Chapter 2: Nueva historia.
-Mira aquí está el vídeo.
Dijo el chico mientras ponía el celular para que todos lo vieran.
- ¿Es el del tipo que roba un banco desarmado?
-Sí, Si, mira le disparan y no pasa nada.
Sonidos de bala son emitidos desde el teléfono y el grupo de 8 personas viendo la pantalla exclaman sorprendidos.
- ¿No les parece genial?
- ¿Robar un banco?
-No, ser un despertado, sería como en las historietas.
-Ah parece problemático, no quiero que el gobierno haga experimentos conmigo.
-wua.
-Jajajaja.
El grupo entero comienza a reír, la puerta se abre y todos se acomodan rápidamente en sus asientos, el profesor da una mirada furtiva y luego pone los libros sobre el escritorio.
-Bueno chicos, espero no se hayan olvidado por este tiempo sin clases que me tenían que entregar un ensayo.
-Hace una semana el mundo casi se acaba y aún tenemos que dar clase.
Susurro uno de los chicos en la parte trasera del salón.
-Jajajaja, Taeyang nunca cambias.
Le respondió una compañera que se encontraba a su lado.
-Sun Hee, dinos ¿Qué te causa tanta gracia?
Al oír su nombre la niña tuvo un resalto en su asiento por la sorpresa.
- ¿Por qué no lo compartes con el resto de nosotros?
-No… esto, profesor yo…
El hombre soltó un largo suspiro.
-No olviden lo afortunados que somos, en otros lugares del mundo los cataclismos mataron millones de personas, aquí a duras penas y tuvimos una fuerte lluvia, por eso espero que tengas mi ensayo, ¿cierto?
-Se me ha quedado en casa.
Respondió mientras se tocaba tímidamente los dedos.
-vamos chicos, deben concentrarse, no me gustaría ser su profesor otra vez si no aprueban el curso.
Con risas por el chiste del profesor el curso se puso bullicioso, creado un buen ambiente.
-El tema de hoy será derivadas, ¿Qué saben de ellas?
El profesor tomo la tiza y comenzó a dibujar números en la pizarra.
¡BOOM!, un fuerte sonido azoto la habitación, escombros y vidrios estaban regados en todas partes, el polvo se levantó nublando la visibilidad.
-*Cof* *Cof*
Con tos seca el profesor se puso de pie ya que la inercia lo había hecho caer.
- ¿Alguien está herido?
- ¿Todos están bien?
-Mi espalda…
-Me corte
Comentarios de lamento y llanto se extendió por el lugar.
-AHHHH.
Un grito desgarrador vino de la parte trasera del aula, el cuerpo del profesor se movió sin pensarlo y antes que se diera cuenta ya estaba al lado de Sun Hee que era la que había gritado.
- ¿te duele algo?
-No… Yo.. AHHHHHH.
La niña señalo a su derecha donde un hombre extraño se encontraba tirado en el piso cubierto completamente de sangre, los demás alumnos se levantaron y comenzaron a observar al hombre herido, haciendo comentarios en voz baja.
-Tu, pásame el botiquín de emergencias.
El chico salió corriendo hacia la enfermería.
-Corr…
-Señor no debe hablar, le voy a aplicar primeros auxilios.
El hombre tenía el hueso del brazo derecho expuesto, su nariz se encontraba deformada y sangre brotaba de casi todos los orificios de su rostro.
-Cor…
-No hable, conserve sus fuerzas.
El hombre abrió los ojos de golpe y se trató de sentar, pero el profesor estiro el brazo para evitarlo, cuando puso su mano en el pecho para recostarlo usando un poco de fuerza el hombre ni se inmuto, parecía como si tratara de empujar a un toro, lo cual no tenía sentido para un hombre que debería estar al borde de la muerte.
-Corran.
Dijo el hombre claramente una vez sentado.
- ¿Correr?, ¿de qué?
En ese instante una figura de al menos 2.5 metros se posó en el hueco de la pared por donde entro el hombre moribundo, tapando la luz del sol entrante, una criatura horrible de aspecto humanoide sostenía lo que parecía ser la defensa de un automóvil deformada llena de sangre la cual al instante soltó y comenzó a caminar hacia el hombre herido.
-Niños evacuen el área, ¡CORRAN!
Dijo el profesor en voz alta mientras la cosa aun caminaba lentamente, el hombre agarro un libro de matemáticas de una de las sillas y lo comenzó a agitar.
-Aléjate, monstruo.
El hombre que ahora se había puesto de pie le agarro la mano.
-Vete de aquí también, esa cosa solo va por los despertados, si te interpones morirás como una mosca.
El temblor del profesor incremento y con mirada culposa trato de reunir fuerzas para correr, cuando se percató que Sun Hee aún seguía en el piso, luego miro al monstruo y después a Sun Hee, resignado se arrastró hasta su posición y trato de levantarla, estaba paralizada del miedo.
- ¡VAMONOS…!
- ¡AH NO!, ¡NO TE ACERQUES, ALÉJATE!
Sun Hee grito.
-Agarra a la niña y vete ahora.
Dijo el hombre con voz débil, el profesor hizo un gesto con la cabeza mostrando respeto. le agarro el brazo.
-ARK THRAM.
Rugió la criatura, tomo velocidad y corrió directo hacia el profesor.
- ¿A dónde miras bestia?
El hombre herido trato de interponerse golpeando directamente su estómago, pero sin detenerse la criatura abalanzo el brazo, un fuerte impacto hizo eco en el salón, el cuerpo sin cabeza quedo tendido en el suelo como una marioneta a la que se le cortaron las cuerdas, segundos después se detuvo en frente del profesor y Sun Hee.
-Ma.. ma mata… me a mí, pero no le hagas nada a la niña, te.. te lo suplico.
Dijo mientras se ponía de rodillas, la criatura simplemente paso al lado de él y continúo caminando hasta la niña luego con su mano la levanto colgándola por el cabello.
-AHHHHHHHHHHHH AYUDA, ayuDa, ahAHHHHH.
Un lamentable grito era lo único que sonaba, su voz se partía y luego se elevaba nuevamente, el profesor estaba de espalda a la escena, pero no le costaba nada imaginar que iba a ocurrir y en lo profundo de su pecho se sentía aliviado por haber sido ignorado por ese monstruo, por lo que pesadas lagrimas corrieron por su rostro.
Mientras Sun Hee, lloraba y chillaba destellos de fuego comenzaron a aparecer repetidas veces a su alrededor, a medida que su lamento se hacía más prolongado el calor de la habitación incremento.
-No quiero morir, No quier….
La criatura la levanto hasta la altura de sus ojos, lo que la aterraba tanto no era el dolor que estaba sintiendo por su cabellera que parecía estarse desprendiendo de su cráneo o lo que el monstruo pueda hacer después, lo que tanto miedo le daba es que desde que entro a la habitación la estaba mirando fijamente y una expresión de alegría era distinguible, esa cosa estaba disfrutando verla sufrir.
Miedo, odio, vergüenza, pena, dolor un remolino de emociones ataco constantemente su cerebro, "todo es culpa de esa cosa, no quiero morir, mamá…"
"quiero vivir"
"QUIERO VIVIR"
"NO QUIERO MORIR"
"VI.. VI… Taeyang…"
Las piernas del profesor no respondían correctamente, su pantalón húmedo era incomodo, pero sus brazos aún se podían mover así que comenzó a deslizarse por los escombros hasta el agujero en la pared sin mirar atrás, su frente se comenzó a empapar de sudor y cada vez le costaba más avanzar.
"¿calor?"
Parecía estar dentro de un horno, el impuso momentáneo lo obligo a girar la cabeza ignorando todos sus temores, la curiosidad le gano.
- ¡AHTARRAAAAAAA!
Grito la criatura al percatarse que algo no iba bien por lo que con su mano libre trato de tomar el cuello de la niña.
-Taeyang, Taeyang.
Decía la profesora mientras se hacía paso por los estudiantes que salían del edificio.
- Taeyang, ¿Dónde está el profesor?
-Esta… Esta adentro, creo que Sun Hee sigue allí también.
Dijo mientras lagrimas salían de su rostro.
-No te preocupes pronto vendrá la policía y…
En ese instante desde fuera del edificio se podía ver claramente un pilar de llamas que se elevaba hasta cielo, segundos después las ventanas se rompieron y llamaradas comenzaron a salir de todos los rincones del lugar, en un instante todo el edificio quedo sumido en fuego, la onda de calor quemo a todos los que estaban aún en la entrada y algunos que no pudieron salir a tiempo fueron devorados por estas.
A la profesora se le ablandaron las piernas y termino de rodillas en el piso.
-Cariño.
Dijo mientras lentamente se cubría el rostro con las manos.
-AHHHHHHHH.
Comenzó a gemir mientras las lágrimas se escurrían entre sus dedos, pero sus lamentos se perdían junto a todos los otros.
Estados unidos, Washington D.C, Capitolio.
-Señor presidente tenemos nuevos informes, la unidad especial de despertados que quería ya está lista.
-Señor presidente estamos en código rojo, se ha confirmado que los seres que habitan los portales los están cruzando, nos están invadiendo.
-Esto era lo que más temía que pasara.
Los hombres vestidos de traje negro seguían al presidente por un largo corredor mientras lo actualizaban continuamente sobre la situación actual.
-El ejército ya evacuo y comando una incursión dentro de las áreas afectadas y están procediendo a limpiar el área, el informe preliminar indica que han habido demasiadas bajas.
El presidente se detuvo y suspiro, se desabrocho los botones del saco y luego se lo tiro al agente al lado de él.
- ¿Ya están todos reunidos?
-Si señor presidente la prensa esta lista, ya puede comenzar a transmitir a la nación.
Al salir del corredor y entrar en la inmensa habitación rodeado por innumerables cabezas que lo observaban fijamente el ambiente lo consterno, todo era un absoluto silencio solo sus pasos y uno que otro que tocia de vez en cuando era lo que podía oírse, la cara de preocupación y temor de todos era visible, ni siquiera los reporteros más intrépidos se osaron a realizar algún sonido.
Subió a lo alto del podio. Tomo aliento y luego lo apretó fuertemente para tomar confianza.
-Pueblo americano, Compatriotas, me acaban de confirmar que estamos siendo invadidos por las cosas que habitan los "portales", desde ahora declaro ley marcial, nos tomaron en nuestro momento más débil, usaron nuestro dolor por las pérdidas de nuestros hermanos, padres, madres, hijos.
Guardo un breve silencio mientras su voz hacía eco en el área.
-Ahora atacan a lo que ellos creen que es una nación debilitada, pero con lo que no cuentan es la grandeza de estas tierras, ¡NO SUBESTIMEN A AMÉRICA!
Elevo su voz y como un trueno impacto en todos, el ambiente silencioso se rompía pues uno que otro se podía oír sollozar.
-Criaturas del averno, declaro oficialmente la guerra, nadie mancillará nuestros hogares y vivirá para contarlo, mostremos les el verdadero significado de la libertad.
Todo el parlamento se alzó en vítores mientras el presidente dejaba la sala.
Un agente con gafas de sol se apresuró a su lado.
-Señor presidente, confirmado la unidad especial "Cazadores", está lista para partir, esperan confirmación.
-Diles que pueden ir.
-Listo.
Dijo el hombre al micrófono en su oreja y se alejaba en dirección opuesta, el presidente metió la mano en su bolsillo agarrando el celular que tenía en el bolsillo y junto a él una moneda de un centavo que luego agarro y analizo más de cerca.
"En Dios nosotros creemos."
-Espero el crea también en nosotros.
La inmensa puerta detrás de él se cerró lentamente.
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