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Por más que la humanidad avance tecnologica, social y culturalmente, siempre habrá algo que los hará reaccionar de manera primitiva.

La historia de este planeta ha sido marcada por figuras cuyos nombres han quedado en los libros y la memoria de las multitudes. Para buen o para mal, estas figuras han determinado el futuro de las grandes naciones y el curso de las masas. Aun hoy en dia muchos plasman su nombre en la memoria humana. Pero el conocimiento humano no se limita a la memoria, gran parte de ello es la curiosidad, misma curiosidad qué en el año 2025 llevó a Argus, una sociedad científica a descubrir que las grandes figuras históricas compartían un patrón alarmante, un rostro qué no veíamos.
Los historiadores de Argus publicaron un estudio revelando que, los grandes personajes históricos, compartían características más allá de las humanas, estructuras óseas distintas a las normales, ADN con elementos químicos qué ni si quiera existían en la tierra y rasgos específicos en cada uno de ellos.
Esto llevo a la sociedad a colapsar, preguntándose si la historia humana ni siquiera había sido escrita por humanos. Argus se hizo responsable del revuelo, pidiendo ayuda a las naciones del mundo, hasta que finalmente en el año 2027, Argus Público su segundo informe del caso, el título: "Los descendientes de las figuras históricas están entre nosotros"