusando de que no la lastimo físicamente, pero lo que provocó a Aurora fue la indiferencia con la que dijo sus últimas palabras.

Si antes había querido irse, antes de que dejara salir su ira, ahora no pudo y su enojo brotó en su totalidad.

"¡¿Ponerla en su lugar?!" Cuestionó Aurora con una voz furiosa y mirando a su hermana, declaró. "Akira no es un juguete al cual puedes romper y luego volver a armar. No es una mascota que recogí al azar que puedes curar. ¡Es una persona!"

El tono que había usado su hermana para mencionar que la pondría en su lugar dejo ver indiferencia… La indiferencia de alguien que veía a otras personas como objetos que era posible romperlos y volver a arreglar.

Y fue esa indiferencia, con la cual estaba hablando ahora mismo, lo que llevo a que Aurora se enojara con su hermana y fue por esa razón que continuo.

"Supongo que con esa mentalidad también me ves de esa forma. ¿Algún día me romperás y luego buscaras a alguien para que 'ponga' todo en su lugar?" Cuestionó Aurora y dejando salir una risa de desprecio, añadió. "Tal vez solo soy una muñeca para ti, al igual que Akira. Espero que no te aburras conmigo."

Un juguete o una muñeca que era posible romper y volver a armar a su antojo… Esa era la forma que Alice trató a Akira y fue solo cuando ella se puso en el lugar de esa jovencita, que esa glotona abrió sus ojos.

Sorpresa e incredulidad como si ese pensamiento nunca hubiera pasado por su mente.

Y entró en pánico de que ella pensara eso… Solo cuando la puso a sí misma en el lugar de Akira, fue el momento que Alice se dio cuenta de lo que sucedía y pudo sentir 'empatía'.

"Yo… Lo siento… No…"

—Estás enojada.

Aurora al escuchar esa disculpa, se sintió aún más enfurecida, pero fue el comentario evidente de su sistema, lo que llevo a que se tragara lo que iba a decir.

Estaba enojada, era un hecho, pero ese hecho podría llevar a que ahora salieran palabras hirientes que solo eran dichas por el calor del momento.

Su sistema le estaba advirtiendo que si decía algo mientras estaba enojada era probable que luego se arrepintiera y Aurora tragó todas sus palabras.

Un tema era discutir o en este caso regañar y el otro era decir palabras hirientes… Aurora no deseaba llegar a ese extremo tan solo por el calor del momento.

"No es conmigo con quien debes disculparte, Alice. Si es que crees que una disculpa es suficiente con lo que hiciste." Dijo Aurora con un tono burlón y dándose cuenta de que estaba exaltada, añadió. "Necesito tiempo para calmarme."

Eso era lo que necesitaba.

Espacio y tiempo para calmar su ira, su molestia, y su enojo de que Alice fuera tan lejos.

Sin mirar a su hermana, simplemente tomó un artefacto espacial y se movió a su departamento, tan solo para ir a su habitación y moverse al espacio blanco ilimitado.

Al ver unos sacos de boxeo en este lugar, ella solo se movió a ellos, queriendo desahogarse.

******

Acostada en la cama del hospital, Akira jugó con su hielo tras comer.

Ya había llamado a sus padres e incluso a su amiga Aeko para asegurarse que estaban bien y cuando recordaba lo que había sucedido, solo vinieron recuerdos difuminados.

Sin embargo, el miedo, la ira y el rencor seguían en el lugar junto al terror… Estaba presente como una enseñanza, una posibilidad para cuando no se atreviera a moverse y dudara.

Y ella tembló otra vez ante esos recuerdos y esas emociones tan palpables, aun así, mantuvo su cuerpo estable.

Alice tenía razón… No estaba preparada y veía la situación demasiado a la ligera.

Lo que le mostraron en ese escenario fue el extremo de la locura, la desesperación en su punto más álgido, todo mientras enfrentaba a un enemigo que podría ser tan cruel como inhumano.

Uno que podía encontrarse en las misiones que realizaba, justo como esos lunáticos que raptaron a inocentes para capturar a la Protectora de Zerzura.

No necesitaba preguntarse qué hubiera pasado si Alice no hubiera llegado ese momento para salvarla a ella y a los demás.

Lo que podría suceder si se congelaba otra vez, dudando si eliminar a su oponente, le fue mostrado de forma extrema y quedo grabada en su mente.

A pesar de que comprendía lo que Alice deseaba enseñarle, no pudo controlar su cuerpo tembloroso y su miedo.

"Que patética…" Murmuró para sí misma, dejando salir un aliento de hielo.

Pudo sentir la fuerza de su mente y la energía psiónica emanando de su cuerpo, más intensa y densa de lo que antes había sido y pudo sentir que su fuerza estaba en su apogeo.

No mentía con su ascenso, en realidad, cuando se descontroló ya había tocado el rango S y ahora lo único que necesitaba para ascender, era presionarse un poco.

Aun así, incluso cuando pensaba que podría ser más fuerte, no pudo decir que podría enfrentarse a Alice, ella era un…

"No seas patética Akira." Su voz salió y de inmediato se golpeó sus mejillas para reaccionar.

Era su miedo que la guiaba a tener esa clase de pensamientos y ella necesitaba controlar tales pensamientos.

Le dijeron que con un miedo podría superar sus otros miedos y la Luz de Plata tuvo razón, solo que no le dijo que ahora también debía controlar este nuevo miedo.

Y más importante que todo debía enfrentarlo.

Antes de que sus pensamientos continuaran, Akira escuchó el golpeteo de la puerta y tras sentir la presencia, se mordió los labios y luego dejando salir una ventisca de hielo para cubrir su cuerpo, se calmó.

"Puedes pasar."

Dando su orden, la puerta se abrió y una figura entró al interior de la habitación, llevando a que la expresión de Akira temblara de forma extraña.

En sus recuerdos, Alice aparecía como alguien cruel, un monstruo aterrador que era capaz de todo y que mantendría su sonrisa incluso mientras asesinaba, pero ahora… Era una niña que parecía haber sido regañada.

No, no era solo eso.

Era una niña que fue regañada y que temía que por su error fuera dejado por la persona que la había regañado… Y era imposible no ser tan específico en la descripción, ya que esa expresión mostraba Alice en este momento.

"Lo siento…" Murmuró Alice bajando su cabeza con una voz temblorosa.

Lo que fuera que hubiera escuchado la afecto lo suficiente como para que su voz temblara y no deseara mirarla, pero Akira solo le echo un vistazo y…

"¿De verdad lo sientes?" Preguntó Akira con seriedad.

La respuesta de Alice fue levantar su mirada y mirarla con su par de ojos negros que no sentían ninguna emoción y llevaban completa indiferencia, pero en lo profunda de esa indiferencia hubo miedo.

El miedo de una niña que no deseaba quedarse sola.

"No… No, siento la culpa que debería sentir." Respondió Alice y dando un largo suspiro, añadió. "Es más, no siento muchas cosas. Aun así, creo que te traté de una forma que no debería haberte tratado. Y creo que debería haberme controlado más."

Era incapaz de sentir 'emociones' de arrepentimiento y para Akira no fue que fuera incapaz de 'sentir', sino que era incapaz de sentir por ella tales arrepentimientos.

Y eso llevo a una duda… ¿La había tratado como una humana? ¿Una 'persona'? ¿O la trató de la misma forma que un humano trataba a un insecto?

Al final dio lo mismo.

"Das miedo, Alice." Dijo Akira y Alice sonrió como si su comentario fuera algo esperado, pero ella le dio una mirada y continuó. "Pero creo que muy en el fondo hay algo bueno."

Daba miedo… Era innegable que daba miedo.

Desde su forma de pensar, su indiferencia y la capacidad de demostrar esa indiferencia por medio de sus acciones.

Sin embargo, a la vez Akira sintió que había algo bueno en el fondo y fue ese pensamiento que la hizo levantarse de la cama, para acercarse a la joven que la miraba algo curiosa.

Alice no vino disculparse porque verdaderamente lo sentía, lo hizo porque fue regañada y no deseaba caerle mal a la persona que la regañó, temiendo que por el enojo la dejaran sola.

Y esa era la prueba de que era capaz de 'sentir' y que había algo bueno, oculto muy profundo en esa oscuridad tétrica.

"Algún día me gustaría conocerlo." Dijo Akira dando la mano con seriedad.

Algún día le gustaría conocer ese lado emocional, que llevo al extremo su crueldad y la razón de esa crueldad era bastante simple, si ella recordaba sus palabras.

Alice estaba enojada porque si ella volvía a las misiones y moría, su muerte sería cargada por Aurora… Ese sentido de protección llevo a que fuera extremista y a pesar de que fue retorcida, al final dejaba ver que había un lado bueno de ella.

Un lado que alguna vez le gustaría conocer y si bien era difícil que pudiera tener una relación tan cercana como ambas hermanas, le gustaría la idea que fuera una relación lo suficiente estrecha como para considerarse amigas.

"Lo dudo." Respondió Alice estrechando su mano.

No creía en lo que ella veía y fue por eso que dudo de que pudieran acercarse.

Akira solo controló su miedo al sostener la mano tan delicada de la joven y al final dio una sonrisa al mirar a Alice.

No dijo demasiado, creía que el tiempo le daría la razón y en este momento lo único que deseaba, era que su aventura no terminara de mala manera.


Load failed, please RETRY

Weekly Power Status

Rank -- Power Ranking
Stone -- Power stone

Batch unlock chapters

Table of Contents

Display Options

Background

Font

Size

Chapter comments

Write a review Reading Status: C601
Fail to post. Please try again
  • Writing Quality
  • Stability of Updates
  • Story Development
  • Character Design
  • World Background

The total score 0.0

Review posted successfully! Read more reviews
Vote with Power Stone
Rank NO.-- Power Ranking
Stone -- Power Stone
Report inappropriate content
error Tip

Report abuse

Paragraph comments

Login